Opinión

Juárez, ‘la ciudad de la furia’




septiembre 18, 2018

Hernán Ortiz
Académico

Escuchar ‘La Ciudad de la Furia’, me trae muchos recuerdos, un joven bailando, cantando y moviendo las manos como si con ellas pudiera contar una historia.
En ocasiones creo que entonces la música contaba historias raras, parecidas a los comics y libros de fantasía que eran o ¿son? muy populares.
Símbolos, signos que pueden ser reinterpretados. ¿Según qué? ¿Y yo qué sé? Solamente me llegan las imágenes a la mente.

Me verás volar
Por la ciudad de la furia
Donde nadie sabe de mí
Y yo soy parte de todos

En lugar de furia, imagino mierda. La furia de las aguas negras que un drenaje colapsado va dejando salir por distintas calles de la ciudad. De las coladeras adentro de las casas, del centro de la ciudad, de muchas colonias.
¿Por qué soportamos la mierda? Me duele pensar que aislados nos sentimos nadie. El Gobierno del Estado por medio de la ineficiencia de la JMAS nos tiene entre mierda y nos sentimos, todos, nadie para reclamar el mínimo de dignidad de no vivir entre la mierda.

Nada cambiará
Con un aviso de curva
En sus caras veo el temor
Ya no hay fábulas en la ciudad de la furia

Dos situaciones típicas de esta ciudad son la impunidad y el botín. No importa si el gobierno es del PAN, del PRI o independiente. Evoco imágenes de fraccionadores queriendo extender la ciudad innecesariamente, ruteros ofreciendo un servicio pésimo, abusos policiacos que no cesan de ser registrados e ignorados.
Hace 10 años pasamos la peor crisis de violencia en la ciudad; mucho dinero se invirtió para superarla, incluso el modelo se ha querido replicar en otras partes del país. Hoy podemos ver que nada cambió. Algo no hicimos o hicimos mal. Lo único que ha evitado que llegue a peores niveles de violencia es la ausencia del ejército, cuando ellos llegaron la cosa fue peor, mucho peor.

Me verás caer
Como un ave de presa
Me verás caer
Sobre terrazas desiertas
Te desnudaré
Por las calles azules
Me refugiaré
Antes que todos despierten

Este maldito pedazo me hace pensar en una de las tantas cosas que hizo famosa a la ciudad.
Mujeres muertas, nadie sabe cómo o cuándo, sus cuerpos sólo desaparecen y aparecen un día sin vida, tirados en algún baldío o por el Camino Real. ¿Puede alguien desnudar a alguien impunemente? Recuerden el caso de Naomi, asesinada y violada junto a sus hermanas. Al culpable lo localizaron por testigos que vieron, pero al parecer hicieron nada. Como mis vecinos que escuchan gritos de una mujer en la calle y nadie llama a la policía ni sale a ver si puede ayudar en algo. Mejor es dejar que los crímenes pasen, en las calles, no azules, y que los agresores se escondan antes que todos despierten.
Esta el párrafo de entre las piernas, que no sé si lo escribieron con intenciones eróticas, pero me trae a la mente la imagen de una madre que, con las piernas juntas, hace que su hijo descanse su cabeza en su regazo. Tal vez porque no puedo erotizar imágenes ante tanta furia.

Con la luz del sol
Se derriten mis alas
Solo encuentro en la oscuridad
Lo que me une con la ciudad de la furia

Tal vez es porque acaba de pasar el 15 de septiembre, la fiesta patria por excelencia. Pero recuerdo que en la primaria me hacían memorizar que las ideas de los ilustrados habían motivado a los insurgentes. Ilustrados franceses que creían en la razón y en la democracia.
Para que la democracia exista se requiere una autoridad que cumpla y haga cumplir la ley. Ojalá estuviéramos más cerca del anarquismo que imagina al ser humano con capacidad, inteligencia y amor suficiente para rebasar las leyes e instituciones a la hora de lograr acuerdos.
Nadie espera cumplir la ley en esa ciudad. La luz, si fuera de legalidad y transparencia es molesta por todos lados. Es mejor el mercado informal, el auto chueco, la tranza, el contrato tramposo de obras públicas. El anuncio sucio colgado en un poste. Todos voltean al otro lado y si es de día, incluso, cierran los ojos para generar la oscuridad cómplice de miles de triquiñuelas con las que se sobrevive en ‘la Ciudad de la Furia’.

