La figura de la acogida temporal para una o un menor refugiado en México es relativamente nueva, una modalidad para hacer familia y luchar por los cuidados infantiles en México
Texto: Ray Ricardez / Lado B
Existe en México más de una opción para brindar un hogar a menores que han perdido sus cuidados parentales. A pesar de ello, muchas personas conocen únicamente la figura de la adopción. Es por esto que Fundación Juconi invita a las personas interesadas en estos procesos a convertirse en una familia de acogida temporal para una niña, niño o adolescente refugiado que ha llegado al país.
Esta es una medida relativamente nueva en México, que se estableció a partir de 2014 con la publicación de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, por lo que gran parte de la sociedad no identifica su diferencia con la adopción tradicional, asegura Ariel Flores, asesor del Instituto Juconi.
Diohema Anlleu, directora de Incidencia en Fundación Juconi México, explica en entrevista para LADO B que la figura de acogida temporal para menores refugiados propicia un cambio cultural, en donde entendemos que ahora existen más modalidades para hacer familia y luchar por los cuidados infantiles en México.
Así, a través del Programa Cuidado Alternativo de Acogimiento Familiar, Fundación Juconi abre la posibilidad de dar esta acogida temporal a niñas, niños y adolescentes refugiados en el país, abriendo paso a que sus derechos sean completamente restablecidos, haciendo ver a las familias que hay alternativas más allá de la adopción.
Adopción y acogida temporal, procesos diferentes
La adopción es una figura de cuidado definitivo, explica Flores. Esto quiere decir que se buscará que la niña, niño o adolescente que ha perdido los cuidados parentales de forma definitiva —y por cualquier circunstancia— tenga la posibilidad de encontrar una familia que pueda brindarle cuidado y protección de manera permanente.
En contraste, el acogimiento familiar, a pesar de que también atiende a una niña, niño o adolescente que ha perdido sus cuidados parentales, es una medida temporal que busca ser una transición para que ella o él encuentre, eventualmente, un núcleo familiar permanente o inicie de manera adecuada su vida independiente.
Esta acogida busca reintegrar a la o el menor con su familia de origen (madre o padre), y si no es posible, con algún miembro de su familia extensa (abuela, tío, etcétera) o, en su defecto, con alguien con quien tenga un lazo comunitario (como una madrina o padrino). En caso de que ninguna de estas opciones sea posible, como última alternativa, se considera la adopción, detalla el asesor de Fundación Juconi.
Aún así, lo preferible en el Programa Cuidado Alternativo de Acogimiento Familiar de Fundación Juconi siempre será que la o el adolescente pueda regresar eventualmente con su familia original (si las condiciones lo permiten), detalla Flores. Sin embargo, en muchas ocasiones también sucede que la o el menor llega, efectivamente, a la mayoría de edad y se independiza.
Acoger a infancia migrante
Flores explica que hay miles de menores refugiados y refugiadas en México que han tenido que separarse de sus familias por factores tales como la violencia ejercida hacia ellas y ellos desde su lugar de origen, lo que les obliga a desplazarse, o por trámites migratorios al momento de ingresar a este país. Es por esto que nunca se pierde la intención de Fundación Juconi de reunirles otra vez.
Cabe destacar que todos los procesos con niñas, niños y adolescentes tienen que ser llevados con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Nacional), explica Ariel Flores. Ahí se tramitan, por ejemplo, los certificados de idoneidad que dan a las familias la calidad de “familia de acogida” o “familia adoptante”; ninguno de estos certificados suple al otro, cada trámite es independiente y diferente.
Ariel Flores detalla que, normalmente, las niñas, niños y adolescentes refugiados tenían como única opción llegar a centros de asistencia social. Y a pesar de que estos espacios cuentan con servicios de atención y cuidado (incluso con especialistas en ramas médicas, nutrimentales o psicológicas, dependiendo cada centro), al final las y los menores no se desarrollan en un ambiente familiar propicio para la reintegración completa de sus derechos.
Ahora, aunque esto sigue sucediendo, porque no hay suficientes familias aspirantes a dar acogida, existe la posibilidad de que, a través de este programa, encuentren un hogar temporal, cuenta Flores.
Desde Fundación Juconi explican que el acogimiento familiar busca evitar que estas y estos menores permanezcan por un periodo largo de tiempo en estos centros de asistencia y, en vez de ello, vivan por un lapso de tiempo en un hogar con una familia que les proteja.
Compromiso y cuidado
No es común ni es la intención del programa incentivar la adopción de la o el menor después de la acogida temporal, explica Ariel Flores; incluso, asegura que las familias que han brindado cuidados temporales a través de este programa tampoco han optado por adoptar a la o el menor después de la acogida. Así, siempre se busca descartar todas las opciones antes de pensar en la adopción, sentencia.
“No hemos entrado en un panorama en donde esto sea posible [adopción de la o el menor con la misma familia que le brindó acogida temporal]”, cuenta Flores. Él explica que, desde el inicio, la familia de acogida sabe que es un proceso temporal. Esto hace que el acompañamiento Juconi procure en todo momento que se contribuya a la integración y, posteriormente, a la separación. Aunque, asegura, las familias siempre desarrollan un vínculo con la o el menor, haciendo que mantengan el contacto.
Las personas que han decidido brindar acogida temporal a una o un menor refugiado en México, desde la experiencia Juconi, son familias motivadas por un alto compromiso social y que tienden a tener una participación constante en grupos de la sociedad civil o religiosos, dando su tiempo para ayudar a otras personas. En palabras de Ariel Flores, son familias que saben que el cuidado de la infancia no recae en una persona, sino en la comunidad.
Estas familias saben que su función no es sustituir a la madre o padre de la o el menor, haciéndoles ver que en ningún momento dejarán de tener a alguien que les espera en otro lugar. Por ello, Fundación Juconi busca de manera constante encontrar y promover la comunicación con la familia de origen de alguna forma a lo largo de la acogida, con tal de cuidar ese vínculo.
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Este trabajo fue publicado originalmente en LADO B que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.