Más allá de las ideologías, estos caminares nos traen un mensaje de esperanza, nos invitan a resistir la militarización, los proyectos megaproyectos, la discriminación en todas sus formas
Víctor M. Quintana S.
Mientras tanto, las y los zapatistas, el EZLN y el Congreso Nacional Indígena sacuden Europa y a todo lo que se llama el Sur Global, es decir a los grupos oprimidos de todo el planeta, con su Gira por la Vida. “Una iniciativa histórica sin precedente”, como la llama el gran teórico y activista de izquierda, Michael Löwy.
Decimos “mientras tanto” porque mientras este país de enfrascaba en el proceso electoral más grande de su historia y sus secuelas, silenciosamente, un grupo de mujeres, hombres, transgénero, han desatado, desde Chiapas un proceso pacífico de comunicación, de diálogo, de encuentro, de construcción de conciencia a nivel planetario.
La Gira por la Vida, que atravesó el Atlántico y recorrerá buena parte de Europa comenzó el pasado 2 de mayo en una travesía marítima de 52 días, desde Isla Mujeres hasta el puerto de Vigo, en Galicia. Un grupo de mujeres, hombres y una persona transgénero, denominado el “Escuadrón 421”, del EZLN y del CNI se embarcaron en “La Montaña”, un viejo velero holandés para atravesar el océano en el sentido inverso al de las carabelas conquistadoras de hace 500 años. A invertir no sólo el sentido, sino también los sentidos de la vida, del luchar, del encontrarse, del ser diferentes.
¿Qué pretende la Gira por la Vida? Pretende, como el mismo EZLN, lo dice, ¨plantear todo montón de preguntas” a quien quiera escucharlas en el Viejo Continente. Provocar encuentros, diálogos, hacer salir las diferencias, pero también las coincidencias, hacer converger los muchos mundos, los muchos sueños que viven en las diferentes comunidades de personas que sueñan, que luchan contra la opresión en esta Europa, tantas veces opresora.
Van a “…no sólo confrontar nuestros análisis y conclusiones con lo otro que lucha y piensa críticamente…Vamos a agradecer a lo otro su existencia. A agradecer las enseñanzas que su resistencia y su rebeldía nos han regalado…A susurrarle que valen la pena la resistencia, la lucha, el dolor por quienes ya no están, la rabia de que esté impune el criminal, el sueño de un mundo no perfecto, pero sí mejor, un mundo sin miedo”.
Las ideas-fuerza de esta Gira por la Vida las proporciona la Declaración por la Vida de las y los zapatistas. Se trata de luchar por la vida y en contra de la muerte hecha sistema por el capitalismo y la relación destructiva que éste impone con la humanidad, con la naturaleza y con uno mismo: hegemonizando todos los aspectos de la vida y, a la vez, homogenizando maneras de ser, de pensar y de actuar. Ante esta amenaza que va hundiendo al barco en que todas y todos los seres vivos navegamos, el periplo zapatista busca “abrir el corazón y la mirada” para hacer habitable este planeta en peligro. Cada quien, dicen, “debe construir su camino según su calendario, su geografía y su modo”. Para convocar a todo ello es la larga travesía zapatista por Europa, que hasta ahora ha tenido una acogida sin precedentes en el Estado Español. Ya se han constituido colectivos para recibirla en una buena parte de los países europeos.
Esta es izquierda, también. Izquierda desde abajo, dialogante, comprometida con el diálogo, la otredad, la diferencia. Hay que escucharla, hay que responder sus preguntas, hay que plantearle las nuestras. Nosotros lo necesitamos, el planeta lo necesita.
Mientras tanto, mientras esta gira por la vida, de diálogo, de paz, de diferencia se desarrolla, en México, en lo que va del año, se han asesinado 12 líderes indígenas, defensores de los derechos, de su territorio, de su cultura; se han intensificado las agresiones como a la comunidad nahua de Ostula, Michoacán, contra las comunidades de Pantelhó y Chenalhó, Chiapas y la tala clandestina contra las comunidades de pueblos originarios de la Sierra de Chihuahua.
Por eso es importante esta travesía zapatista. Por eso es necesario difundirla, hablar de ella. Porque de iniciativas como ésta depende, no la supervivencia de cierto tipo de izquierda, sino la supervivencia de la humanidad toda. Porque, más allá de las ideologías, estos caminares nos traen un mensaje de esperanza, nos invitan a resistir la militarización, los proyectos megaproyectos, la discriminación en todas sus formas; nos invitan construir alternativas por la vida, formas conviviales de resistencia, de autoorganización, de diálogo, de encuentro, de respeto a las diferencias. Es el único camino para salvar la vida.