Dos hombres armados burlaron la seguridad del Hospital 35 del Seguro Social en Ciudad Juárez. Uno de ellos, vestido de blanco, con su rostro cubierto con cubrebocas y careta llegó hasta el sexto piso, localizó a su víctima y le dispara. Después ambos huyen del lugar… así ocurrió el atentado
Blanca Elizabeth Carmona / La Verdad
Ciudad Juárez– El estruendo de al menos un balazo rompió la tranquilidad en el interior del Hospital General de Zona número 35 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y desató el ajetreo de médicos y enfermeras que trataban de tranquilizar a los hospitalizados tras el asesinato de un paciente en el sexto piso del edificio.
Dos hombres armados burlaron la seguridad del Hospital 35 del Seguro Social. Uno de ellos, vestido de blanco, con su rostro cubierto con cubrebocas y careta logró subir seis pisos, localizó a su víctima y le disparó.
Fue certero. Acabo con la vida de Antonio Ramírez Hernández y desató el caos la mañana de este martes en el hospital ubicado la avenida Valentín Fuentes, en Infonavit Casas Grandes, donde la víctima era atendida de las lesiones que sufrió el 17 de diciembre en un intento de ejecución.
Eran pasadas las 7 de la mañana. El personal de noche terminaba de preparar todo para retirarse y comenzaban a llegar los relevos. Los responsables del área de Nutrición consultaban las dietas, los de intendencia limpiaban y empezaban a subir los especialistas. Estaban en el lapso de tiempo identificado como “enlace”.
Los pacientes esperaban la llegada de sus médicos para revisión y también del desayuno.
En eso se escuchó un estruendo e inició un movimiento inusual de personas desde el piso de Medicina Interna, en el sexto nivel, comentaron trabajadores del hospital. Unos dicen que fue un disparo, otros que hasta tres. Las autoridades reportaron que solo se encontró un casquillo de arma de fuego donde quedó el cuerpo de la víctima.
“Estaba terminado de poner inyecciones y medicamento y de repente se oyó un ruidazo, bien feo, como si se hubiera caído algo metálico, así bien fuerte. Nos asustamos, dijimos a caramba qué está pasando. Fuimos a ver si se había caído alguien o la mesita que llamamos Mesa Pasteur, que es metálica. Pero no se veía nada. De repente se oyó el movimiento de compañeros corriendo y diciendo: no salgan, no salgan, acaban de balear a un paciente en el sexto piso”, contó una enfermera del turno de noche que esperaba su relevo para retirarse.
Tras el alboroto, la mujer que por seguridad pide no ser identificada, narró que cerraron el hospital, “no nos dejaron salir del área”.
Ella y otros testigos coinciden en que el asesino pregunto a una enfermera en qué cama se hallaba internada la víctima, quien fue identificada por las autoridades como Antonio Ramírez Hernández, de 36 años. Luego se dirigió directamente a esa cama para dispararle.
Antonio recibió al menos un impacto de bala directo al cráneo, se informó. Se encontraba en un área con capacidad para unos 12 pacientes, que eran atendidos por dos enfermeros. Frente a esa área, está otra ala donde la capacidad instalada es la misma y también hay dos enfermeros de forma permanente.
“Fue una persona vestida de enfermero, no nos pudimos imaginar que eso iba a pasar porque iba con el uniforme, no se veía el gafete porque todos ahorita andamos, por el COVID, cubriéndonos lo más que podamos nuestras pertenencias. Esa persona llego, preguntó, traía uniforme blanco, careta, cubrebocas. Quién se iba a imaginar que iba a preguntar para ir a hacer eso”, dice la enfermera.
Otro empleado del IMSS narró que vio al responsable del homicidio cuando huía por las escaleras, al mismo tiempo que arrojaba una sudadera en color blanco.
“Entró una persona vestida de enfermero, directamente con el paciente y así como entro salió. Nadie supo nada… dentro de la conmoción de la gente así salió él”, dijo un doctor.
De acuerdo con el fiscal de la zona Norte, Jorge Nava López, fueron dos hombres quienes ingresaron al hospital, uno de ellos llegó al sexto piso y disparó.
Los homicidas burlaron la vigilancia de la Guardia Nacional y del personal de una empresa privada de seguridad con la que cuenta el hospital. Ambas instancias tienen elementos en la caseta del acceso ubicado hacía la calle Antonio Maura, asignada exclusivamente para los empleados del IMSS, y en la puerta que da a la calle Valentín Fuentes. También hay militares en la explanada para cuidar tanto el Hospital 35 como la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 34, cerca de la entrada al área destinada a los enfermos de COVID-19.
