El encierro obligado para prevenir contagios por el Covid19 incrementa el riesgo de muchas mujeres que viven violencia intrafamiliar. Por eso la Red Nacional de Refugios lanza una campaña para responder
Texto: Dalia Souza / ZonaDocs
Fotos: Mónica González / Archivo Pie de Página
Sin restar importancia a la contingencia de salud por el Coronavirus, Wendy Figueroa, Directora General de la Red Nacional de Refugios, advierte: Es vital no invisibilizar las violencias machistas. Esta es “una pandemia nacional que arrebata la vida a 11 mujeres diariamente en México”.
Por ello, explica, es fundamental mirar de manera transversal las medidas de salud y contención social para prevenir la propagación de este virus. Siempre desde un enfoque de género y de derechos humanos, e incluso hasta de interculturalidad. Se debe reconocer que esta contingencia trastoca los grupos socialmente vulnerables: niñas, niños y mujeres. Y estos, en su mayoría están siendo invisibilizados por el Estado.
Esto es lo que busca la campaña “Aislamiento sin violencia. ¡No estás sola!” diseñada por la Red Nacional de Refugios. La idea es generar una reflexión más profunda, desde la sociedad hasta las instituciones de gobierno, para que las estrategias, medidas y decisiones que surjan sean diseñadas trasversalmente. Además, que no se minimice una pandemia también nacional, como lo son las violencias machistas.
La otra pandemia
Wendy dice que “no podemos minimizar la pandemia en la que se han convertido las violencias machistas, por algo que sí tiene cura”. La primera, hasta el momento, mantiene un mayor índice de mortalidad y depende de una política de Estado presupuestaria hasta ahora irresuelta.
Por esta razón, la campaña “Aislamiento sin violencia. ¡No estás sola!” diseñada durante el contexto de contingencia de salud por el coronavirus, también parte de este enfoque transversal. Esta reconoce que frente a las medidas tomadas por el Gobierno Federal sobre la suspensión de clases y el aislamiento social, se estaba invisibilizando las implicaciones que éstas tendrían sobre la salud física, la estabilidad emocional, la independencia, el descanso e, incluso, la vida de las mujeres.
Al respecto, relata Wendy Figueroa, si bien esta política que se implementó busca disminuir la epidemia, “se invisibilizó el tema de cuidados.” Y es que, señala, no hay que olvidar que “socioculturalmente la carga del cuidado de nosotras y nosotros recae sobre las mujeres”. Aún más, advierte, porque durante 2019 se eliminaron las estancias infantiles y aún no existe un sistema nacional de cuidados.
La campaña se trata, explica: “de una serie de estrategias emergentes no pensadas y no mirando el impacto colateral que tienen para las personas”. En el caso de las mujeres, argumenta la Directora General de la Red Nacional de Refugios, esta situación se vuelve un tema de riesgo y hasta de vida. Quienes trabajan acompañando a víctimas de la violencia saben que la convivencia constante con el agresor incrementa el estrés y los conflictos. A ello se suman los espacios familiares donde puede existir hacinamiento o sin un lugar para la recreación. Ambos escenarios son un “caldo de cultivo para el estrés, la ansiedad y la violencia”.
Recomendaciones para mujeres
Las medidas buscan que las mujeres prevean situaciones de riesgo y violencia dentro de sus espacios familiares, “antes de que exista una orden de confinamiento o aislamiento social definitivo”. Sin embargo,, aunque ésta llegase a existir, resulta vital que sepan que pueden denunciar, pedir ayuda o salir del espacio donde están siendo violentadas.
Las cinco medidas contemplan:
1. Identificar situaciones de riesgo o violencia a través de comentarios de la persona agresora y contactar a la red familiar de ayuda. O, en su defecto, a los teléfonos de la Red Nacional de Refugios.
“Esto es muy importante porque desde que se lanzó la campaña hay mujeres que nos llaman y nos dicen: “Estoy preocupada, porque me dijo: “qué bueno que ahora ya voy a estar en la casa, porque ya no voy a tener pretextos para salirme y para no hacer lo que me corresponde”.
2.Crear redes solidarias de apoyo vía servicios de mensajería instantánea –WhatsApp o Telegram– con tres personas de confianza para establecer códigos de ayuda en caso de necesitarla. Por ejemplo, para que determinados iconos o emoticones puedan significar: llamar a una patrulla, acudir al domicilio a ofrecer apoyo o realizar una llamada.
3.No minimizar las violencias dentro de la contingencia. Aunque no se presenten episodios de violencia física o sexual durante el aislamiento, es importante no olvidar que “en cualquier momento algo podría detonar el evento violento”; por ello, se recomienda estar alejada de lugares dentro de la casa donde existan objetos que puedan dañarte.
4.Reconoce los sentimientos que te provoca esta situación. A decir de Wendy Figueroa, este contexto de aislamiento puede generar “miedo, estrés, incertidumbre”; en estos casos, invitan a llamar a los teléfonos de la Red para que te brinden contención emocional.
5.Busca apoyo en la primera oportunidad y sal del lugar donde estás siendo violentada, aun cuando exista un toque de queda u orden de aislamiento social definitivo. Para ello se recomienda tener una bolsa con pertenencias y documentos lista, así como, un lugar identificado a donde puedas acudir para recibir ayuda.