Me verás caer
Como una flecha salvaje
Me verás caer
Entre vuelos fugaces
Buenos Aires se ve
Tan susceptible
Ese destino de furia es
Lo que en sus caras persiste

Bueno, no somos Buenos Aires, Ciudad Juárez es susceptible al saqueo de autoridades y particulares. Desde quién permitió a la familia Zaragoza expulsar gente en Lomas de Poleo ¿alguien recuerda a los dos niños que murieron quemados? O pensemos en Eloy Vallina haciendo un desarrollo que fue pagado principalmente con dinero del Estado… dinero público. La familia Ibarra, sacando contratos de Obra Pública que se colapsan como el mirador del Camino Real, o se desgajan como la repavimentación que hacía su otra empresa Gexiq, ni que decir del negocio de futbol de Indios, que recibió dinero público y quebró, pero no era su dinero. Igual hizo la empresa del Vivebus, que con dinero público empezó a laborar. Qué bonito que te den negocios redondos con dinero público. Igual lo hizo Ferromex para evitar que se lleven las vías del tren a San Gerónimo.
Son tantas las corruptelas que hacen negocio en la ciudad. Parece que no hay otra forma de vivir. Hasta me acuerdo del regidor que siendo académico literario peleaba la comisión de fraccionamientos, que por su experiencia, nunca tomó buenas decisiones en ese puesto y nada asegura que lo hará en un futuro. ¿Qué peleaba si su experiencia dejaba mucho que desear?
¿Qué “destino de furia persiste en las caras”? Desde la cantidad de familiares que terminan golpeándose o asesinándose, el mecánico que mata a un cliente, la saña con la que tratan los cadáveres de personas asesinadas. Los gritos de odio de la gente a peatones, ciclistas, automovilistas, transportistas y lo que se le pare en la calle.
No, no se me tome como fatalista, sé de mucha gente que es amable y promueve una convivencia linda en las calles. Esa gente no me preocupa, me preocupan los que matan y odian, de esos hay que cuidarse en ‘la Ciudad de la Furia’.

Un hombre alado
Prefiere la noche

Me gustan los pies en la tierra. Las alas ahora, no me parecen para alcanzar un sueño, sino para estar por arriba de los demás. ¿Esto es malo? Sólo cuando las alas se construyen del trabajo de los que no vuelan, como los que pagan el transporte público, como los que pierden banquetas, como los que ven como el dinero de todos se gasta en imagen, que por más maquillaje aplicado no embellece la vileza del actuar del gobierno municipal y estatal (federal también si se quiere).
Los puestos se reparten para beneficio de los amigos, no para atender a la ciudadanía. Son una cofradía, son una élite de influyentes que hacen de esta ciudad lo que quieren, para esas personas que vuelan con sus alas de trabajo ajeno, las leyes no existen. Hacen lo que quieren. Trata de vender boletos y te obligan a hacerlo por la empresa tramposa, trata de ofrecer una buena estructura para botones de pánico y lo único que aceptarán es el precio, porque el material será desechable.
Los hombres alados prefieren la noche, como los vampiros que viven de chupar la sangre de sus víctimas. Sí, todos en la fantasía quisiéramos ser vampiros, sensuales y longevos. Pero en la realidad vivir de la sangre del prójimo es una actitud inhumana, pero común en Juárez, o la Ciudad de la Furia.
jhiiio@hotmail.com

 

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