Donde no hay división de poderes tampoco hay Constitución
Jaime García Chávez
Estimo de la mayor gravedad para la vida política de la República la decisión de la Suprema Corte en torno a la petición de consulta solicitada por el Presidente de la República para investigar y procesar a los expresidentes. Estoy en las antípodas de la impunidad de que han gozado hasta ahora por su ejercicio omnímodo y he sostenido que, conforme a las leyes vigentes, se les puede castigar.
Pero la forma en que se pretende hacer esto está resultando tan cara como la proverbial intocabilidad de la que han gozado los expresidentes. Seré muy breve en esta entrega y esperaré un momento de reposo para sobreponerme a lo que ha sucedido, porque soy de la idea de que donde no hay división de poderes tampoco hay Constitución.
De galimatías a galimatías, quiero comparar dos. En primer lugar, la pregunta que modificó y aprobó la Corte que quedó de esta manera:
“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”
Frente a este embrollo, me quedo con este otro aleccionador trabalenguas del dominio popular:
“Cuando cuentes cuentos, cuenta cuántos cuentos cuentas; porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas, nunca sabrás cuántos cuentos cuentas tú”.
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Jaime García Chávez. Político y abogado chihuahuense. Por más de cuarenta años ha dirigido un despacho de abogados que defiende los derechos humanos y laborales. Impulsor del combate a la corrupción política. Fundador y actual presidente de Unión Ciudadana, A.C.