Desde el pasado 15 de abril, el Gobierno Federal desplegó a elementos de la Guardia Nacional en este hospital, al igual que en otras unidades médicas del IMSS en la ciudad, como parte de la estrategia para enfrentar la pandemia de COVID-19, con la que se busca prevenir eventuales hechos de violencia, se informó en ese entonces.
Además, en la planta baja del Hospital 35, antes de los elevadores y de las escaleras que dan acceso a unos ocho pisos del antiguo HGZ, hay un guardia con la consigna de evitar la entrada de personas que no acrediten ser familiares de los pacientes hospitalizados o ser derechohabientes con algún servicio o trámite por realizar o bien personal del Seguro Social.
Toda esa vigilancia no evitó la entrada de dos hombres armados, informó el fiscal Nava López.
“Estamos analizando los videos del interior, hay una investigación que se ha iniciado por parte de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), se puede establecer que ingresa una persona de sexo masculino que es el principal agresor, auxiliado al menos de otra persona más que también ingresa a la clínica y se estaría presuponiendo de otra tercera persona que pudiera haber estado auxiliándolos al exterior para facilitar la huida”, dijo Nava López.
La víctima mortal se recuperaba de las lesiones que sufrió el pasado 17 de diciembre, al ser baleado en un parque ubicado en la colonia Revolución Mexicana, informó el funcionario.
En este segundo ataque al parecer la víctima recibió un sólo impacto de bala y cerca de la cama del hospital donde quedó su cuerpo las autoridades recuperaron la parte delantera de un proyectil, conocido como ojiva
Ante los hechos, el IMSS lamentó el ataque directo que acabó con la vida de uno de sus pacientes que se encontraba en el sexto piso del hospital, en recuperación al sobrevivir a un intento de ejecución que sufrió hace 12 días.
A través de una tarjeta informativa, la Coordinación de Comunicación Social del instituto dio a conocer que el hecho obligó a suspender de forma momentánea la atención hospitalaria y aumentar la vigilancia del hospital 35, con policías de la Seguridad Pública Municipal y de la Fiscalía General del Estado, más efectivos de la Guardia Nacional.
Este hospital es uno de los tres con los que cuenta el IMSS en la ciudad.
Atentado agrava crisis por pandemia
Cuestionada en conferencia de prensa sobre este incidente que conmocionó al personal médico, Leticia Ruiz, directora de Prevención y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud de Chihuahua, dijo que ese asesinato es “un caso que ha hecho prácticamente temblar al estado”.
“Es muy lamentable que ocurran este tipo de situaciones, si ya es difícil una pandemia, con este tipo de cuestiones de violencia la verdad es que es muy lamentable”, expresó.
El personal médico del IMSS 35 coincidió en que se sienten vulnerables porque considera que es fácil que cualquier persona entre al Hospital y se haga pasar por un trabajador, pues debido al coronavirus todos traen el rostro cubierto.
“Esa persona sabía el movimiento del hospital. Se camuflajeó como enfermero”, consideró la enfermera, quien concedió la entrevista luego de superar una crisis nerviosa que le provocó dolor en el pecho y la sensación de que se estaba ahogando.
Revive escenas del ‘guerra vs el narco’
La irrupción de hombres armados a un hospital para matar rematar a pacientes revivió escenas que fueron comunes durante la llamada guerra contra el narco en esta ciudad, cuando la comunidad de médicos y personal de Salud se alzaron en un movimiento en demanda de seguridad.
El 11 octubre del 2010 sucedió en la localidad uno de esos ataques armados en las instalaciones de una institución de salud. Tres hombres fueron asesinados y varios derechohabientes resultaron lesionados al ocurrir un ataque en el estacionamiento y la rampa del área de Urgencias del Hospital 6 del IMSS, ubicado en el Pronaf.
Ese hecho generó la protesta de médicos y enfermeras. En ese entonces los profesionales de la salud se convirtieron en testigos de eventos en los que sicarios ingresaban a los hospitales para rematar a sus pacientes, víctimas de balaceras que sólo resultaron lesionadas en el lugar donde fueron atacados.
El 23 de febrero del 2011 hubo otro ataque armado en la clínica 46 del IMSS y en agosto de ese mismo año en otro hospital del Seguro Social se generó una movilización en busca de un presunto asesino que se creía se había refugiado en ese nosocomio.
Este tipo de situaciones se han registrado también en el Hospital General de Zona número 66 y en el Hospital General de este localidad. (Con información de Itzel Ramírez)
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