Miguel Ángel Sosa
Twitter: @Mik3_Sosa
Ciudad de México – El tiempo es tan relativo que, para algunos, los seis meses que llevamos del actual gobierno se han pasado como un suspiro. Pero para otros en cambio, los días han sido lentos y largos. Todo depende si se está o no en el manto protector del nuevo régimen.
Los cambios estructurales afloran en las noticias de todos los días. Medidas a rajatabla que ponen en entredicho el status quo de lo que se supone estaba mal y debiera quitarse. La constante es el cambio en los dichos, en los hechos, en la agenda.
Con el pasar de los días, la legión del partido en el poder muestra que la unidad es una palabra corta y frágil que a veces no refleja del todo lo que pasa en la realidad. Dentro de MORENA hay muchos grupos que comienzan a moverse a distintos ritmos y hacia distintas direcciones.
Estamos a un año de la histórica elección que llevó a Andrés Manuel López Obrador al poder. A un año de que los mexicanos le dijeran no en las urnas al PAN y al PRI. Han pasado días y meses que para muchos son tan poco y para otros una eternidad.
A la vuelta de la página lo más representativo ha sido la reasignación del gasto. Se han priorizado temas propios y descontado aquellos que brillaban con distintos colores. En muchos, la medida para los recortes no ha sido la mejora sino un borrón y cuenta nueva.
La diferencia se nota, el cambio aún no tanto. Y es que si bien las primeras acciones de este sexenio han entrado como ariete para combatir la corrupción, la intermitencia en la agenda del gobierno ha restado impacto en la expectativa ciudadana.
Se esperaba cambios radicales en la manera de hacer las cosas, pero no que esos cambios fueron llamaradas de petate como la lucha contra el huachicol que hoy es un tema del pasado.
El inicio del sexenio tiene claroscuros que refuerzan la polarización. Los que están a favor defienden a ultranza que falta mucho y es necesario dejarlos trabajar. Enfrente están los opositores, que buscan en cada punto y coma un motivo para denostar hasta el mínimo movimiento del gobierno.
Hoy suenan lejanas esas palabras que convocaban a la unidad nacional. Parece imposible un escenario de suma de voluntades y mucho menos una iniciativa que busque ese objetivo. Durante mucho tiempo fue mantra el divide y vencerás, y por ello a nadie debe sorprender el resultado.
ENTRE TELONES. Ana Gabriela Guevara está a unos días de comparecer ante la Comisión del Deporte en la Cámara de Diputados. La medallista olímpica enfrenta un escándalo por corrupción que podría acabar con sus intenciones de convertirse en gobernadora de Sonora.