¿En el estado de Chihuahua, quiénes son las personas que con su actuar, en lo individual o lo colectivo, conforman ese imaginario macro esperanzador?
Leobardo Alvarado
El Papa Francisco hace poco se refirió a quienes integran los movimientos populares como los poetas sociales. En el IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares llevado a cabo el pasado 16 de octubre, en su mensaje dijo que asì le gusta llamarlos, porque “tienen la capacidad de crear esperanza allí donde solo aparece el descarte y exclusión”. También en este contexto, a su discurso de tierra, techo y trabajo, para los más pobres, Francisco sumó los términos: cuidado y comunidad.
A propósito de recordar las protestas por la muerte de George Floyd, el Papa dice que encuentra en ellas al samaritano colectivo. Que los movimientos populares son además de poetas sociales: samaritanos colectivos. Antes, Francisco apuntó que “los sueños son siempre peligrosos para aquellos que defienden el statu quo”.
Así, el Papa anima a la ensoñación porque “Necesitamos utilizar esa facultad tan excelsa del ser humano que es la imaginación, ese lugar donde la inteligencia, la intuición, la experiencia, la memoria histórica se encuentran para crear, componer, aventurar y arriesgar. Soñemos juntos, porque fueron precisamente los sueños de libertad e igualdad, de justicia y dignidad, los sueños de fraternidad los que mejoraron el mundo.”
Por su parte en el contexto de reflexionar sobre las micro esperanzas, como aquellos gestos, acciones concretas de actores en lo individual o en lo colectivo, a donde acuden quienes se sienten reflejados en ello, el historiador Jesús Vargas afirma que en Juàrez, una de las ciudades “más agredida”, surgió un colectivo cultural que se gestó en las últimas décadas con el cúmulo de “un historial de acciones creativas, inteligentes y efectivas”.
Jesús Vargas, quien entre otros, se ha dedicado a estudiar los movimientos sociales en Chihuahua, a ello le llama Macro Esperanza. Algo que desea que suceda también en otros lugares. Dice que es algo raro que no sucede en otras ciudades. Explica que “ha sido posible porque ese colectivo lo integran, lo mueven, personas, hombres, mujeres, jóvenes , adultos que se han unificado espontáneamente bajo la convicción de que se puede avanzar desde abajo, que se puede construir una mejor ciudad y una mejor sociedad”.
Lo macro esperanzador también se encuentra entre nosotros y sucede también en otros lugares en donde la gente sufrió macro agresiones. En la memoria están esos actos que acumulados dan vida a lo macro esperanzador y deben reconocerse tal y como lo hace Jesús Vargas. Por ejemplo, el 22 de octubre del 2012 se asesinó a los integrantes del Barzón, a Ismael Solorio y su esposa Manuelita Solis, por oponerse a la construcción de una mina en su pueblo natal. Como respuesta el 17 de noviembre, un mes después, se gestó una acción colectiva que marcó la vida de los movimientos populares que defienden la tierra en el estado y en el país.
Por su importancia en este noveno aniversario, vale la cita textual, parte del comunicado que se envió entonces desde la comunidad de Ejido Benito Juàrez, Buenaventura, Chihuahua:
El acta de asamblea del 17 de noviembre de 2012, inscrita en el Registro Agrario Nacional que finalizó a las 14:00 horas, quedará en los anales de la historia de esta comunidad y del pueblo mexicano, con una votación del 100 por ciento de los presentes, se tomaron los siguientes acuerdos:
1.- Restringir a la Empresa el Cascabel o Mag Silver y cualquiera otra empresa minera por un periodo de 100 años para realizar exploración y explotación minera.
2.- En caso de que en el futuro se presente una nueva solicitud al ejido de Benito Juárez para realizar exploración y/o explotación minera, se deberá contar con los estudios, permisos y autorizaciones correspondientes y aprobarse por unanimidad de votos de la asamblea
3.- Se establece un plazo de 48 horas, a partir de la presente asamblea, para que la empresa minera El Cascabel, Mag Silver y Majors retiren del Ejido Benito Juárez toda la maquinaria, equipo y materiales, así como todo el personal que tenga dentro de las tierras ejidales
4.- No se permitirá más a la empresa el uso de la servidumbre de paso en las tierras ejidales
5.-No autorizar a la empresa El Cascabel, Mag Silver o Majors y/o sus filiales la exploración y explotación minera.
Esta valiente y firme decisión de la comunidad es la base para enfrentar cualquier intento de la minera por presionar legal, para legal o ilegalmente para extraer la riqueza minera del ejido Benito Juárez, Municipio de Buenaventura. Al mismo tiempo, constituye un llamado de esperanza a las comunidades que a lo largo de todo México y América Latina se enfrentan a la voracidad del extractivismo de las compañías transnacionales, ávidas de materias primas y recursos naturales.
Las micro esperanzas no son fortuitas, son pensadas, imaginadas con ese fin. Construidas, en el sentido del modo de vida que lleva quien realiza tales acciones. Es decir, lo lógico es que quien convoca una micro esperanza es porque actúa en consecuencia con su vida propia. Así, las micro esperanzas son finalmente el corpus de ese torrente colectivo en el que finalmente se convierte una actitud macro esperanzadora. En el caso de Ciudad Juárez y el estado es cierto, hay mucha gente trabajando en sus sueños.
¿Cuáles son los modos de vida que convocan las micro esperanzas? ¿Quiénes son las personas que construyen esa esperanza en tanto son capaces de soñar e imaginar un mundo diferente: Lo macro? ¿Quiénes son esas personas poetas sociales como gusta llamarlos el Papa Francisco, que son parte de los movimientos populares que a la postre generan esa macro esperanza en tanto su grueso es lo colectivo, lo común, el respeto por la vida? ¿En el estado de Chihuahua, quiénes son las personas que con su actuar, en lo individual o lo colectivo, conforman ese imaginario macro esperanzador?
Esto sin olvidar que Francisco comparó en aquel febrero del 2016 a Ciudad Juárez con Nínive.