Juan de Dios Olivas
Apuntes Políticos
Desde el 2008 cuando la violencia se apoderó de las calles de Ciudad Juárez convirtiéndolas en verdaderos campos de batalla, donde el tableteo de metralletas, disparos de todo tipo de armas, incluyendo un atentado con coche bomba, incendios de negocios, con saldo de miles de víctimas asesinadas, dos elementos están presentes e impiden que la paz vuelva a esta frontera. Se trata de la impunidad y la corrupción.
La primera alentada por el abandono en el que se encuentra la Fiscalía de Distrito Zona Norte y la misma Fiscalía General de la República, mientras que la segunda crece por muchas aristas que involucran desde al policía preventivo, hasta los mandos y gobernantes en turno por omisión, incapacidad o complicidad en distintos grados.
De esto último, para nadie es un secreto que muchos agentes forman parte de un bando u otro, mientras que el combate a la inseguridad se centra en el narcomenudeo y cargamentos de drogas de gran cuantía cruzan por las calles de Ciudad Juárez y en ocasiones son asegurados en El Paso, Texas. La pregunta es ¿Cuándo fue la última vez que se decomisó un cargamento de cocaína en la frontera?
Quizás desde la época de Elías Ramírez no ha habido alguno. Solo juntan toneladas de papelitos de dosis y bultos de mariguana que son quemados, mientras que en la vecina ciudad son comunes los aseguramientos de carga de 55 kilos de cocaína.
Pero volviendo al tema de la Fiscalía de Distrito Zona Norte que dirige el fiscal Jorge Nava, encargado de procurar justicia para las víctimas, aunque ese objetivo no lo cumple porque desde su nombramiento no le dan los recursos que requiere.
Nada más en la Unidad de Delitos contra la Vida, quizás la más sentida en estos tiempos de violencia, cuenta con 20 elementos para investigar cientos de casos, de acuerdo con las cifras que ofrece la periodista Luz del Carmen Sosa el sábado 28 de septiembre en las páginas de El Diario de Juárez.
Insuficientes para resolver los más de mil 100 casos de homicidios registrados nada más del primero de enero del 2019 a la fecha. El resultado habla por sí sólo y es destacado por la Mesa de Seguridad y Justicia Ciudadana: En 2018 hubo mil 247 asesinatos en la frontera y en contraste, la Fiscalía logró 114 sentencias, mientras que en el 2019, en el primer semestre fueron 89. El mismo organismo ciudadano destaca que este año hay una efectividad del 12 por ciento, más alta que en muchas ciudades del país, pero que queda a deber a los juarenses.
Así fueran el doble de los agentes investigadores, la Fiscalía seguiría igual de rebasada. No solamente está obligada a investigar los crímenes frescos. También debe atender los casos que no han prescrito y de estos hay miles. Nada más entre 2008 y 2018, Juárez sumó en ese período 12 mil 849 asesinatos, de acuerdo con el “Reporte sobre Crimen Organizado y Violencia 2019” difundido por el centro de investigación Justice in México, basado en la Universidad de San Diego.
Para despresurizar la presión social, en la administración de José Reyes Baeza se recurrió a lo infame de cargar hasta 300 casos de homicidio a cuánta persona acusada de sicario atrapaban. Así archivaban cientos de carpetas de investigación dejándolas impunes. La actual administración recurre a normalizar la violencia y una de sus estrategias preferidas es filtrar todo antecedente penal o negativo de las víctimas apenas son ejecutadas, mientras los asesinos escapan. Casi podría decirse que hay una excelente coordinación con los pistoleros, pero quítele el casi en muchos casos.
En ese contexto, las mismas instalaciones de la Fiscalía en el eje vial Juan Gabriel datan de los tiempos de gobierno de Francisco Barrio. Poco han crecido desde entonces, solo se recuerda la inversión que se realizó por orden de la exprocuradora Patricia González, para adaptarla al nuevo sistema de justicia oral. Del número de investigadores, insuficientes a todas luces.
De la Fiscalía General de la República es obvia la inactividad en contra de los principales grupos criminales. Prácticamente funciona como barandilla para recibir consignaciones de otras corporaciones policiacas.
En ese contexto, este lunes Javier Corral Jurado, presenta el Plan Especial Juárez diseñado para recuperar la paz, el mismo que se acordó con el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo del Gobierno Federal sobre quien están puestas las esperanzas de que funcione porque del Gobierno estatal esta rebasado, sólo hay falta de recursos, impunidad, corrupción y politización del tema.
Por eso, será destacable si se incluye en ese plan, el reforzamiento de la Fiscalía de Distrito Zona Norte con más recursos y elementos y más aún, si contempla la depuración en sus filas. Por igual se requiere una limpia urgente en la Comisión Estatal de Seguridad (CES) que institucionalmente nada de muertito en el noroeste y muchas regiones de la entidad donde conviven con quienes deberían combatir. De eso la ciudadanía tiene muchos testimonios.
En esa limpieza podría ayudar el Plan Nacional de Depuración de Cuerpos Policiacos, puesto en marcha a finales de agosto en los municipios de Guaymas y Empalme, en Sonora por el secretario Durazo consiste en someter a pruebas de confianza a los agentes preventivos y sustituir aquellos que no las pasen con elementos de la Guardia Nacional.
La estrategia federal bien podría funcionar en Juárez en las corporaciones preventivas, más no en la Fiscalía que requiere otro tratamiento para ponerla a funcionar y que cumpla su objetivo de procurar justicia a las víctimas, principalmente requiere más recursos, necesarios para combatir la impunidad y la corrupción, los principales factores que alientan la violencia en esta ciudad. De lo contrario será una guerra perdida.
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Juan de Dios Olivas. Periodista en Ciudad Juárez, Chihuahua donde ha realizado su trabajo periodístico por espacio de dos décadas para El Diario de Juárez, Norte de Juárez, la Organización Editorial Mexicana (OEM) y el grupo radiofónico Nueva Era. Cuenta con estudios de historia por la UACJ, actualmente edita el portal digital Apuntes Políticos.