A pesar de su prosperidad económica, Chihuahua no ha logrado abatir las carencias sociales… hay una deuda en seguridad, infraestructura de vivienda, de transporte y desarrollo social
Por Itzel Ramírez / La Verdad
Cuando Mayela Victoria se decidió por fin a dejar Tabasco para reunirse con su marido en Juárez, Chihuahua, lo hizo convencida de que era lo mejor para el futuro de su familia. La ciudad fronteriza, pensó, les ofrecía a ella, a su esposo y a sus dos hijos un futuro más prometedor.
A cuatro años de la mudanza, Mayela no tiene claro si tiene una vida mejor, pues aunque tiene un trabajo seguro en la maquila, la inseguridad y los vicios que rondan a Karen –su hija adolescente–, le quitan cualquier sensación de calma.
Además está la preocupación que la mujer siente por su marido, un policía municipal que recorre todos los días el suroriente de Juárez. Cualquier día su esposo podría ser atacado y entonces, se pregunta, ¿de qué servirá que ahora tenga un buen salario?, uno mucho más alto del que podría ganar haciendo el mismo trabajo en Tabasco, donde ambos nacieron.
El viaje que emprendió Mayela con sus hijos es el mismo que hacen miles de mexicanos que migran hacia uno de los estados con mayores ingresos per cápita en el país.
Al menos durante la última década, Chihuahua fue una de las seis entidades que más atraen población interna en el país, es decir, adonde llegan más mexicanos de los que se van, como indican los datos del Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
De 2010 a 2020 llegaron a Chihuahua 561 mil 40 personas provenientes de otras entidades; se fueron 259 mil 407, lo que deja el saldo neto de migración interna en 301 mil 633 personas. Solamente Baja California, Estado de México, Nuevo León, Querétaro y Quintana Roo, son las entidades que tuvieron saldos más altos, apuntan las cifras disponibles.
Sin embargo, el Índice de Progreso Social 2015-2021 (IPS), elaborado por la organización México, ¿Cómo vamos?, muestra que a pesar de su prosperidad económica, en lo que respecta a calidad de vida, Chihuahua tiene un desempeño social inferior al que debería de acuerdo al PIB.
Estar entre las entidades con mejores ingresos del país no ha servido para que la entidad del norte del país logre combatir la inseguridad, el suicidio, el embarazo adolescente, la mortalidad infantil o el abstencionismo, de acuerdo con la medición divulgada hace unos días.
“Mejorar el progreso social de las personas y los hogares pasa por crear empleos de calidad y promover la formalidad de su actividad económica, pero también demanda aprovechar la vocación económica de los estados con protección al medio ambiente, garantizar la seguridad pública y la certeza jurídica, e invertir en infraestructura social, educativa y de salud, pero también en logística y comunicaciones”, apuntó la presentación del documento, firmada por Sofía Ramírez Aguilar, directora de México, ¿Cómo vamos?
Las entidades deben ampliar sus horizontes más allá de la atracción de maquilas, consideró Ramírez.
“Apertura comercial no es exclusivamente dedicarse a la maquila, sino ofrecer servicios de integración con las cadenas productivas; producir energía limpia y suficiente; contar con reglas y hacer que se respeten, así como contar con la infraestructura suficiente para el comercio”, continuó el análisis.
Víctor Quintana Silveyra, que fue secretario de Desarrollo Social de Chihuahua de finales de 2016 a principios de 2020, dijo que el IPS revela los contrastes de una entidad próspera económicamente pero con profundas carencias sociales.
“El Índice es interesante porque muestra las dos caras de una moneda, la cara que siempre presentamos que es la del desarrollo económico, donde somos de los primeros estados en el país; pero también está la parte de falta de infraestructura, de políticas públicas que no atienden las necesidades”, dijo el exfuncionario
En entrevista, Quintana Silveyra criticó que las administraciones se concentren en la atracción de inversión extranjera sin revisar cómo ello impactará en la población más allá de la creación de empleos.
“Los gobiernos solamente se basan en que vengan las maquilas y generen empleos, pero no se piensa en infraestructura de vivienda, de transporte y social”, lamentó el también activista.
La peor entre los ricos
Cuando una entidad tiene un PIB per cápita mayor o igual a 132 mil pesos anuales –sin considerar ingresos petroleros–, entra al grupo de las más ricas del país.
Además de Chihuahua, Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Coahuila, Jalisco, Nuevo León, Querétaro y Sonora están entre las entidades con más ingresos.
“… aunque los ingresos altos son una condición necesaria y deseable para el progreso social, esto no es suficiente. A lo anterior se le deben sumar políticas públicas cuyo objetivo sea aprovechar los recursos económicos disponibles de una forma sostenible para impulsar el desarrollo social incluyente”, explica el informe del IPS sobre las economías locales más grandes.
