Tras el informe presidencial, el empresario de Grupo México concedió una insólita entrevista a Pie de Página. En 8 minutos, aseguró su compañía ya reparó el daño a las familias de Pasta de Conchos, que el derrame de la mina de Buenavista no contaminó el río y que las minas a cielo abierto modernas cuidan el ambiente
Texto: José Ignacio De Alba
Fotos: María Ruiz
Pie de Página
Ciudad de México – Poco se sabe sobre este hombre, a pesar de la relevancia que tiene: no solo es el segundo hombre más rico de México, sino que su empresa, Grupo México, es la minera más grande del país y la tercera productora de cobre más importante del mundo.
Sus apariciones en público son recientes y raras. A veces se le encuentra en el Hipódromo ganando con su cuadra San Jorge. Pero todo lo demás a su alrededor es un misterio, de acuerdo con los medios especializados en negocios.
Su nombre está ligado a dos tragedias: el peor desastre ambiental de la historia de México ocurrido en el Río Sonora (2014) y la explosión y derrumbe de la mina Pasta de Conchos donde 63 quedaron atrapados (2006).
Germán Larrea Mota Velasco tuvo un papel activo en contra de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador: pidió a sus más de 50 mil empleados votar con “inteligencia”, tras aclarar que “el modelo populista y la amnistía” no son la respuesta a los problemas del país. Además, financió una operación mediática contra el presidente, de acuerdo con una investigación de Eje Central.
Por eso es extraño verlo ahora en el informe presidencial, aplaudiendo el llamado del presidente a estar unidos para concretar lo que ha llamado la Cuarta Transformación de la República.
Apenas en julio de este año, Grupo México vertió en el Mar de Cortés ácido sulfúrico y el secretario de medio ambiente, Víctor Toledo, aseguró: “estamos ante una situación especial de un grupo industrial que repetidamente, 22 accidentes no es para menos. Cuando una compañía o industria con este currículum, con esta trayectoria, la Semarnat tendría la capacidad legal para la suspensión de la industria”. La empresa respondió unos días después y acusó a la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de mentir.
Larrea Mota Velasco ya asistió al informe de los 100 días de gobierno del presidente López Obrador. Ahora, se mantiene distante, cauto y solitario. No se mezcla con el guinda de Morena.
A diferencia de Carlos Slim, quien se regodea con secretarios de Estado y se toma fotos con quien se lo pide, Larrea no se ajusta en el círculo de empresarios favoritos de los invitados. Al final del informe, se retira solo.
Un par de reporteras tratan de entrevistarlo cuando pasa por la puerta de la sala de prensa y lo siguen hasta que se mete a un baño.
Más tarde, lo encontramos en los jardines del Palacio Nacional bajo la sombra de un árbol zapote, esperando a su equipo de seguridad.
— Buen día, soy Ignacio, periodista. ¿Le podría hacer algunas preguntas?
— ¿Qué temas? — responde, mientras comienza a caminar hacia la salida.
— ¿Qué le pareció el informe?
— Lo mismo que a ti.
— ¿Cómo?
— En otra ocasión con mucho gusto, ya di como 5 entrevistas.
— Yo vi que se escapó…
— Nombre, ahí di,
— De lo de Pasta de Conchos…
— Ya, también ya les dije.
—Pero dígamelo a mí. ¿Le parece viable o no?
Se detiene junto a la puerta y duda. El hombre de dos metros, piel blanca y nariz aguileña parece medir si es mejor aceptar la entrevista, salir a la calle donde está una muchedumbre o volver a la zona donde están los reporteros y fotógrafos de los que acaba de escapar.
— Bueno, mientras llegan por mí— dice por fin, y regresa sobre sus pasos a la sombra que le da el zapote.
Ahí, el magnate más esquivo de México dará a Pie de Página 8 minutos de entrevista.
— Mira de lo de Pasta de Conchos, el informe es muy interesante. Estamos trabajando, el sector privado junto con el señor presidente y el gobierno para mejorar el desarrollo. Por eso estamos aquí presentes. Por otro lado, el señor presidente designó a la Secretaría del Trabajo como responsable para ver los trabajos de Pasta de Conchos y del rescate. La empresa lo hizo durante 59 semanas, con 378 rescatistas, ustedes recordarán… y no pudimos. El propio gobierno dictaminó que era más riesgoso seguir trabajando, que no era posible. Hubo temperaturas, metimos cámaras con termómetros, se vió que no había vida. Dicho por expertos. Había mil 800 grados de temperatura durante varias semanas, contra un crematorio que tiene 800 grados durante algunas horas. En adición a eso hay aguas y hay ríos subterráneos, por la explosión están inundadas. Pero nosotros estamos cooperando en todos los sentidos, dando la información técnica, dando las facilidades…
— ¿Cree que hayan cambiado las condiciones para el rescate?
