Opinión

No basta votar ( Copladem 2)




agosto 6, 2018

Hernán Ortiz
Académico


¿Qué experiencia tenemos en Juárez con los presupuesto participativos? Estos son hechos.
En 1997, se promovió la participación ciudadana en la toma de decisiones con la modificación de la Ley de Coordinación Fiscal, donde se establece que el monto que los estados y municipios reciben para infraestructura social deben ser dados a conocer a los habitantes y promover su participación “en su destino, aplicación y vigilancia, así como en la programación, ejecución, control, seguimiento y evaluación de las obras y acciones que se vayan a realizar;” (artículo 33). Esto hace referencia a los recursos que la Federación asigna a los estados y municipios a través del ramo 33 del presupuesto federal. Para ejercerlo, los municipios se han visto obligados a la conformación de Comités Para el Desarrollo Municipal (COPLADEMs). Estos comités se han vuelto el espacio donde se discute entre funcionarios de gobiernos y representantes ciudadanos (no electos en las urnas), en qué y cómo se debe ejercer el recurso.
En Juárez, el Comité de Planeación y Desarrollo Municipal (COPLADEM) fue Oficialmente instituido el 24 de junio de 1999 por el presidente municipal Gustavo Elizondo. Además de los funcionarios, el COPLADEM incluye representantes de varios sectores sociales (comités de vecinos, empresarios, educación, clubes de servicio, etc.).
En el año 2000, con la intención de ampliar la participación ciudadana, se realizó una consulta, el 26 de marzo, donde los posibles beneficiarios del ejercicio de los recursos del Ramo 33 pudieran decidir qué proyectos eran prioritarios, pues no es de extrañar que las demandas superaron los recursos existentes. La estrategia para participar fue por medio de votación, y para evitar que los involucrados votaran sólo por el proyecto propio, cada beneficiario emitiría tres votos, bajo el supuesto que uno sería para la demanda propia y otros dos para otorgarlos a cualquier proyecto que se encontrará en la lista de propuestas.
En aquel entonces, yo trabajaba con vecinos de la colonia El Retiro, al norponiente de la ciudad, y la propuesta que llegó de otras colonias fue en un tipo de negociación donde si la gente de El Retiro votaba por proyectos de una colonia, los de esa colonia votarían por el proyecto de El Retiro. El resultado no fue cómo se esperaba, pues los vecinos de El Retiro votaron según sus propios intereses, mientras que la gente de otras colonias sí voto, por la propuesta de El Retiro. Este proceso además genero acarreos de votantes y otra serie de prácticas que pusieron en duda si esta sería le mejor manera de lograr la participación ciudadana.
En del 2001, el COPLADEM de Juárez constituyó algo que denominado “subcomités de zona”. Estos, eran grupos conformados por representantes ciudadanos y de gobierno. Los ciudadanos tuvieron que responder a una convocatoria y fueron seleccionados por el COPLADEM. De lo que ese año se le canalizó a Juárez del Ramo 33 de la federación, a cada zona se le asignó una determinada cantidad y cada grupo vecinal interesado en conseguir los recursos para alguna obra en su colonia tuvo que exponer su proyecto a cada subcomité. Después de las presentaciones, cada subcomité deliberó sobre qué obras eran las prioritarias para asignarles los recursos existentes. Esta deliberación asignaba puntos a cada obra con base a una escala de valores sugerida, pero no impuesta por el propio COPLADEM, pues los subcomités tuvieron la libertad de alterarla si así lo consideraban prudente y lo justificaban.
Los integrantes de los “subcomités de zona” eran en su mayoría ciudadanos a diferencia del COPLADEM que en su mayoría lo conforman funcionarios. El resultado fue que en ese 2001 los ciudadanos decidieron sobre qué obras se realizaron. Este ejercicio no se ha vuelto a realizar de esta manera. Desconozco si existe algún registro que dé cuenta del porqué el COPLADEM no generó este proceso de nuevo.
Según actas del cabildo, del 13 de enero del 2005, las funciones del COPLADEM son transferidas a la Tesorería Municipal y el 24 de agosto del 2006 se transfieren a una nueva Coordinación de Planeación y Evaluación, olvidando de facto todo el proceso de participación ciudadana que había generado la aplicación de los recursos del Ramo 33 del presupuesto federal.
Desde entonces hasta el 2017, los recursos eran aplicados de manera un tanto discrecional. Se formaba el COPLADEM por invitación, implicaban un par de reuniones al año, en una les presentaban los proyectos y en otra los resultados.
La participación ciudadana era una verdadera farsa. Por ejemplo, así se hicieron los Tetodomos, durante la administración de Héctor Murguía. Con recursos federales… ¿por qué eran “tetos” entonces?
En el 2017, con la administración de Armando Cabada, se hizo la convocatoria de nuevo para el COPLADEM, y la convocatoria para competir por los recursos del FISM (Fondo de Infraestructura Social Municipal) que están en el Ramo 33 del Presupuesto Federal. Después de 11 años el presupuesto participativo se dejó de manejar de manera discrecional y casi oculta. Los proyectos que solicitaron recursos fueron demasiados lo cual motivó que para el 2018 no se hiciera una nueva convocatoria.
Este fue el mismo pretexto que Héctor Murguía utilizó para dejar de hacer ampliamente públicas las convocatorias para el presupuesto participativo.
Tenemos experiencia en esto. Ahora el Municipio tendrá que invertir el 5% de sus ingresos de libre disposición de modo de Presupuesto Participativo.
Tenemos dos opciones, dejar que lo hagan como mejor les parezca, aunque en la realidad no hemos visto que el Cabildo tome buenas decisiones al respecto. La otra, es empezar a vigilar, opinar y proponer lo que se hace con el presupuesto de la ciudad. Si no lo hacemos nosotros, alguien más lo hará y quién sabe con qué intenciones.
jhiiio@hotmail.com
En este link se puede leer la primera parte de este artículo No basta votar (Copladem 1)  https://laverdadjuarez.com/index.php/2018/07/31/no-basta-votar-copladem-1/

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