Por Hernán Ortiz
El pasado martes 16 de abril, mi hija me mandó la siguiente imagen por WhatsApp:
Me parece que prevenir un ataque sexual por medio del sacrificio de la libertad, es una forma de culpar a la víctima de la consecuencia de los actos de un criminal. Te violaron, pero tú también mija, vas enseñando las nalgas. Suena al razonamiento de muchos, pero el mundo este torcido. ¿Por qué? Me dio coraje y lo compartí en mi muro de FB.
En unas horas ya había sido compartido 143 veces, en dos días 463 veces, hoy viernes, la imagen ha sido compartida 1,197 veces.
¿Por qué la subí? Para compartirla con mis amistades y desahogarnos de lo jodido que anda el mundo. Nunca pensé que tuviera una magnitud tal que incluso fue desmentida la originalidad del tríptico por la página oficial del alcalde Armando Cabada.
Desde esa tarde noche, recibí mensajes y llamadas pidiendo que aclarar de dónde había sacado ese tríptico. Le pregunté a mi hija y me dijo que se lo habían enviado de manera electrónica por WhatsApp, igual que ella a mí.
También recibí más de 30 solicitudes de amistad, algunas las fui aceptando, cuando eran gente de Juárez y mayores de edad. Luego, decidí preguntarles a los solicitantes sí me conocían, al recibir respuesta negativa y de leerles actuar de que no sabían que me habían enviado una solicitud de amistad, decidí no aceptar a nadie más y borrar a quienes ya había aceptado después de colgar la imagen en mi muro.
El tríptico no era el que usa actualmente la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, pero así se está difundiendo en las mensajerías celulares. Un amigo, encontró que alguna vez las recomendaciones habían estado en un tríptico de la Secretaría de Seguridad Pública. Como evidencia me envió una nota con fotografía y de nuevo imágenes que él tomó de un tríptico que conservaba en su archivo.
La nota que me enviaron se publicó en el sitio El Puntero y la pueden consultar aquí. Iba acompañada con varias fotografías, en una se aprecia el tríptico, comparto la imagen:
Las fotografías del tríptico de la administración pasada:
Lo evidente: La portada del tríptico que se muestra en la fotografía que acompaña la nota y la del mensaje de WhatsApp es la misma. La portada del viejo tríptico guardado por mi amigo es distinta, pero el contenido es el mismo.
Los más de cien millones de pesos asignados a comunicación social, ¿se traducen en fotocopias e imágenes compartidas por redes sociales? Lo que tal vez no sea tan evidente es cómo las redes sociales pueden permitir que algo se extienda de manera incontrolable.
Así, tuvimos la Primavera Árabe, ¿en qué terminó?
Hemos visto como se convirtieron en líderes sociales el Imperio Alpha, que promueven el acoso y delito establecido en el artículo 180 Bis. Del Código Penal del Estado.
Tenemos terraplanistas, antivacunas, iluminatis, reptilianos, conocedores de la mafia, al Pirata de Culiacán y un sin fin de sinsentidos que vagan por las redes.
¿Qué daño puede hacer un sinsentido? O ¿cómo afecta? Bueno, el presidente de nuestro vecino del norte fue favorecido por las redes sociales para ganar la elección. La presidencia municipal tiene su propio departamento de redes sociales, Nueva York toma medidas emergentes para frenar una epidemia de Sarampión. La Alianza de los Conservadores y Reformistas Europeos, Bolsonaro en Brasil o el Congreso de Yucatán votando en secreto la exclusión del matrimonio igualitario.
Todas posturas antiguas o sin razón que podrían parecer ser superadas ya sea por el sentido común, los derechos humanos o el razonamiento, no obstante, están ahí cada vez más sólidas.
Al parecer las redes sociales, así como permiten acceder a un mundo de información valiosa e interesante, también permiten que los sinsentidos, las ideologías retrógradas y excluyentes se unan y se hagan cada vez más fuertes.
¿Quién lo decide? ¿Hay un algoritmo para decidir qué cosa sí se hace “viral” y qué no? Hemos sido ignorados cuando junto con otras personas hemos puesto la lupa en cuestiones como la movilidad urbana, la tortura, los regidores que cobran mucho y sólo levantan el dedo a la orden que les gen, los desponchadores municipales que ganan 37 mil pesos, y bueno, en tantas otras cosas más.
Hacemos ruedas de prensa, boletines, anuncios y no recuerdo nunca que algo se haya compartido mil veces. De hecho, el mensaje de Cabada donde desmiente que la imagen que subí sea la del tríptico actual sólo se ha compartido 119 veces y eso que él tiene todo un equipo de gente trabajando en la Coordinación de Redes Sociales gastando millones de pesos al año.
Dicho sea de paso, que bueno que no es el tríptico actual, de lo contrario estaría bien culero.
Hemos hecho muchas cosas y en ocasiones sólo se requiere una imagen de FB, para que mucha gente se enteré, luego se pasa a otras redes y cuando menos lo esperamos se hizo viral. ¿Liderea una opinión? No lo sé, lo que sí hace es generar polaridad en el debate (cada quién se viste como quiera, vístanse como putas pues, eran los comentarios que recibía mi post). ¿Se olvidará con la siguiente cadena o vídeo de gatitos?
Esta experiencia me hizo por un momento sentirme en el ojo del huracán. La cantidad de solicitudes y el que se estuviera repartiendo por todos lados lo que subí me parecía abrumador. Tal vez por eso parece que cambian de opinión las personas después de haber sido exhibidas. En Lomas de Poleo, a mí me dijo la gente que la familia Zaragoza le quitaba los predios y hasta habían quemado a unos niños. Sus lágrimas eran honestas. Doce años después a mi hija le dijeron que los Zaragoza les habían ayudado mucho a mejorar su comunidad. La gente denuncia y luego se arrepiente de que politicen su problema. ¿Cómo habrá sido la preparación de los 15 años de Rubí?
Pero el sentimiento de sobre-exposición, que ya lo quisiera para una rueda de prensa, va acompañado de una enorme confusión. ¿Cómo se construye hoy en día la agenda pública? ¿Vale la pena tanto gasto en publicidad, incluso en Redes Sociales? ¿La polarización de los debates o el no saber dialogar, hace que los sinsentidos y retrógradas se fortalezcan?
Después de todo, así sacamos todos al pequeño Trump interno cuando hablamos de migrantes.
¿Hasta dónde hemos analizado lo suficiente el impacto y alcance de las redes sociales?