Juan de Dios Olivas
Apuntes Políticos
Ciudad Juárez –Como en la Ley de Herodes y al estilo del viejo PRI, el régimen panista se impuso en el Congreso del Estado de Chihuahua designado presidente de la mesa directiva y arrebatando la Junta de Coordinación Política (JuCoPo) a la oposición. Ambas les correspondían.
Como en la película protagonizada por Damián Alcázar, hubo de todo. Le arrancaron hojas a la Constitución y las leyes que de ahí emanan.
Conspiraron, intrigaron, traicionaron y utilizaron al desaparecido Partido Encuentro Social, conocido ya como PES fantasma, para sus fines. Al final lograron que hasta el diputado Rubén Aguilar, del Partido del Trabajo, cediera la JuCoPo al panista Fernando Álvarez Monje.
Como presidente del Congreso, el 30 de agosto fue impuesto el diputado René Frías como presidente de la mesa directiva en medio de cuestionamientos por la legitimidad de su propuesta que aparentemente no reunió el requisito de haber sido planteado formalmente tres días antes de la votación. Y es que la JuCoPo no logró ponerse de acuerdo para aprobar al nuevo presidente del Congreso, lo que desató una confrontación entre las fuerzas políticas.
En contra de Morena, fue propuesto René Frías, del Partido Nueva Alianza, aun sin tener bancada.
El nuevo presidente fue una propuesta de la diputada Rocío Sarmiento, lo que fue aprobado por el PAN, PRI, Movimiento Ciudadano, Verde y el PANAL, mientras que el PES fantasma, encabezado por Misael Máynez, se abstuvo, y en el caso de los diputados de Morena, no estuvieron presentes.
Los diputados eligieron una mesa directiva que violentó la normatividad, al no convocarse tres días antes y se acordó de manera irregular una planilla de mesa directiva, sin el consenso de las fuerzas políticas ni una convocatoria legal. Se violentó la Ley Orgánica al rechazar que Morena presida la mesa directiva cuando es la segunda fuerza política, argumentaron los legisladores de ese partido.
En este sentido se realizó la votación donde se obtuvieron 23 votos a favor de los diputados del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano, PVEM, Nueva Alianza, y el extinto PES, mientras que votaron en contra los diputados de Morena y PT.
Al instalar se la mesa directiva quedo conformada así: Presidencia, René Frías Bencomo (Nueva Alianza); Primera vicepresidencia, Luis Aguilar (PAN); Segunda vicepresidencia, Omar Bazán (PRI); Primera secretaría, Rocío González (PAN): Segunda secretaría, Lorenzo Parga (Movimiento Ciudadano); Primera prosecretaría, Marisela Terrazas (PAN); Segunda prosecretaría, Ana Estrada (Morena); Tercera, Anna Elizabeth Chávez (PRI independiente).
Llamó la atención la postura de la legisladora Ana Estrada, al alinearse con la mesa directiva rechazada por su partido.
Los amagos de recurrir a recursos jurídicos no faltaron. Morena recurrió al amparo pero fue desechado.
Un segundo capítulo cargado nuevamente de intrigas, traiciones y más divisiones, se registró la semana que culminó en la que se generaron dos presidentes de la Junta de Coordinación Política, uno Rubén Aguilar elegido el 10 de septiembre y otro, Fernando Álvarez Monge apoyado por el gobernador del Estado, Javier Corral Jurado, que sin contratiempos promulgó el sábado14 de septiembre en el Periódico Oficial del Estado la designación del panista. Con su firma avaló un mecanismo sin consenso, antidemocrático que de no dejó más dudas y se puede afirmar que el actual gobernador esta imitando a su antecesor César Duarte.
Lo más bizarro fue que el decreto contenía los nombramientos de los integrantes de la JuCoPo y después este órgano citó a sesión para validarlos, pero más lo fue la clara traición del diputado del Partido del Trabajo, Rubén Aguilar, nombrado presidente de la JuCoPo por Morena y el PRI a quienes dio la espalda.
En la capital, las versiones del cambio de postura de Aguilar son bastas, algunos señalan que fue amenazado con su expediente, la gruesa nómina que tiene en el mismo Congreso y en dependencias de gobierno, en fin, aseguran que le hicieron manita de cuerpo. Otros nada más que le untaron las manos. Al final quedo como vicepresidente de la JuCoPo.
Con ello, se cerró un capitulo el fin de semana, pero se abrirán otros que amenazan con convertir al Congreso del Estado de Chihuahua en un ring donde asuntos que requieran la mayoría calificada, es decir las dos terceras partes de los diputados quedarán en el aire, a menos que el panismo cada vez más parecido al duartismo, aplique nuevamente la Ley de Herodes al estilo de la vieja escuela del exgobernador.