Recomendaciones para la sociedad
Se invita a que la comunidad se sume a la campaña y sea portavoz de una cultura real y manifiesta de cero tolerancia a la violencia contra las mujeres. Desde la experiencia, explica, “cuando ocurre un feminicidio, es común que los vecinos salgan a decir: “yo sí escuché golpes”, “yo escuché gritos” sin embargo, “no hizo nada porque pensó que era una u otra pelea, nada más”; por ello las medidas que se proponen incluyen:
1.“No es una pelea más”. Si presencias una situación de violencia o escuchas gritos o golpes en la domicilio o departamento contiguo, llama a la policía para que acuda a ofrecer ayuda, o haz una denuncia anónima.
2.Si como mujer tienes el privilegio de cumplir con la medida del aislamiento social y no te encuentras en un entorno violento, la Red Nacional de Refugios invita a “ofrece a tus amigas o familiares que deben continuar con sus actividades diarias, a cuidar a sus hijas e hijos”.
3.Si conoces a alguna mujer que está siendo víctima de violencias o se encuentra dentro de una relación violenta, hazle saber que ¡No está sola!, ofrécele información o consejos que puedan ayudarla, así como, los datos de contacto de la Red Nacional de Refugios donde podrán brindarle acompañamiento y contención emocional.
Sobre el deber del Estado mexicano
Para la Red Nacional de Refugios y su directora general, el Estado Mexicano debe mirar “la problemática del coronavirus desde una transversalización de los derechos humanos y la perspectiva de género”. Que contemple también la situación en la que se encuentran los servicios de atención, cuidado y protección en el país. Y es que estos se encuentran rebasados o han sido cerrados como parte de las “medidas sanitarias”.
Han documentado que diferentes albergues y centros de atención y procuración de justicia en el país han entrado en cuarentena y no permiten el ingreso a más personas, sin importar su situación.
“Nos han dicho que los albergues entraron cuarentena y no van a permitir que ninguna otra persona entre, sea migrante, tercera edad o mujeres víctimas de violencia”.
También que en los estados y municipios, los servicios van a disminuir, advierte Wendy.
“Si de por sí el acceso a la justicia para las mujeres es sumamente complejo, con esta situación de contingencia se hace más difícil que las mujeres accedan a estos servicios”.
Por esta razón han propuesto acciones para el Estado Mexicano, que contemplan:
1.Establecer un plan de actuación para mujeres víctimas de violencias, reconociendo que la situación de aislamiento social puede incrementar las violencias, debido a perfiles violentos o adicciones. Este plan debe incluir mínimamente:
Una línea de atención telefónica a mujeres víctimas de violencias que conecte directamente con servicios de emergencia y policiales.
Un sistema de alerta por mensajería instantánea. Así las mujeres que se encuentren en una situación de riesgo domiciliario pueden pedir ayuda y enviar su geolocalización a instancias de seguridad.
Poner en operatividad todas las casas o espacios de emergencia que por decreto todos los Centros de Justicia para las Mujeres deben contar. No sólo por un periodo de tres días como marca la norma, sino por 14. Este es el periodo para detectar posible contagio, y después canalizarles a un refugio o albergue.
Al respecto, señala, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) no se ha pronunciado para adaptar estos espacios. A pesar de en el país hay menos de 100 refugios y no se dan abasto. Incluso, invita a que, como lo declaró en su momento la secretaria Gobernación, Olga Sánchez Cordero, las escuelas se adapten temporalmente como refugios o albergues. Éstos podrían ser usados por mujeres y personas víctimas de violencia en este periodo de contingencia.
Antes de la contingencia la Red mantenía un promedio diario de 50 llamadas y 80 mensajes directos para atención y orientación; luego de la campaña “Aislamiento sin violencia. ¡No estás sola!” las solicitudes de ayuda y contención se duplicaron a 100 llamadas y 160 mensajes diarios. Incluso, tuvo que abrirse un correo electrónico para la atención en casos de orientación jurídica.
Cómo pedir ayuda
La Red Nacional de Refugios cuenta con una línea telefónica a la que puedes llamar para recibir ayuda, acompañamiento y contención emocional ante situaciones que atenten contra tu vida y seguridad.
Los números de contacto son: para la Ciudad de México el 56749695 y para el resto de la República el 8008224460. Aunque, también puedes escribir a las redes sociales de la organización; búscales en Twitter como: @RNRoficial; en Facebook: Red Nacional de Refugios AC; y en Instagram: @redrefugiosmx.
Quiénes son la Red Nacional de Refugios
La Red Nacional de Refugios es una organización civil sin fines de lucro con 20 años de experiencia. Comenzó como una iniciativa para articular acciones y representar los refugios para mujeres en el país. También para marcar el camino de una política pública inexistente en México, en esa época.
Posteriormente, participaron en la creación, incidencia y monitoreo de instrumentos jurídicos y legislativos nacionales e internacionales. Por ejemplo, el diseño del Modelo Oficial de Refugios del Instituto Nacional de las Mujeres (INMujeres) y la Norma Oficial de Refugios, de la cual se espera pronto sea publicada.
En los últimos seis años dan atención integral, personalizada y de acompañamiento; tanto vía telefónica como a través de redes sociales para mujeres en contextos de violencia de género o intrafamiliar en el país; así como, a generar protocolos de seguridad y a acompañar a las víctimas de las violencias machistas a través de esta red de refugios.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Zona Docs que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.