Opinión

Del BOA, tepocatas y víboras prietas




junio 13, 2020

Un documento anónimo reveló un nuevo complot para derrocar al actual gobierno en 2022. La denuncia desató la furia de algunos en redes sociales. Más allá del documento, la revelación desnuda la estrategia de gobernadores, intelectuales, empresarios y periodistas para derrocar, en 2022, al presidente Andrés Manuel López Obrador

Alberto Najar
Twitter: @anajarnajar

Cuando era candidato Vicente Fox Quesada solía patear figuras de ratas en sus mítines mientras prometía, a gritos, sacar del poder a las “alimañas, tepocatas y víboras prietas”.

Con su histrionismo pero sobre todo por el hartazgo de millones de personas del viejo sistema priista, Fox se convirtió en presidente. 

Pero nunca cumplió su promesa, al contrario. En su gobierno no sólo mantuvo a las sabandijas que ofreció desterrar sino que incorporó a otras nuevas.

Algunos de esos especímenes gobernaron después. Otros se favorecieron del perfil pro empresarial que caracterizó a la administración del “amigocho” guanajuatense.

Varios fueron clave para impedir que a Andrés Manuel López Obrador se le reconociera su triunfo en la elección presidencial de 2006.

Y luego, en los comicios posteriores, apoyaron sin tapujos al candidato del partido que habían ayudado a derrotar. 

Veinte años después la herpetología une de nuevo a esta fauna. El presidente López Obrador presentó un documento que contiene un supuesto plan para arrebatarle la mayoría de la Cámara de Diputados en la elección intermedia de 2021.

Es la primera aduana en el camino para derrocar al mandatario en el referéndum presidencial de 2022.

La estrategia que detalla el documento, llamado “Rescatemos a México”, menciona la creación de un Bloque Amplio Opositor (BOA) donde participarían gobernadores, empresarios, periodistas, intelectuales, académicos y organizaciones civiles.

Todos con el mismo propósito: eliminar a la 4T a partir de derrotar al Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, el partido en el poder.

(Una especie de bloque que, Arturo Cano dixit, se podría llamar Todos Unidos contra Morena, el TUMOR).

Desde el primer momento López Obrador reconoce que no se sabe el origen del documento entregado, dice, de forma anónima en Palacio Nacional. 

Es uno de los elementos en la tormenta que causó su difusión. Muchos, en redes de internet, creen que el plan presentado en una conferencia de prensa mañanera es falso.

Algunos inclusive hablan de una estrategia electoral de López Obrador, una forma de identificar con nombre y apellido a los adversarios que pretenden crear ingobernabilidad en el país.

Falso o no, lo cierto es que la estrategia y personajes revelados en el documento son reales. Muy reales.

Desde el 2 de julio de 2018 existe un desesperado intento de organizar un frente opositor a la histórica fuerza electoral que llevó a López Obrador a la presidencia de México.

Ha sido muy evidente en los últimos meses, cuando en la emergencia sanitaria y económica más grave desde la Segunda Guerra Mundial algunos políticos, intelectuales, periodistas y empresarios anhelan con pasión la muerte de miles en la pandemia.

Es su peculiar forma de repetir a López Obrador que comete errores, que se equivocó con su estrategia de salud, aunque ellos fueron los primeros en boicotearla.

Señales hay varias. Con el pretexto de la emergencia al menos siete gobernadores oficialmente acordaron no acatar las medidas del gobierno central para contener la pandemia de covid-19.

Otros dos, Enrique Alfaro y Javier Corral, de Jalisco y Chihuahua respectivamente, promueven la revisión del Pacto Federal porque, juran, no se les ha tomado en cuenta por la Secretaría de Salud federal en las acciones contra la propagación del coronavirus.

El acuerdo, que es la base fundamental de los Estados Unidos Mexicanos, se firmó en 1824. Debatirlo ahora, 196 años después, resulta por decir lo menos, inusual.

Y algunos más exigen cambiar el Pacto Fiscal, firmado en los años 70 para repartir en los estados el dinero recaudado por los impuestos y otros ingresos nacionales.

Eso sin contar el papel de los intelectuales alguna vez considerados “la conciencia social del país”, o el financiamiento empresarial a movimientos supuestamente ciudadanos como el Frente Nacional Anti AMLO (FRENAA).

En algunos espacios la discusión es sobre la existencia del BOA. En cambio en otros el debate es, al entender de los protagonistas –entre ellos varios de los desnudados en el documento-, la mejor estrategia para impedir que el presidente López Obrador concluya su mandato: 

Una es insistir en la percepción de una falsa ingobernabilidad y de que el gobierno actual ya terminó, como se repite cada fin de semana en redes de internet.

Otra parece ser la idea de crear un amplio frente electoral donde militen todos los perdedores de la elección presidencial, incluidos enemigos aparentemente históricos como el PRI y el PAN.

Y una más se inclina por atizar la rabia de fanáticos y clasistas, como el FRENAA y otros simpatizantes, con la esperanza de crear un gran movimiento nacional por la renuncia de López Obrador.

Más allá de sueños guajiros, es cada vez más obvia el ansia de algunos por impedir, por primera vez desde 1913, que un presidente elegido en las urnas concluya su período.

En la intensidad de estas semanas, con casi la mitad de los mexicanos confinados en casa y con los medios tradicionales y redes sociales en los talones de la discusión politiquera, no parece entenderse el riesgo de un golpe constitucional como el que pretenden los convocantes del frente opositor. 

Sea el BOA o como quieran llamarle. En sus sueños guajiros y ansias de poder arriesgan la vida de millones de personas. 

Nunca les ha importado. En la revisión a los miembros de la cofradía reaparecen viejos conocidos, esos que en 2000 Vicente Fox y su esposa ofrecieron echar a patadas.

Hoy las alimañas, tepocatas y víboras prietas reptan confiadas junto a la boa.

***

Alberto Najar. Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service. Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.

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