El dólar se fortalece, cae el valor del euro y los mercados internacionales se sacuden. ¿Cómo afecta la crisis a México? Aquí algunas respuestas
Por Alberto Nájar / Pie de Página
CIUDAD DE MÉXICO.- Los mercados internacionales enfrentan señales de alarma por el aumento del valor del dólar estadounidense, y la caída en la cotización de monedas como el euro.
Pero la tormenta financiera internacional se mantiene ajena, hasta ahora, a la economía de México.
El valor del euro frente al dólar se acercó a la misma paridad cambiaria; es algo no visto desde el nacimiento de la moneda unitaria en Europa.
Analistas financieros y medios especializados advierten que es la peor crisis del euro desde 2002.
En algunos países la moneda se vendió a poco más de un dólar por unidad, y en algunos casos se cotizó por debajo del billete estadounidense.
Al mismo tiempo el valor del dólar se incrementó en América Latina, lo que provoca una tormenta financiera en lugares como Brasil, Venezuela, Argentina o Chile.
Paradójicamente, en otros países la situación puede resultar positiva.
Es el caso de El Salvador que tiene una economía dolarizada -es la moneda de más uso en ese país- o de Honduras, altamente dependiente de las remesas.
América Latina: inflación imparable
La variación del tipo de cambio se presenta, además, en un momento complicado para la región que todavía padece la crisis económica por la pandemia de COVID-19
Latinoamérica enfrenta una oleada imparable de inflación, especialmente en alimentos y materias primas.
También se suma el aumento del desempleo pues a diferencia de Europa o Estados Unidos, la recuperación de las empresas latinoamericanas ha sido más lenta.
México también se ha contagiado de los mismos factores de inestabilidad, aunque en este caso se tomaron medidas anticipadas en previsión de la tormenta financiera que empieza a perfilarse en Occidente.
Una de ellas fue el aumento histórico del Banco de México a la Tasa de Interés Interbancario de Equilibrio (TIIE) para ubicarla en 7.75 por ciento promedio anual.
El incremento fue severamente criticado; pero semanas después de su anuncio puede representar una medida de salvaguarda ante las variaciones en el tipo de cambio internacional.
El desliz del euro
Detrás de la inestabilidad cambiaria del euro y las repercusiones en otras monedas hay varias razones.
Una de ellas es la prolongación del conflicto bélico en Ucrania. La invasión de Rusia afectó a uno de los mayores productores agrícolas del mundo, lo que encareció el precio de granos como trigo y maíz.
Otro elemento es la fuerte dependencia de Europa del gas natural de Rusia, donde la producción está severamente afectada por la guerra con su vecino.
El precio del hidrocarburo aumentó y con ello se encarecieron servicios como la electricidad, que en países como España llegó a niveles históricos.
Hasta ahora no hay previsiones de una pronta solución al conflicto bélico, lo cual representa una crisis adicional en el corto plazo:
Prácticamente todos los países de la región necesitan del gas ruso para sobrevivir al invierno.
Los contratos para el abastecimiento del hidrocarburo se firman por anticipado, justo en momentos de incertidumbre ante la posibilidad de que se intensifique la guerra en Ucrania.
Esto obligaría a una posición más dura de la OTAN y con ello una respuesta similar de Rusia, como la decisión de cortar el suministro de gas al resto del continente.
La cercanía de una mayor crisis energética es parte de la inestabilidad del euro frente al dólar.
De acuerdo con medios especializados en finanzas, el Banco Central Europeo (BCE) ha postergado la decisión de incrementar las tasas de interés bancarias, como ya lo hizo la Reserva Federal de Estados Unidos.
Una de las razones para el titubeo es la posibilidad de una recesión en Europa donde ya aparecieron señales en ese camino.
Este lunes Alemania informó que en mayo registró un déficit comercial al registrarse un nivel mayor de productos importados que de exportaciones.
Es la primera vez desde 1991, cuando ocurrió la reunificación alemana, que se presenta un resultado similar en su balanza comercial.
El saldo negativo se debió, entre otras razones, al incremento en el precio del gas importado de Rusia.
Estados Unidos y el 0.75 de la Fed
Postergar un eventual aumento en las tasas de interés europeas pone al euro en desventaja frente al dólar, que recuperó valor y estabilidad tras la determinación de la Fed (como se conoce a la Reserva Federal) del pasado 15 de junio.
