Opinión

Las orejas del lobo




junio 10, 2019

Olga Aragón

Sobresalto, aturdimiento y miedo aunado a dolorosas quemaduras sufrió la senadora Citlalli Hernández Mora, cuando explotó en sus manos el libro-bomba de fabricación casera que parecía un obsequio de congratulación por su desempeño legislativo.

Afortunadamente, el atentado no causó estragos en la integridad física de la senadora del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). El caso es investigado por la Fiscalía General de la República.

Hasta ahí llega la noticia del inédito suceso del pasado 29 de mayo.

De los otros daños, los que entraña el atentado mismo, no existe media palabra. Gobernantes, dirigentes partidistas y líderes parlamentarios hacen como si no hubiesen visto las orejas del lobo tras la explosión que tampoco nombran por su nombre: atentado terrorista.

Nadie alerta sobre el hecho de que ese explosivo fue diseñado para que se activara justo en el momento en que la joven senadora de 29 años abriera el libro que estaba sobre el escritorio de su oficina. Es decir, que todo se planificó por parte de los autores del atentado para que la bomba explotara en el Senado de la República

Que haya sido un artefacto explosivo de hechura casera, no resta significado al acto terrorista. Quizá, incluso, fue calculado como un buscapié para ir midiendo reacciones en la clase política, en el partido gobernante y en la opinión pública.

El terrorismo es, por definición, el control de las personas (de sociedades y gobiernos cuando alcanza escalas más altas) a partir de actos violentos cuyo fin es infundir terror; de ahí la trascendencia de los mensajes de Twitter que de inmediato envió la senadora Citlalli Hernández cuando era atendida en el hospital:

“Me encuentro bien y fuerte. Condeno totalmente el acto violento e intimidatorio que sufrí en mi oficina, pero refrendo mi convicción de que la revolución de las conciencias y el cambio en este país se debe dar y se dará en forma pacífica”.

Y agregó:

“Sobre el incidente de esta noche, puedo decirles que se han tomado todas las medidas de seguridad necesarias y dejaremos que las autoridades competentes actúen sobre el caso”.

Acompañada de Martí Batres, presidente del Senado y Ricardo Monreal, líder parlamentario de su bancada, Citlalli Hernández dijo que los legisladores de Morena no se dejan intimidar, que seguirán realizando su trabajo convencidos de que “estamos en un momento histórico que requiere el esfuerzo de todos para hacer realidad la Cuarta Transformación del país”.

Citlalli Hernández es secretaria de la Comisión Anticorrupción, Transparencia y Participación Ciudadana en el Senado de la Republica, también es integrante de las comisiones de Derechos Humanos, Trabajo y Previsión Social, Juventud y Deporte, Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe.

¿Por qué enviaron el libro-bomba a Citlalli? ¿Quién la eligió como blanco del ataque? Las respuestas nos las debe el fiscal Alejandro Gertz Manero.

En tanto, prevalece el hermetismo sobre este caso de fuerte connotación política, porque no existe antecedente alguno de atentados terroristas contra políticos mexicanos.

La bomba-libro que estalló en manos de la senadora Citlalli Hernández es el primer atentado terrorista contra una figura política del gobierno de la Cuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En nuestro país, que es un escándalo mundial por la violencia criminal que alcanzó grado de epidemia de homicidios en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, los asesinatos de políticos han ido también aumentando, pero nunca ejecutados en actos terroristas.

En 2018 fueron asesinadas 34 mil 202 personas, el año más violentos en nuestro país. Entre las víctimas se encuentran 159 políticos, un 55% más que en 2017.

El informe anual del Indicador de Violencia Política, elaborado por la consultora Etellekt, destaca que 112 asesinatos ocurrieron dentro de la campaña electoral de 2018, mientras que los 47 homicidios se produjeron en la etapa de transición del 2 de julio a 30 de noviembre.

Pero el atentado contra la senadora Citlally Hernández, es diferente…Un caso donde se pueden verse las orejas del lobo.

En tanto la Fiscalía de Gertz Manero sale del hermetismo de la investigación e informa resultados, pudiera acercanos al conocimiento del perfil de los agresores, reflexionar sobre los temas en que la joven senadora de Morena ha puesto énfasis: la defensa de los derechos de las víctimas de violencia de género; los derechos de las personas lesbianas, gay, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI). Ella busca legislar para prohibir las “terapias de conversión” de personas de la diversidad sexual. También se ha destacado en la defensa del derecho al agua para la población de zonas marginadas. Asimismo, ha trabajado desde el Senado los problemas de competencia desleal en el comercio de la Ciudad de México.

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