Hemos sido testigos de cómo en el semáforo epidemiológico se han malabareando todos los posibles tonos del naranja a fin de no cerrar la industria y los negocios, muy a pesar del dolor que ha dejado la muerte de más de 122 mil mexicanas y mexicanos
Miguel Ángel Sosa
Twitter: @Mik3_Sosa
Qué bueno que el gobierno federal tenga esperanza en que para 2021 nos irá mejor y que la recuperación económica será, dicen en Palacio Nacional, en forma de “v”. Lo malo es que tanto bancos, como centros de investigación y expertos nacionales y extranjeros tienen otros datos, pues no vislumbran lo mismo que quisiera la cuatroté para el que, por cierto, será un año electoral.
Es plausible que las vacunas contra el COVID-19 ya empezaran a llegar a México, ¡enhorabuena, ya necesitábamos buenas noticias! Pero qué creen, la sorpresa es que vienen de rodillas y aterrizando a cuentagotas… Y según ha trascendido, ya empezaron a ser acaparadas por los directivos de los hospitales públicos, porque, además, tal vez usted no sabía pero el gobierno prohibió a las instituciones privadas adquirir vacunas por su cuenta.
Digamos que es algo así como que todos en México tendremos vacuna, sí y solo sí, el gobierno quiere; sí y solo sí, cuándo el gobierno diga; y, sí y solo sí, llegara a haber suficientes. Pero no se preocupe, algún día podremos estar vacunados, si llegan en lotes de a tres mil vacunas, y si somos más de 130 millones de personas, ¡échele cuentas!, algún día, ya verá.
Para colmo el semáforo sigue sin pintarse de rojo, a pesar de que la emergencia en varias zonas del país crece de manera exponencial. Hemos sido testigos de cómo en el semáforo epidemiológico se han malabareando todos los posibles tonos del naranja a fin de no cerrar la industria y los negocios, muy a pesar del dolor que ha dejado la muerte de más de 122 mil mexicanas y mexicanos.
Hoy todos conocemos de al menos un caso, ya sea de familiares, vecinos o amigos, que hayan padecido COVID-19; y también, tristes e incontables historias de aquellos guerreros que perdieron la batalla. ¿Y qué pasó con aquello de que la curva ya se estaba aplanando? Pues nada, que a nosotros nos tocó una montaña rusa.
Estamos en la última semana de un año que es digno de olvidar debido a todo aquello que nos arrebató, por las lamentables pérdidas humanas que la negligencia e irresponsabilidad gubernamental han cobrado y, también, por el cinismo de aquellos que se llenan la boca predicando de moral sin una pizca de autocrítica y remordimiento.
Usted siga usando cubrebocas, a pesar de que el presidente de México no lo haga. Cuide a su familia y siga, en la medida de sus posibilidades, todas las recomendaciones, cuidémonos los unos a los otros, porque de esta vamos a salir adelante, muy a pesar de los falsos profetas. Próspero año 2021.