— No lo sé, la Secretaría del Trabajo es la encargada de esos trabajos. Ellos tienen la responsabilidad. Nosotros, como empresa, nada más estaremos dándoles información técnica de lo que se hizo. Por otro lado, en este lapso se educaron a todos los hijos de todos los trabajadores, se indemnizaron; sé que no lo es todo, pero es mucho más de lo que cualquier otro accidente… a todas las viudas y sus familias. Hicimos centros comunitarios que están presentes ahí, en apoyo de las viudas; siempre hay alguna excepción ahí, con algunos otros grupos de interés que tienen otros signos, que no sabemos. (Fue) un lamentable accidente, sucede en las minas de carbón de todo el mundo. Era una mina muy tecnificada, altamente ventilada y tecnificada.
— Las familias han dicho que las condiciones de la mina no eran buenas…
— En la mina se había invertido, y eso lo tiene presente la subsecretaría de Economía, el subsecretario de Minas. Era una de las minas más modernas y equipadas, tenía sistemas de ventilación importantísimos, sistemas de detección que te paraban con detectar 1.5. Es algo lamentable que sucede en muchas minas, vamos a darle todas las facilidades a la Secretaría del Trabajo y al señor presidente. Vamos a dar toda la información técnica, que está con grupos de trabajo y que se está evaluando y sabemos que es considerablemente difícil, haremos que todo funcione a bien. Pero yo creo que el responsable para saber lo que pasó y lo que pasará de aquí para adelante es la Secretaría del Trabajo. Ya terminaron de estudiar, creo que 147 hijos de los mineros fallecidos, y todos los apoyos se hicieron al respecto.
— En el caso del derrame de Buenavista del Cobre…
— Ustedes recordarán que el presidente (Enrique) Peña Nieto designó a la Semarnat como responsable de eso, a nosotros nos exigió que formáramos un fideicomiso y que lo fondearemos; fondeamos el fideicomiso con 2 mil millones de dólares. Se terminaron las labores de saneamiento, abastecimiento que determinó el propio gobierno. Nosotros pagamos ese dinero y se nos regresó, en el orden de 50 o 70 millones de pesos que no se utilizaron y se dio por concluido. En adición de eso, ustedes pueden constatar, acabamos de terminar la carretera, junto con el gobierno del estado, toda la carretera que va por todos los pueblos del río que estaba desecha o abandonada. Ahorita me acaba de felicitar la gobernadora, que quedó espectacular y que va a traer mucho beneficio a la zona, para el comercio, para la actividad económica y para el uso social de los pobladores.
—¿Por qué entonces hay ese descontento de los pobladores?
— Recordemos que se ensució, no se contaminó. Los medios los hicieron grande, por los motivos que hayan tenido. Pero ¿vimos algún pájaro muerto, algún pez o algún animal en 200 kilómetros de río? Absolutamente ninguno. El río se ensució, no se contaminó. Es diferente. Se hizo la remediación, que es limpiar el río, los cauces de metales pesados, las posibles afectaciones y apoyar a la población que tuvo algunas afectaciones, pero sobre eso lo hizo a través del fideicomiso la Secretaría de Medio Ambiente.
—¿Diría que exageran?
— No lo sé… hubo una derrama importante que se hizo a los pueblos mineros y pues me imagino que están buscando nuevos apoyos. Yo creo que más bien es por Desarrollo Social que por la afectación del río, pero eso lo determinará el propio fideicomiso y la Secretaría de Medio Ambiente. No dejen de checar todo lo que ha hecho Grupo México en labor de medioambiente, recuerden que la minería es desde 1900 o antes y eran plantas donde el medioambiente ni siquiera era una prioridad.
— Ahora son minas a cielo abierto…
— Hoy todas las plantas son modernas y de alta tecnología, que cuidan el medioambiente. La minería ha sido el polo de desarrollo de México, y se cuida, se hacen los impactos ambientales, los estudios y los impactos sociales para que tengan mejor desarrollo. Obviamente se regeneran y se restituye todo. Esos tajos a cielo abierto… es lo mismo, usted tiene esta montaña que rellena el plato y luego vuelve a revegetar el cráter. Recuerde que sembramos uno de los viveros más grandes en el país: 5 millones de árboles anuales y los sembramos todos los años. Cuatro a uno, o hasta 20 a uno.
— Pero no se pueden reutilizar esas tierras.
— Es que ninguna de esas tierras es de sembrado. Estamos en las montañas, y en las montañas no hay vida agrícola.
— La vida silvestre no se puede regenerar
— Claro que se regenera y con creces, pero por supuesto y los invito a que vayan.
— ¿Y por qué cree que hay países que prohíben la minería a cielo abierto?
— Porque les hace falta un poco de cultura industrial… bueno, me tengo que ir— dice a modo de cierre.
A pesar de que el magnate ha sido durante décadas uno de los hombres más poderosos del país, su imagen no era de conocimiento público. Apenas en sexenio pasado, después del derrame en Buenavista del Cobre, se dejó fotografiar con el entonces presidente Peña Nieto; desde entonces aparece cada vez más en público. Y no da entrevistas.