Texto: Marlén Castro
Fotografía: Angie García
Amapola Periodismo
Guerrero –Oscar Hernández Romero, activista y trabajador despedido de la empresa minera Media Luna, instalada en Nuevo Balsas, no aparece desde la noche del martes 23 de septiembre y la autoridad no ha emitido ninguna alerta por su desaparición. No hay policías buscándolo.
El ex trabajador de la filial mexicana de la empresa canadiense Torex Gold es una de las víctimas de la violencia registrada en el mes de septiembre del 2019, mismo que el gobernador Héctor Astudillo Flores presumió como el menos violento de los últimos ocho años.
En Guerrero, para los hombres mayores de 18 años que desaparecen no existen protocolos de búsqueda. No se emiten alertas inmediatas. La esposa e hija de Oscar suman hoy 13 días sin conocer su paradero.
La desaparición forzada de Oscar Hernández
Alrededor de las nueve de la noche del martes 23 de septiembre, Oscar Hernández se despidió de su esposa e hija en Nuevo Balsas, en donde la empresa canadiense Torex Gold extrae oro y plata. Se iba a Real de Limón, otro pueblo del municipio de Cocula, a 20 minutos de distancia.
Oscar Hernández forma parte de un colectivo de 200 ex trabajadores que en 2017 demandaron a la Torex Gold ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje por despido injustificado.
En Nuevo Balsas, Real de Limón y la Fundición, pueblos cercanos a la mina, han asesinado a otros tres trabajadores, a los hermanos Víctor y Marcelino Sahuanitla Peña y Quintín Salgado Salgado.
“Trabajadores de la empresa que se opusieron a continuar siendo explotados por la empresa y el sindicato de la CTM”, indicó la Red Mexicana de Afectados por la Mineria (REMA), organización que denunció la desaparición de Oscar Hernández.
La zona es un territorio controlado por el grupo del crimen organizado conocido como Guerreros Unidos, señalados de desaparecer junto con policías municipales a los 43 normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, el 26 y 27 de septiembre del 2014.
Además de los tres trabajadores asesinados también fueron desaparecidos los hermanos Víctor, Miguel y Modesto Rebolledo Salinas, miembros del ejido Real del Limón, también privados de su libertad en el contexto del conflicto con la minera canadiense.
Los trabajadores mineros pararon labores y cerraron la mina en 2017 para exigir mejores condiciones laborales y derecho a formar parte de la organización sindical de su preferencia, ya que la afiliación a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) era obligada.
Durante el paro asesinaron a los hermanos Víctor y Marcelino Sahuanitla Peña y a Quintín Salgado, líderes del movimiento.
Después de los asesinatos la empresa ordenó un desalojo de los trabajadores y reinició labores.
Desde entonces, los accesos a los tres pueblos son vigilados por integrantes de un supuesto grupo de policías comunitarios, controlado por el grupo Guerreros Unidos, quienes controlan la entrada y salida de cualquier visitante.
La REMA indica en el comunicado en el que denunció la desaparición de Oscar Hernández que el crimen organizado opera abiertamente para la empresa Torex Gold.
Oscar Hernández salió de la casa de su esposa en Nuevo Balsas rumbo a Real de Limón alrededor de las nueve de la noche pero nunca llegó a su destino.
Al día siguiente, familiares denunciaron la desaparición en el Ministerio Público de Iguala, pero a pesar de los días transcurridos la autoridad no ha emitido la alerta por la desaparición ni ha apoyado las labores de búsqueda realizadas por familiares y amigos desde el 25 de septiembre.
Esta parte de la entidad en donde hay minas explotadas por empresas canadienses es una de las zonas más violentas del estado.
Hay menos violencia: gobernador Astudillo
El dolor que vive la familia de Oscar en Nuevo Balsas, municipio de Cocula, en la región Norte del estado, contrasta con la satisfacción con la que el gobernador anunció la baja en el número de homicidios, estadística con la que los especialistas miden la violencia en una ciudad.
De acuerdo con las cifras difundidas, que el gobierno del estado retomó del periódico Milenio, septiembre cerró con 87 homicidios, casi 50 por ciento menos al mismo periodo del año anterior, cuando se registraron 172 homicidios. En este septiembre del 2019, los asesinados fueron 80 hombres y siete mujeres.
Acapulco, de acuerdo con estas cifras, también tuvo en septiembre el mes menos violento de los últimos diez años.
El recuento mensual que publica el periódico El Sur realizado por el reportero Luis Blancas indica que en el mes en mención fueron asesinadas 103 personas, 11 menos que en agosto. El recuento de Blancas indica una suma de 1,179 asesinatos en lo que va del año, 318 menos que al mismo periodo del 2019, cuando ocurrieron 861 asesinatos.
De acuerdo con el Semáforo Delictivo Guerrero, una página elaborada como resultado de un proyecto social ciudadano para la paz en México, cuya estadística se elabora con base a denuncias ciudadanas, en Guerrero durante el mes de agosto ocurrieron 135 homicidios, cinco secuestros y 21 violaciones sexuales.
Dos menores y tres mujeres adultas desaparecieron según alertas Ámber y Alba
Este septiembre la alerta Ámber se activó ocho veces, y sólo seis menores fueron localizados, mientras que el protocolo Alba, cuando desaparecen mujeres mayores de 18 años, se echó a andar tres veces, pero ninguna apareció.
Gloria Estefani Campos Ávila, de 17 años, no regresó a su casa desde el 2 de septiembre. La alerta se activó dos días después. De acuerdo a la página de la Fiscalía General del Estado (FGE), Gloria Estefani se perdió en Mochitlán, Guerrero, en la zona Centro del estado. Es rolliza, morena, pelo lacio.
Al igual que Gloria Estefani, no aparece Julián Crescenciano Vicente, de 16 años, quien fue visto la última vez en Chichihualco, de donde es originario, el 20 de septiembre, también del 2019. Es delgado, moreno, cabello lacio, cicatriz debajo de la ceja derecha.
No ha regresado a casa y por ello se activó el protocolo Alba Diana Abigail Gutiérrez Jiménez, de 20 años. Diana es de Acapulco, puerto en el que desapareció el 27 de septiembre.
Ella es de 1.60 metros, 55 kilos, pelo castaño largo y lacio.
Irazema López Pérez, de 46 años, también de Acapulco, desaparecido desde el 6 de septiembre. Ella es de 1.57 de estatura, 60 kilos, pelo castaño y ojos verdes.
Herminia Santiago Marcelino, de 77 años, es otra mujer desaparecida. Aunque sus familiares dejaron de verla desde el 22 de julio del 2019, el Protocolo Alba se activó hasta el 11 de septiembre. Se perdió en Xalpatlahuac, municipio de Tecoanapa, en la Costa Chica. Es de 1.60 de estatura, 55 kilos, pelo lacio, largo y cano.