Los cobros de inscripción movilizó a un grupo de universitarios que protestan por cuotas ‘excesivas’; amagan con permanecer en el lugar hasta que su demanda sea atendida
Texto y fotografías: Karen Cano / La Verdad
Los cobros de las inscripciones movilizaron a estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
Un grupo de universitarios marchó este viernes por varias calles de la ciudad hasta Rectoría, irrumpió en el edificio y ahí decidió permanecer en plantón para exigir la gratuidad de su educación y en protesta por lo que consideran cobros “excesivos e injustos” de inscripción para el próximo semestre.
“Nosotros exigimos educación gratuita, no exigimos que nos reduzca, ni cuestiones de migajas (…), que nos estén resolviendo problemas chiquitos no nos ayuda en nada, queremos resolver el problema estructural”, declaró Osvaldo Rivas, estudiante de derecho y uno de los primeros en atender la convocatoria a la protesta realizada vía Internet desde días anteriores.
Fue este viernes al mediodía cuando los inconformes se citaron a las afueras del Instituto de Diseño, Arte y Arquitectura (IADA) ubicado en Avenida del Charro, portando cartulinas con consignas en reproche a la falta de empatía por parte de la Máxima Casa de Estudios con relación a la crisis económica que se vive y el sueldo del actual rector Juan Ignacio Camargo Nassar, que durante la protesta algunos estimaban era de más de 300 mil pesos mensuales.
Todo comenzó días antes, cuando a través de redes sociales hubo un estallido de expresiones de molestia por parte de alumnos de diversas carreras e institutos, quienes afirmaban un alza en el costo de sus matrículas, así como la eliminación de un descuento llamado “Pronto pago”, el cual consiste en la condonación del 20 por ciento de la inscripción al realizarla en el tiempo establecido y sin prórrogas.
El martes pasado, la UACJ, a través de canales oficiales de información, desmintió que el descuento haya sido eliminado, e informó que todo era una confusión atribuida a un fallo del sistema que sería resuelto a la brevedad.
A este punto, los y las estudiantes ya habían convocado a una manifestación en contra de lo que consideran un cobro injusto y de los supuestos aumentos en las cuotas. Alrededor de unos 30 atendieron el llamado, el cual también solicitaba la reducción del sueldo del rector.
En promedio, un estudiante sin beca de la UACJ puede pagar hasta alrededor de 3 mil pesos por semestre, pero dado las fallas de la plataforma, el estar gastando recursos propios para conectarse a las clases desde sus hogares, y la crisis pandémica, consideran este precio injusto, explicó Rivas.
“Desde que empezó la pandemia me tuve que salir de estudiar, tuve que ayudar porque mi familia estaba trabajando, tuve que tomar dos materias para seguir este semestre (…) Los maestros no imparten clases de calidad en línea, algunos son cero empáticos con quienes no tenemos los recursos para conectarnos”, comentó Misael Watanabe, estudiante de octavo semestre de derecho.
En su caso, ante la imposibilidad de poder conectarse a las clases por falta de un servicio de internet, y las diversas fallas de la plataforma, tuvo que dar de baja varias materias, sin que se le diera ninguna otra opción; relató mientras sostenía una manta donde se exigía la gratuidad.
Portando cubrebocas, el contingente de universitarios avanzó por la avenida Henry Dunant hasta su cruce con la avenida Plutarco Elías Calles; en esta pararon unos minutos para bloquear el tráfico y mostrar sus consignas a automovilistas, algunos les tocaron el claxon en expresión de apoyo.
Continuaron entonces por la Plutarco hasta la avenida Hermanos Escobar, donde se encuentra ubicada la rectoría, y llegaron hasta la puerta exigiendo la salida del rector Nassar, quien no salió. Tampoco se comunicó de forma directa con los manifestantes ni ha emitido ninguna clase de posicionamiento oficial por ninguna vía.
Al filo de la una y media de la tarde, algunos directivos y personal de la rectoría sin identificar salieron del edificio para atender a los manifestantes. Les indicaron que el tema de gratuidad se encuentra en agenda, excusaron a Nassar Camargo arguyendo que se encontraba atendiendo temas propios de su agenda, pero los gritos de los universitarios exigiendo su presencia no cesaron.