A pesar de ser la novena economía de México con un PIB que asciende a 142 mil 198 pesos, en el IPS Chihuahua ocupa la posición 13, con 65.8 puntos de los 100 que mide el índice; se trata de la peor evaluación dentro de las entidades con mayores ingresos per cápita.
Aunque su posición ha mejorado desde 2015, cuando estuvo en el lugar 17, también ha tenido retrocesos, pues en 2016 y 2018 llegó al número 11 en cuanto a progreso social del país.
En el desglose de categorías, Chihuahua ocupó algunos de los peldaños más bajos, lo que da cuenta del rezago en el desarrollo social.
La entidad ocupa el lugar 28 de 32 de las que tienen más muertes infantiles frente al total de nacidos vivos, con una tasa de mortalidad infantil de dos mil 85.70.
En cuando a tasa de homicidios, Chihuahua ocupa el lugar 29 y el 27 en la categoría de seguridad personal.
Aumenta su mala calificación, en el lugar 31 de 31 en cuanto a peligrosidad de accidentes de tránsito, en donde alcanzó una tasa de 7.7 accidentes fatales por cada 100 mil habitantes.
Mientras que en lo que se refiere a la tasa de suicidios, Chihuahua es la peor entidad del país, con 14.5 casos por cada 100 mil habitantes.
En suicidios con 32, es el peor. La tasa de suicidios es de 14.5 por cada 100 mil habitantes, la más alta de todo el país. En mortalidad por enfermedades circulatorias es la 23m la tasa es de 203.3 por cada 100 mil habitantes.
Repite como el peor estado de México en la categoría de embarazo adolescente, con 18.2 por ciento de nacimientos registrados con madres menores de 20 años.
“Imagina una casa que de fuera se ve muy bonita, por dentro tiene buenos muebles, pero en la que uno de los hijos se suicida, la hija adolescente está embarazada y los padres se pelean todo el tiempo, así se ve Chihuahua”, ejemplificó Víctor Quintana.
Al reflexionar sobre cómo pinta su panorama una vez asentada en Juárez, Mayela Victoria coincide con lo que señala el índice.
“De dinero nos preocupamos menos y aquí ya estamos pagando nuestra casa, una casa propia, pero tengo que ver que mi hija no se salga con otras chamacas y luego venga embarazada, o de que se empiece a drogar, y atrás viene mi hijo (de seis años), por él también me apura”, contó la mujer, que compró a crédito con su esposo una casa en el fraccionamiento Riberas del Bravo, una de las zonas más peligrosas de la ciudad.
Además, recordó Mayela, está la nostalgia por un ambiente diferente, donde sus hijos podían correr en patios grandes, donde el clima no se compara jamás al frío del desierto y donde no era tan peligroso ser adolescente.
“Juárez sí nos recibió bien, mi marido no quiere regresarse, pero yo no termino de ‘hallarme’, aquí se extraña caminar, la vida tranquila, donde hay preocupaciones pero no que nos vayan a matar”, aseguró.
Quintana concuerda en que una de las grandes deudas de los gobiernos, y del desarrollo económico, es la inversión social.
“No hay continuidad con las políticas públicas, seguimos con una visión asistencialista y clientelar, donde el tripié derechos-cuidados-desarrollo de capacidades, está totalmente ausente”, aseveró.
Sobre su gestión al frente de Desarrollo Social, Quintana dijo que el presupuesto disminuido y la eliminación de algunos programas, junto a dinámicas que privilegian solo la inversión económica, impidieron que se avanzara conforme a lo planeado.
Las malas calificaciones para Chihuahua también incluyen las agresiones a periodistas -con una tasa de 0.984 eventos por cada 100 mil habitantes-, donde la entidad aparece en el lugar 26.
Además, ocupa el lugar 27 en participación electoral, con un 56.7 por ciento de personas de la lista nominal que votaron en los comicios federales más recientes.
En las categorías generales, Chihuahua ocupa el lugar 15 en necesidades humanas básicas, el 10 en fundamentos del bienestar y el 10 en oportunidades.
¿Qué es el IPS?
Se trata de una medición del desempeño social, independientemente de los factores que miden ingreso o gasto, explicó México, ¿Cómo vamos?
“Se construye con indicadores sociales y ambientales para tres dimensiones del progreso social: necesidades humanas básicas (nutrición y cuidados médicos, agua y saneamiento, vivienda y seguridad personal), fundamentos del bienestar (acceso a conocimientos básicos, acceso a información y comunicaciones, salud y bienestar y calidad medioambiental) y oportunidades (derechos personales, libertad persona y de elección, inclusión y acceso a educación superior)”, detalló la publicación.
Como propósito principal, tiene evaluar las preguntas “que realmente importan en la vida de las personas: ¿tengo un hogar que me brinde protección? ¿tengo suficiente para comer? ¿tengo acceso a educación?”.
Asimismo, el IPS detectó que la pandemia de COVID-19 representó un retroceso en las mediciones tanto a nivel nacional como de las entidades.
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