Colectivo de organizaciones sociales en alianza con CEDH y Uni Unida arman un frente contra las detenciones arbitrarias de adolescentes y jóvenes que realizan corporaciones policiacas, principalmente la Municipal; son un atropello, advierten en campaña informativa que llevan a la vía pública
Ciudad Juárez – Usar rastas, tatuajes o la simple manera de caminar y de vestir son motivos para que agentes de la policía arresten a los adolescentes y jóvenes en la vía pública de la ciudad y los envíen tras las rejas atribuyéndoles cualquier cargo, incluso, la falta de respeto a la autoridad.
“Son detenciones arbitrarias, son un atropello a la libertad de los jóvenes y queremos frenarlas”, dice Laurencio Barraza, de ¡Tira Paro!, un colectivo de organizaciones que trabaja con jóvenes para interrumpir ciclos de violencia en Ciudad Juárez.
En alianza con la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) y Uni Unida, el colectivo integró un frente contra las detenciones arbitrarias. Unieron fuerzas para lanzar una campaña con la que buscan generar conciencia, dar orientación sobre qué hacer ante esas situaciones y combatir la problemática.
Carlos Casas, visitador de la CEDH en Ciudad Juárez, dice que los arrestos de muchos jóvenes no están fundados en ningún delito o falta administrativa, por lo que se busca alentar a las víctimas de estas acciones para que presenten su queja con la intención de documentar la situación en la localidad.
Es imposible documentar esta arbitrariedad de oficio porque cuando los jóvenes son trasladados a las estaciones de policías les atribuyen cualquier falta, como escándalo en la vía pública o faltas a la moral, y los jueces de barandilla le creen a la autoridad, indicó el derechohumanista.
Por ello, comenta Barraza, se lanzó la campaña para llamar a los chavos a que se sumen a este proyecto y a denunciar con nosotros cualquier acción que se considere irregular por parte de la policía, por medio de mensajes en redes sociales de Tira Paro o al teléfono 6124747.
“Queremos que quienes deben cuidarnos ya no nos violenten”, dice a su vez Giovanna Alarcón, estudiante de Sociología e integrante de Uni Unida, quien participó en la brigada informativa sobre detenciones arbitraras que se presentó este viernes a la comunidad.
Isabel, una mujer de 20 años, que trabaja con adolescentes del poniente, asegura que la han detenido por su aspecto.
Recuerda que hace unos meses caminaba junto a uno de sus compañeros, Mario, cuando agentes de una patrulla les marcaron un alto. “Nos detuvieron, nos revisaron, también a nuestro celular, y cuando nos arrestaban, unas mujeres que estaban en la calle cuestionaron a los agentes por su actuación y estos le respondieron: por qué se mete, míreles su aspecto, no se metan”.
Ambos son coordinadores de grupos juveniles de ¡Tira Paro!. Mario es maestro de artes plásticas e Isabel estudiante, pero por su aspecto y la zona donde viven son criminalizados. Llevan rastas, tienen tatuajes y usan piercing.
Su testimonio lo compartió Isabel mientras esperaba el cambio de luz en el semáforo del crucero de avenida De La Raza y Tecnológico, donde se apostaron el viernes durante la mañana para lanzar el mensaje de cese al abuso policiaco hacia los jóvenes y ofrecer orientación gratuita de qué hacer ante una detención arbitraria.
Lo que ocurre es una practica que fue la principal estrategia de seguridad de lo que se denominó la guerra contra el crimen organizado, en el sexenio de Felipe Calderón, que desgraciadamente sigue escalando a pasos preocupantes, dice Laurencio Barraza.
Asegura que, del análisis de la situación, destaca también el carácter recaudatorio de esos arrestos, ya que para ser liberados las familias de los jóvenes pagan multas cuyos montos varían según el día de la detención, de los 500 a los mil pesos.
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