Un Tribunal Colegiado respaldó este martes un amparo impulsado por una colectiva de pueblos mayas en el que demandan la suspensión del Tren Maya. Un día después, el presidente aseguró que solo la Suprema Corte podría decidir al respecto, sin embargo, el caso aún no llega la máximo tribunal de justicia del país
Por Arturo Contreras Camero / Pie de Página
Ciudad de México- Un tribunal colegiado suspendió los permisos del Tren Maya en sus tres tramos, sin embargo, la obra va a seguir. “¿Esto va a detener las obras?”, le preguntaron al presidente esta mañana durante su conferencia diaria. “No, porque lo va a resolver la Corte, es un asunto que tiene que resolverlo la Corte en su momento y no nos va a detener. Si legalmente esa es la decisión, la tenemos que respetar, pero entiendo que no tiene ese alcance”.
La decisión, sin embargo, sí debería tener ese alcance, según explica Pedro Uc Be, del colectivo de comunidades mayas Múuch’ Xíinbal, quienes interpusieron el amparo. “Lo que está resuelto es que no se puede seguir trabajando en esos tramos, hasta que se decida finalmente el fondo del asunto, eso está claro y si lo hace, me parece que estaría violando la resolución. Nosotros vamos a tener que poner una queja en el Consejo de la Judicatura para que el poder judicial haga cumplir su resolución”, comenta en entrevista telefónica.
“Yo lo que me imagino es que está pensando que Fonatur –la dependencia encargada de la construcción del Tren Maya– va a impugnar. Y si llega a la Suprema Corte, pues que llegue y se decida el fondo del asunto”, comenta Pedro sobre los dichos del presidente. “Me imagino que eso es lo que quiso decir, ya es bastante complicado entender lo que dice el presidente, porque elabora un discurso así medio contrasentido, y la verdad ya no sabe uno qué es lo que quiere decir, muchas veces”.
Los amparos, como recuerda Pedro, tienen tres momentos, cuando un juez federal los admite, cuando un Tribunal Colegiado los rectifica (lo que pasó ayer) y en dado caso, si se impugna y llega la Suprema Corte de Justicia de la Nación. De ser así, la Suprema Corte debería resolver sobre la demanda de fondo del amparo: que la construcción del Tren Maya podría vulnerar el derecho a un medio ambiente sano y que su procesos de consulta ignoró y no informó de manera adecuada a las comunidades indígenas que afecta.
Se está reforestando, la respuesta
Ante la demanda de la afectación al medio ambiente, el presidente reviró que las afectaciones no son tan grandes como se quiere hacer creer. “Nuestros adversarios han desinformado, ya expliqué que van a desmontarse 100 hectáreas cuando mucho, tomando en cuenta que en línea recta son 100 kilómetros de acahual –zonas de pastizales altos–, ni siquiera monte alto, no es selva”, aseguró durante su conferencia.
Al contrario, aseguró que como parte de las acciones de remediación ambiental se están reforestando otras 200 mil hectáreas de selva y, en el paso del Tren Maya, se promoverán tres parques naturales que abarcarán en conjunto 18 mil hectáreas: La ampliación de la reserva de Calakmul, la ampliación del parque de Tulum y el parque natural de Uxmal.
Para Pedro Uc Be, estos son temas diferentes: “En realidad no tiene nada que ver con eso, son cosas distintas, me parece que no se puede equiparar esta devastación ambiental que se está haciendo en una zona ni con los parques ni con el programa Sembrando Vida, que además, eso no se puede llamar reforestación”, asegura. “El discurso que está generando es un discurso que engaña a la gente que está desinformada o a los que le aplauden de todo”.
El colectivo Múuch’ Xíinbal está conformado por 25 comunidades de diferentes partes de la península de Yucatán, no tienen ningún tipo de registro, ni planean tenerlo, tampoco es una organización civil ni busca hacerse de recursos de la cooperación internacional. “Somos mayas, gente campesina, que nos organizamos primero por los proyectos de soya transgénica, después contra las granjas porcícolas, y contra los parques fotovoltaicos eólicos y solares; últimamente contra las inmobiliarias que construyen hoteles y restaurantes. Son proyectos que no nos favorecen y sí nos perjudican”, aseguró Pedro.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
