Chihuahua –Por solicitud de la empresa canadiense VVC Exploration Corporation, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) prepara un informe que determinará la viabilidad del permiso para el desarrollo del proyecto denominado Samalayuca Cobre.
En este proceso participaron cuatro arqueólogos del INAH en Chihuahua, quienes recorrieron la zona para realizar un inventario a los bienes culturales y petrograbados que se encuentran en el desierto de Samalayuca.
En entrevista telefónica, el delegado en Chihuahua Jorge Carrera Robles explicó que la mina ya existe, por lo que el diagnóstico se basa en las adecuaciones que tiene planeada la empresa para su reapertura y operación.
Dentro del informe se determinará el impacto de una primera propuesta que realizó la empresa canadiense para la ubicación de caminos, yacimientos, la operación de un molino y las áreas de almacenamiento en un predio de aproximadamente 40 hectáreas que tienen en concesión.
No obstante, los Médanos de Samalayuca fueron Declarados como Área Natural Protegida con el carácter de Área de Protección de Flora y Fauna desde el 5 de junio de 2009, fecha en la que se publicó el decreto en el Diario Oficial de la Federación.
Con ello, se establece que el uso del espacio debe estar enfocado a la protección, conservación e investigación de la flora y fauna del lugar que, además, cuenta con más de 500 sitios arqueológicos y más de mil petrograbados.
Sin especificar una fecha, el delegado adelantó que el diagnóstico está por concluirse y en un par de semanas se dará a conocer la postura del Instituto ante el proyecto que ha desatado varias protestas en tanto en ejido de Samalayuca como en Ciudad Juárez.
“La postura del INAH será el comunicado a la empresa sobre la base que solicitó, qué recursos naturales hay ahí por si decide hacer el trámite del permiso, se conozca si no se podría o si se podría y bajo qué circunstancias, es más a nivel de asesoría”
Medios de comunicación de la frontera han documentado que la inversión para este proyecto sería de 4 mil millones de dólares y consistiría en una mina a cielo abierto para extraer cobre.
La noticia ha desatado el descontento de la sociedad civil, ejidatarios y académicos, quienes han advertido sobre los daños que el yacimiento puede provocar en el medioambiente.