Cerca de 200 migrantes expulsados por Estados Unidos y en situación de calle fueron trasladados este lunes a un espacio habilitado por los gobiernos municipal y estatal para que pasen la noche
Por Rocío Gallegos / La Verdad
Ciudad Juárez– Anoche José, un venezolano de 28 años, pudo dormir bajo un techo. Desde el 13 de octubre que Estados Unidos lo expulsó por esta comunidad fronteriza pernoctaba en la calle envuelto cobijas donadas por ciudadanos.
Cuando se alistaba para dormir debajo de la escalera del Centro de Apoyo Integral al Migrante, operado por el Consejo Estatal de Población (COESPO), fue informado que serían trasladado a un espacio improvisado para que pasara la noche.
Se trata de un edificio ubicado en la avenida Valle de Juárez, en la curva San Lorenzo, que el empresario Manuel Tejada prestó al Municipio para brindar ayuda humanitaria a venezolanos que el gobierno de Estados Unidos comenzó a regresar por esta frontera.
Esto es algo temporal, no es propiamente un albergue, dijo el secretario del Ayuntamiento, Héctor Rafael Ortiz Orpinel, quien comentó que en esta acción se trabajo en conjunto con los gobiernos federal y estatal para “ver cómo podemos ir resolviendo esta situación, en lo que dura la situación de las personas de nacionalidad venezolana”.
“Es bien importante señalar que hoy este tema es de atención de humanidad para atender una situación que se generó de pronto y agradecemos a quienes nos brindó estas instalaciones”, añadió el funcionario.
Los migrantes fueron trasladado en unidades de transporte de personal. Muchos de ellos se negaban a dejar la vía pública.
Tenemos miedo, repetían los migrantes ante la insistencia de los funcionarios para que subieran a los camiones para llevarlos al lugar donde podrían pasar la noche bajo un techo.
Luego de casi una hora de conversaciones con funcionarios estatales, aceptaron su traslado. El lugar improvisado no cuenta con prácticamente nada, solo había una tarima de madera, un escenario, así como una o dos mesas. Hasta el lugar se acercaron voluntarios con comida caliente y ropa. Los gobiernos llevaron bolsas con despensa, pero el lugar no cuenta con cocina donde puedan preparar alimentos.
Su traslado se dio por el descenso de temperatura que comienza a registrarse en la localidad, dijo Oscar Ibáñez, representante de la gobernadora de Chihuahua en Ciudad Juárez.
Este lugar no es un albergue, es solo un espacio para que no duerma a la intemperie, explicó.
Durante la primera noche se esperaba alojar a cerca de 200 personas. Otras siguieron en la calle y otros acudieron algunos albergues como el Leona Vicario y el Kiki Romero, a donde se canalizó a familias o adultos con infantes, se informó.
Ortiz Orpinel indicó que los albergues que están funcionando en Ciudad Juárez contaban con poco espacio, pero se logró que en el Kiki Romero, el domingo, ingresaran 30 personas, entre familias, niñas y niños, y este lunes otra cantidad similar.
Al ingresar los primeros migrantes al albergue provisional, personal de Derechos Humanos del Municipio, que depende de la Secretaría del Ayuntamiento, les brindó información de sus derechos entre los que se encuentran salir del albergue sin obstáculos, además de las reglas de convivencia.
Ibáñez indicó que Estados Unidos estará retornando diariamente 200 migrantes venezolanos por Ciudad Juárez y el albergue provisional funcionará por el tiempo que tengan que esperar a que les resuelvan su situación o tramites migratorios.
“A partir del 12 de octubre el Gobierno de los Estados Unidos comenzó a regresar migrantes venezolanos y el primer día fueron 130, el segundo 200. Ellos tienen un tope de 200 para regresar por Ciudad Juárez, fue una medida acordada con el Gobierno de México, decidieron regresar 1000 migrantes diarios en 5 puntos de la República, Juárez es uno de esos puntos”, apuntó. Los cinco puntos son Tijuana, Nogales, Piedras Negras, Matamoros y Ciudad Juárez.
Esta situación comenzó desde el 12 de octubre cuando Estados Unidos anunció que aceptará a 24 mil venezolanos que se registren previamente en el nuevo programa, que lleguen por vía área y cuenten con un patrocinador en Estados Unidos. También dio a conocer que devolverá a los que se internen a su país de manera ilegal.
Los migrantes, en su mayoría hombres, arribaron envueltos en cobijas al nuevo centro, algunos llegaron directo a dormir sobre las tarimas de madera. Otros pasaron por comida caliente que se les ofreció.
José fue uno de los trasladados. Dijo sentir incertidumbre y temor, pero decidió aprovechar la oportunidad de dejar la calle.
El hombre es de Maracaibo, al noroeste de Venezuela. Hace un mes salió de su tierra con la intención de viajar a Dallas, Texas. Pese a su expulsión dice que no pierde la esperanza de ser uno de los 24 mil venezolanos que Estados Unidos anunció que aceptará bajo el nuevo programa migratorio vigente desde el 12 de octubre.
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