El bloqueo a la zona arqueológica de Chichén Itzá por parte de comunidades mayas suma casi una semana. Los pobladores acusan discriminación y actos de corrupción por parte de los funcionarios del INAH, que declaran que la protesta obedece a que los manifestantes son artesanos, comerciantes, guías de turistas y ejidatarios que no quieren cumplir las reglas
Por Claudia Arriaga / Pie de Página
Yucatán- Integrantes de comunidades mayas del municipio de Tinum, Yucatán, exigen al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que despida al director de la zona arqueológica de Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Ramírez. Los pobladores de las comisarías de Pisté, Xcalacoop y San Felipe acusan al funcionario y sus custodios de actos discriminatorios y corrupción. Las comunidades denuncian que esos funcionarios les prohibieron hablar en su lengua maya, y ejercen malos tratos contra las personas de los pueblos mayas que trabajan en el área.
En entrevista, las personas que bloquean la carretera de acceso a la zona arqueológica de Chichén Itzá desde el pasado lunes 2 de enero relataron que suman ocho años de tolerar los maltratos. Dicen que intentaron solucionar la situación sin protestas. En el 2019, durante una visita del titular del INAH, Diego Prieto Hernández, le explicaron la situación, pero no existió respuesta.
“No le gusta que hablemos la lengua maya porque no la entiende, aunque digan lo contrario en los hechos dicen lo contrario. Es una mafia que existe en el INAH y se protegen entre todos. Otra cosa después que ganó AMLO nadie del INAH ha sido cambiado, es la única dependencia donde pasa esto”, señala Arturo Ciau, secretario de Pueblos Indios del Comité Estatal de Cioac Yucatán.
Ciau acusa al funcionario del INAH Santos Ramírez de realizar cobros extraoficiales a comerciantes y guías de turistas, así como vender entradas que no se reflejan en la caja del INAH. También, señala, permiten que turistas suban a las pirámides pese a la prohibición que existe por el daño que representa.
Arturo Ciau pide que se investigue a los funcionarios del INAH ya que, asegura, Santos Ramírez tiene propiedades en la Riviera Maya que no podría mantener con su salario como funcionario público.
“Tocamos un punto donde el interés de ellos es lejano, tiene propiedades en la Riviera Maya y es costoso, con su sueldo no les da, pedimos que se le investigue”, comenta en entrevista.
Otra de las anomalías de los funcionarios del INAH, acusan, es que les prohíben trabajar a vendedores, artesanos y guías de turistas sin justificación.
Tal es el caso de una de las manifestantes, la mamá Adal C., un joven que en 2019 atacó con un arma blanca a uno de los guardias de Chichén Itza. Ella y su esposo entregaron a su hijo a las autoridades. Purga una condena de más de 20 años. Sin embargo, la directiva de Chichén Itza castigó a toda la familia y no le permiten trabajar en el área.
“La condena del director de Chichén Itzá, Marco Antonio, fue el destierro de una familia, de tres hijos que sin comida pasaron la pandemia. Ustedes -los manifestantes- son los próximos si se dejan porque a nosotros nos abandonaron las autoridades porque somos tres personas; pero ustedes son un grupo y si dejan que los divida también pasará lo mismo”, dice la madre de Adal.
No acatan las reglas: autoridades
Por su parte, el director de Chichén Itzá, Marco Antonio Ramírez, aseguró que las personas se manifiestan porque no quieren acatar las reglas. Mencionó que hay artesanos, guías de turistas y demás trabajadores que venden y consumen drogas.
“Nos hemos enfrentado y nos enfrentamos, por ejemplo, a la venta de droga en la zona arqueológica, y bueno, de hecho varios, por lo menos hasta ahorita, llevamos dos artesanos que consumían drogas de otra forma y que fueron, digamos, ya no se les permitió el acceso. Y es importante no nada más por nosotros, sino por los propios líderes de los artesanos”, expresó.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia mantiene la Zona Arqueológica de Chichén Itzá abierta al público, con el respaldo de 50 elementos de la Guardia Nacional que custodian las instalaciones ante visitantes y personal del INAH. Sin embargo, desde el jueves pasado, el sitio ya no recibe a ningún visitante. Los turistas son enviados a Ekbalam, zona arqueológica situada a poco más de 70 kilómetros de Chichén Itzá.
Las comunidades mayas advirtieron que continuarán con el bloqueo que inició el lunes 2 de enero, hasta que no despidan a Marco Antonio Ramírez.
Este viernes, el INAH anunció una inversión de poco más de 2 mil millones de pesos en Chichén Itzá como parte de los recursos derivados del proyecto Tren Maya.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.