Es importante la construcción de contrapesos, para dar certeza de que el orden constitucional se respeta, que las leyes se acatan y el Estado protege a cabalidad la libertad y la justicia. Sal y vota este 6 de junio.
Miguel Ángel Sosa
Twitter: @Mik3_Sosa
El próximo lunes 7 de junio despertaremos en el país que las urnas decidan, uno con la esperanza renovada de haber logrado la representación plural en la Cámara de Diputados, o donde avance sin contrapesos el poder autoritario. Lo que pase el domingo es de gran trascendencia, estará en juego, ni más ni menos, que el futuro de México.
Usted se preguntará qué hace diferente a esta elección de otras tantas que hemos tenido, ya que por todos lados se habla del proceso electoral del 6 de junio como un punto trascendental en la vida pública. La importancia radica en que se va a definir la ruta que tomará el país durante los próximos años, y con ello, entre otras cosas, la forma en que se aplicará el Presupuesto de la Federación.
¿Y eso a mí en qué me afecta?, se preguntará usted querido lector. La respuesta es: en mucho más de lo que se imagina. Tan solo piense en las diputadas y diputados levantamanos que avalaron, sin chistar y solo porque el Jefe lo pidió, mega obras faraónicas como el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía o la refinería de Dos Bocas.
Lo anterior, no sólo en sentido contrario de la protección al medio ambiente, también con un derroche de recursos pocas veces visto que sacrificó programas como el Seguro Popular o las Estancias Infantiles, y a la par, propició el penoso desabasto de medicamentos que, en medio de una pandemia, puso a la población en doble riesgo.
Es grave cómo han actuado las diputadas y diputados federales de la actual Legislatura, muchos de los cuales, por cierto, buscan reelegirse. Sin mover una coma a las iniciativas presidenciales, convirtieron al Palacio de San Lázaro en una mera oficialía de partes.
¿Dónde quedó la División de Poderes?, si usted la llega a ver por ahí, avísenos porque en México está extraviada desde hace rato. Tres años más, con un poder aún mayor que el que ya tiene López Obrador, no solo es un riesgo sino una clara llamada de alerta sobre lo que puede llegar a pasar en México: una dictadura. ¿Cree que es una exageración?, hay indicios claros que si no se atienden ahora después puede ser muy tarde.
Por eso es importante la construcción de contrapesos, para dar certeza de que el orden constitucional se respeta, que las leyes se acatan y el Estado protege a cabalidad la libertad y la justicia. Por eso es tan importante la elección de diputadas y diputados federales, porque en este 2021 estamos frente a la oportunidad única de apuntalar ese dique que se requiere.
No olvidemos que las democracias también mueren democráticamente y que en la historia hay ejemplos de sobra de cómo fueron las propias urnas las que abrieron la puerta a los más terribles dictadores.
Debemos fortalecer al Poder Legislativo con espacios de representación para la oposición, que frenen el común fast track obradorista. Los ataques desde el poder vinieron primero contra los medios y los órganos autónomos, después sobre las instituciones incómodas, los grupos sociales y las ONG´s, es momento de decidir: ¿esperamos o nos ponemos a trabajar?
Sal y vota este 6 de junio, ejerce tu derecho y haz que tu voz cuente.