Entre los reclamos estudiantiles surgieron diversas voces, algunas reclamaban que para estudiantes trabajadores la beca de excelencia, o académica, otros expusieron que para obtener ese apoyo exigen calificaciones superiores a 9 y 9.5, lo que consideran prácticamente imposibles; en tanto que algunos denunciaron que los plazos para tramitar las becas socioeconómicas vencieron dejando a muchos sin tramitarla.
Alguien sugirió entrar al edificio de Rectoría por la fuerza, al tiempo que llegaron al lugar dos unidades de la policía municipal; personal administrativo de la universidad comentaban que las patrullas llegaron en atención a que se estaba rompiendo la sana distancia necesaria ante la pandemia por el COVID-19, pero los y las estudiantes alzaron la voz y acusaron de un intento de intimidación.
Pasó media hora, la mayoría seguía sin atreverse a irrumpir, alguien propuso entrar de manera ordenada, en una sola fila, e incluso pasando bajo la estructura sanitizante que hay en la entrada y que rocía líquido a los visitantes; entonces, empleados de seguridad cerraron las puertas impidiendo el paso.
Dieron las dos de la tarde exactas, alguien comenzó a golpear las puertas de vidrio con las manos; todos comenzaron a seguirlo en virtud de que se les había negado el paso. Se escuchó la fractura de un cristal, luego otro. Finalmente, un hombre forcejeó por abrir la puerta con un guardia, y todos ingresaron en estampida.
“Tranquilos compañeros, no venimos a esto, queríamos ingresar, ya lo hicimos, esperemos al rector”, se escuchó una voz femenina en medio del disturbio. Decidieron sentarse en el suelo e iniciar una asamblea estudiantil ahí mismo, en espera del rector, que nunca llegó.
Estudiantes levantaron la mano, realizaron puntos de acuerdo variados que iban desde la búsqueda de una solicitud de amparo para no pagar inscripción, y hasta la necesidad de mantenerse en un plantón, pese a que este mismo viernes comenzó el periodo vacacional de invierno para académicos y administrativos.
Daniel Constandse Cortez, Secretario General de la UACJ, hizo presencia en el sitio en compañía de un par de directivos, buscando entablar diálogo con los estudiantes.
Al menos tres estudiantes le explicaron sus exigencias y le reclamaron la poca empatía que, consideran, la universidad está teniendo con los y las estudiantes en medio de la crisis económica. No llegaron a ningún acuerdo y el secretario se marchó.
Dieron las 4 y media de la tarde, se decidió la toma de las instalaciones y la permanencia en el sitio, un par de manifestantes se ofrecieron a limpiar los vidrios rotos, y algunos otros van por víveres.
“Por el derecho de estudiar aquí y por clases que no las estoy llevando bien me están cobrando 29 mil pesos, no importa si llevo una o dos o cuatro materias, lo mínimo que he estado pagando por semestre es eso (…) A mi encima me cobran en dólares, si sube el dólar sube mi pensión”, relató Carlos Olivar, estudiante de la licenciatura de políticas públicas.
Su caso es especial, señaló, pues tiene el estatus de estudiante extranjero, proviene de Perú, y al ser así no tiene derecho a ninguna clase de beca y además, el precio de su matrícula es mucho más elevado que el de cualquier estudiante mexicano, sin embargo, la calidad de las mismas ofrecidas este semestre fue deficiente, dijo.
“Este semestre llevé cinco materias, muchas de ellas los profesores sólo ponen diapositivas, algunas no se tuvieron ni el 15 por ciento de las clases y al final nos pusieron un examen nada más, y estoy pagando miles de pesos por clases que no me están dando ¿Es esto justo?”, cuestionó.
La tarde transcurrió a través de mensajes en búsqueda de apoyo a través de redes sociales, alguien sacó la guitarra, pasaron el tiempo en espera del rector. En el sitio sólo se quedaron un par de guardias de seguridad y otro más en la caseta del estacionamiento.
Dieron las 8 de la noche, Constandse Cortez regresó. Esta vez traía la oferta de un 50 por ciento de descuento que se les estaría tramitando en enero; volvió la discusión, pero siguió sin darse un acuerdo, volvió a retirarse.
Hasta las dos de la mañana del sábado, estudiantes reportaron a La Verdad Juárez mantenerse en el sitio, con la intención de pernoctar ahí a la espera de ser atendidos por Camargo Nassar, sin que este encuentro se diera.
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