Ese día el organismo aumentó en 0.75 por ciento la tasa de interés, el mayor incremento desde 1994 como parte de las acciones para contener la inflación en Estados Unidos.
La medida, sin embargo, tuvo otros efectos. Uno fue la mayor demanda de bonos estadounidenses ante un mejor rendimiento en los mercados: ofrecen más ganancia que hace unas semanas.
Así, llegó más dinero a la economía de ese país y con ello el valor del dólar frente a otras monedas internacionales se incrementó.
No ocurre lo mismo con el euro que enfrenta un escenario de incertidumbre que no existe en Estados Unidos.
México y el superpeso
En tal escenario, México enfrenta una situación diferente a otros países.
Por ejemplo, en el primer semestre de 2022 el peso ha subido frente al dólar, e inclusive en mayo registró su mejor desempeño de los últimos dos años.
De hecho, varios analistas definieron a la moneda mexicana como el superpeso.
Es parte de una tendencia similar en otras regiones de América Latina, que se beneficiaron del virtual congelamiento que durante varios años mantuvo la Fed estadounidense en torno al valor de su moneda.
Es el caso del real brasileño que tuvo la mayor apreciación de todas las monedas latinoamericanas.
El superpeso permite a la economía nacional un período de estabilidad ante los vaivenes internacionales por la guerra en Ucrania, que se intensificó con la determinación de Banxico de aumentar la TIIE.
Esta medida redujo el impacto del aumento registrado previamente por la Reserva Federal, pues mantuvo el valor de los bonos y rendimientos mexicanos lo que evitó una salida de capitales.
Un elemento adicional es el incremento en el volumen de remesas enviadas desde Estados Unidos, que se traduce en una mayor disponibilidad no sólo de dinero en efectivo para millones de personas, sino el registro contable -en las mediciones macroeconómicas- de una mayor disponibilidad de dólares en el mercado.
¿Cuál es el beneficio? De acuerdo con la ley de oferta y demanda el producto más caro es el que escasea.
En el caso del dólar las personas, empresas o inversionistas que lo necesiten pueden comprarlo sin problemas en el mercado cambiario, lo cual permite mantener su costo al valor real.
Finanzas públicas sanas
Es una situación distinta a otros países o en distintos momentos de la historia reciente de México, como a finales de 1994 cuando en pocos días ocurrió una intensa fuga de capitales:
No había dólares disponibles y los que existían se cotizaron a un precio mayor por la excesiva demanda.
Además, a la estabilidad financiera mexicana ante la incertidumbre internacional se suma una vieja decisión que con frecuencia se olvida en el debate político y los cuestionamientos al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde el 22 de diciembre de 1994 -cuando inició la crisis conocida como Efecto Tequila- el régimen cambiario del país se determina por la libre flotación, es decir, el valor del dólar se determina por el costo que fija la ley de oferta y demanda.
Esto ha permitido no sólo conservar las reservas internacionales del Banco de México, sino que ofrece mayor certidumbre a los mercados financieros.
Y un último elemento es un tema convenientemente olvidado en la mayoría de los medios convencionales:
Las finanzas públicas se mantienen relativamente sanas, de acuerdo con organismos especializados como el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Se trata del organismo creado por las principales cámaras empresariales -incluida la Coparmex, crítica del gobierno- para contar con análisis propios del desempeño económico del país.
Las variables macroeconómicas se encuentran estables: la recaudación fiscal aumentó en el primer semestre de 2022.
En el primer trimestre del año la Inversión Extranjera Directa (IED) fue de 19 mil 428 millones de dólares, un aumento de 63.7 por ciento con respecto a 2021.
La inflación, si bien es la más alta de los últimos años, es menor a la de países vecinos como Estados Unidos afectado por la volatilidad del precio de hidrocarburos.
Un factor que también contribuye a la estabilidad de las finanzas públicas: el ingreso por la venta de petróleo y gas aumentó con la crisis energética internacional.
Hasta mayo pasado, según datos de la Secretaría de Hacienda, las finanzas públicas del país superaron en 91 mil 417 millones de pesos los ingresos programados para esa fecha.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.