Aunque el sistema electoral mexicano aspira a que el 2021 sea un año con más participación política de mujeres, en Jalisco lo que se evidencia es un disfraz del patriarcado en la lucha paritarista desde los partidos políticos
Daniela Herrera / Perimetral
Guadalajara, Jalisco– La portada del periódico La Voz del Sur -que no colocamos por estar denunciada ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Jalisco (IEPC), donde mujeres discuten con violencia y titularon “Mujeres pelearán por la alcaldía de Zapotlán”, sintetiza la banalidad con la que toman los partidos a las militantes.
Por un lado contrincantes de Movimiento Ciudadano aprovecharon para enarbolarse como promotores de la paridad o contra la violencia, pero por el otro, militantes de distintos partidos y organizaciones civiles, expresaron rechazo sin exponer otros casos.
La violencia política por razón de género dentro de los partidos políticos, no solo es una portada de periódico, es el disfraz de la paridad de género y, precisamente Zapotlán el Grande, es la mejor muestra.
De la portada de un periódico a la “finta” paritaria en MC
A propósito de la publicación y luego de haber posicionamientos de grupos feministas y hasta el Partido de Acción Nacional, buscamos entender mejor qué es lo que sucede en aquella cabecera municipal, una de las más preciadas para Movimiento Ciudadano.
Buscamos a las precandidatas para charlar con ellas sobre su percepción de violencia y su andar previo en la política.
¿Realmente es su interés involucrarse en una presidencia municipal? ¿Realmente los partidos donde militan las forman y promueven o es un espejismo paritario?
Es un signo que Movimiento Ciudadano haya presentado el domingo 21 de febrero las candidaturas a diputaciones y presidencias municipales parcialmente.
En el caso controvertido en Zapotlán el Grande, se trata de una plaza que cuidan mucho; los análisis políticos aluzan a que pretendía el partido parecer paritarista, pero en el fondo la candidatura ya estaba reservada a un hombre.
Mirada machista y estigma
María de Jesús Cárdenas, Odilia Toscano, Laura Elena Martínez y Viridiana Flores coinciden en que no se sienten limitadas por la portada del medio La Voz del Sur, pero sí han sido excluidas por ser mujeres.
A pesar de que todas, a excepción de Viridiana Flores, aseguraran no haber sufrido violencia política en su carrera electoral, las experiencias en el camino político exponen una práctica normalizada.
“Nunca digas nunca”
El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana aprobó algunos lineamientos para las elecciones 2021; entre otras cosas por vía judicial, se logró que hubiera la misma cantidad de mujeres y hombres en las candidaturas.
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Sin embargo, también se expuso que la cantidad no era el único requisito que deberían seguir para erradicar la violencia política por razón de género, sino que también debían garantizar un ambiente de oportunidades y desarrollo para las mujeres.
Al preguntarle a la precandidata del partido de Acción Nacional a la presidencia municipal de Zapotlán el Grande, Odilia Toscano, si en alguna ocasión había sido relegada de por ser mujer, contestó:
“Nunca digas nunca, sí puede haber momentos, de hecho, los viví y creo que a lo mejor los podemos seguir viviendo en el mundo, pero porque así es. O sea, es tan variable la forma en la que piensan hombres y mujeres, que puede haber algunos hombres que no son tan delicados para tratar a la mujer como nos deben tratar, pero también están los que sí saben tratar a las mujeres (…) Invitar precisamente a los panistas al interior del panismo que nos permitan mostrarnos a las mujeres como somos y que no exista discriminación ni dentro ni fuera del partido”.
Por su parte, Laura Elena Martínez, precandidata de Movimiento Ciudadano al mismo cargo, reconoce cambios en cómo se organizan las planillas; antes había tendencia a no alternar y no tomar en cuenta a las mujeres que ya estaban dentro:
“Te puedo platicar que mi mamá, la señora Laura Ruvalcaba fue regidora ya hace más de 20 años y se notan mucho los avances. En aquel tiempo ponían o invitaban a participar a una mujer en la planilla para que no se viera tan mal, para que no se viera que es de puros hombres”.
Solo una cuota de género
María de Jesús Cárdenas, otra precandidata del PAN, mencionó sentirse apoyada por su equipo de trabajo. Sin embargo responde “que no les dan la oportunidad” como si se tratara de un obsequio de los políticos y no de un derecho.
“Desafortunadamente todavía la cultura y los paradigmas que tenemos acá en las regiones, sí nos va a afectar porque no saben de lo que somos capaces las mujeres, no nos dan la oportunidad para demostrar. Y qué bueno que se esté dando la oportunidad, sí va a ser difícil siempre para la mujer ha sido más difícil en cualquier contexto que se encuentre, y más en lo que es política, pero tenemos toda la capacidad, y sí se puede, con un poquito de dificultad, no la veo tanto”.
Viridiana Flores, precandidata a la alcaldía por el partido Hagamos ligado a la Universidad de Guadalajara, admite haber vivido violencia.
Justifica que estas violencias en los partidos políticos pasan porque ven a las mujeres solo como una cuota de género y admite que le resulta más fácil participar en un partido que por la vía independiente.
“Si bien es cierto que en los partidos políticos se vive todavía una violencia y que poco a poco estamos aprendiendo a abrir los ojos y a detectarla hombres y mujeres, también es cierto que desde la vía independiente es una vía viacrucis… que si para los partidos es difícil para quien busca ciertas cosas, para quien busca de manera independiente lanzarse, el mismo sistema ha generado que no sea tan sencillo”.
Además de las precandidatas mencionadas, también se encuentran en contienda para la alcaldía de Zapotlán, Sonia Mendoza de Movimiento Ciudadano; Lilia Delgado y Gabriela Anaya por el partido Hagamos pero declinaron otorgar entrevista a Perimetral.
Con partido: violencia; sin partido: cero oportunidades
Desde el 2019 un grupo de feministas formó un proyecto para impulsar direcciones de mujeres en la política, donde se encuentran alrededor de 50 precandidatas en todo el país.
El proyecto se hace llamar Aúna y fomenta según su discurso, que las mujeres se adentren o sepan resistir en la política, específicamente, en los partidos políticos.
Patricia Carrillo es la coordinadora del proyecto en Jalisco y expuso “es mejor moverse dentro del sistema que ya está”, al referirse a cambiar las estructuras patriarcales.
“Lo que se está buscando es que consigan candidaturas a través de los partidos. Muchas de las nominadas ya forman parte de los partidos: la verdad es que la legislación quedó de una manera que es tan difícil lograr una candidatura independiente que lo que se vio es que es mejor trabajar dentro del sistema y que ciertamente es un sistema que hay que cambiar porque no está funcionando bien”.
En el proyecto Aúna hay ocho aspirantes a puestos en la política jalisciense: Melina a la Torre, Fabiola Loya, Susana Ochoa y Marcela páramo en Zapopan, Daniela Chávez y Verónica Juárez en Tlaquepaque; Susana de la Rosa en Guadalajara y Janeth González en Ixtlahuacán de los Membrillos.
Dentro de los trece partidos políticos que operan en Jalisco, solo en tres hay mujeres en las presidencias. Se trata de María Pilar Pérez Chavira, presidenta del PAN, Erika Natalia Pérez Miranda del PRD y Susana de la Rosa Hernández en partido Futuro que antes promovía las candidaturas independientes.
Además, dentro de los 125 municipios de Jalisco desde el proceso electoral 2018-2021, solo 28 alcaldías están ocupadas por mujeres. Entre las alcaldesas, solo una representa a un municipio dentro de la zona metropolitana: María Elena Limón, en San Pedro Tlaquepaque.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Perimetral que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
