La iniciativa de reforma electoral que analiza el Congreso de Chihuahua es una propuesta inoportuna por la premura de los tiempos. Una aprobación constituye una disrupción peligrosa y con posibles efectos negativos para el próximo proceso electoral
Por José Mario Sánchez Soledad
Maestro en Administración Pública
El fortalecer permanentemente nuestro sistema democrático es una tarea que debería ser prioridad en la vida púbica de México y de nuestro Estado de Chihuahua. Está en boca de toda la población los excesos de los partidos políticos, las debilidades de nuestro sistema de partidos y el desencanto con la política y con los políticos. Por ende, una propuesta de reforma electoral que pretende ampliar la oportunidad política de los ciudadanos de inicio cuenta con popularidad en algunos sectores. Sin embargo, existen actualmente muchos ejemplos en la vida pública, de impactos negativos que se generan cuando las decisiones se toman por popularidad, sin un análisis objetivo, detenido y responsable de la propuesta y sus posibles impactos.
La prisa puede no garantizar el objetivo.
Existen cuatro componentes de la propuesta que generan preocupación: las elecciones primarias, la elección directa de los regidores, el marco constitucional, y la sugerencia de que se aplique a partir del próximo proceso electoral del 2021.
En lo particular considero que estas herramientas políticas: las elecciones primarias y la elección directa de regidores o concejales son válidas y pueden generar mucho bien, si se legisla adecuada e integralmente.
En el caso de las elecciones primarias, la herramienta que se usa en otros lados no constituye solo el ampliar el universo de electores de los padrones internos de los partidos hacia la participación de más ciudadanos. Ese instrumento viene acompañado de otras medidas paralelas, como la obligación de manifestar con anterioridad la simpatía y preferencia de partido.
Las elecciones primarias por lo regular no son generales, se hacen por partido. Ejemplo, la elección primaria para elegir el candidato del partido A es separada de la elección primaria para elegir el candidato del Partido B. En algunos casos se hace el mismo día, pero los registrados como simpatizantes del partido A, son los únicos que pueden participar en la primaria del partido A. Los mismo con la primaria del partido B.
En el caso de los Estados Unidos de América, nuestros vecinos tienen la obligación de llenar la papeleta para registrarse como votantes y en el acto manifestar su partido de preferencia (Demócrata, Republicano, u otro). Esta declaración y esa papeleta es lo que da del derecho de participar en las elecciones primarias que se organizan de manera separada, en este caso la elección primaria demócrata o la elección primaria republicana.
De esa manera se trata de evitar que otras corrientes políticas ajenas a los intereses de cada primaria interfieran o manipulen la disputa. En EUA existe la preocupación de que a pesar del requisito de manifestar con anterioridad la simpatía o preferencia de partido se esté mintiendo para manipula el resultado del contrario, ver este ejemplo: en Carolina del Sur, los republicanos buscaron socavar las primarias demócratas
En otros países de Europa, esto se evita al enlazar la manifestación de simpatía con el porcentaje de financiamiento público que reciben los partidos políticos. En otras palabras, si un partido recibió el 35 por ciento de las simpatías vía registro de intención de apoyo, este recibirá 35 por ciento del financiamiento público disponible para los partidos políticos y así se evita cualquier manipulación, ya que ningún contrario pretende que su adversario reciba más financiamiento.
La posibilidad de que intereses ajenos a una propuesta electoral puedan manipular el resultado de la elección, es lo que indica que no es suficiente el solo establecer primarias. Se requieren de otras medidas complementarias.
El Municipio es el nivel de gobierno que ha sido menos legislado, clarificado, o fortalecido en nuestro país. A pesar de la Reforma Municipal a partir de 1995, cuando los municipios pasaron de ser administración a gobierno, los ayuntamientos siguen operando en mucho como una administración y no un gobierno. Además de la falta de empoderamiento en algunas áreas de gobierno, como en transporte público, agua y drenaje, vialidades, comercio, cultura, etc., también se han generado excesos. Ejemplo, un gran problema se presentó cuando a los municipios se les dio el derecho de administrar su hacienda pública, sin establecer los controles necesarios para los presidentes municipales. Estos se convirtieron en amos y señores de la tesorería municipal. Lo anterior agravado por la dependencia política de los regidores, que son electos por planilla y en equipo con el presidente municipal. Por lo anterior.
La idea de elegir el cargo de regidor y que este tenga representación directa de la población es buena y necesaria. Sin embargo, está acción también requiere de medidas complementarias para que se logre el objetivo esperado.
Medidas que eviten la parálisis del gobierno municipal cuando existan diferencias entre regidores y alcaldes, reglas de transparencia que evite la compra de regidores y la corrupción de estos por parte de los presidentes municipales, políticas de distritación adecuadas para que la representatividad del cargo sea justa, controles para evitar el crecimiento del gasto público municipal por incremento de burocracias, equipos de apoyo e infraestructura extra.
No es conveniente perder de vista el marco constitucional de nuestro país y nuestra entidad federal. La Constitución Mexicana y la Constitución del Estado de Chihuahua no contemplan algunas figuras que se presentan en la propuesta de reforma electoral y esto puede generar controversias constitucionales que lleven a ser más complejo el próximo proceso electoral.
Constitucionalmente en este país se accede al poder a través de los partidos políticos y la posibilidad independiente, es previsible que se generen controversias legales al ser impactados estos conceptos constitucionales por una ley secundaria.
Otra preocupación de la propuesta que está analizando el Congreso del Estado de Chihuahua, es una palpable prisa por aprobarla, antes de que inicie el calendario electoral de 2021. Es una propuesta inoportuna por la premura de los tiempos y por la realidad de que a pesar de que el próximo proceso electoral aun no inicia legalmente, este si ha iniciado en el seno de la vida interna de los partidos políticos.
Una aprobación constituye una disrupción peligrosa y con posibles efectos negativos para el próximo proceso electoral. Por ejemplo, el que se dé la impresión de que esta reforma lleva dedicatoria para algún(a) precandidato interno de los partidos, que hacia el interior de su partido ya lleva una delantera.
Si esta propuesta es parte de un legado político, una cosa muy diferente sería una amplia discusión de la propuesta con diversos actores de la comunidad, con el suficiente tiempo y que entrará en vigor posterior al proceso del 2021, elección que ya está a la vuelta de la esquina.