Un nuevo testimonio en el juicio contra García Luna acusa que el ex secretario de seguridad pública durante el gobierno de Calderón habría pagado sobornos mensuales a El Universal para limpiar su imagen; el periódico asegura que lo acusan sin pruebas
Por Alejandro Ruiz / Pie de Página y Redacción La Verdad
Ciudad de México- Genaro García Luna habría pagado 25 millones de pesos mensuales a El Universal para que el periódico hiciera publicaciones favorables para limpiar su imagen. Así lo declaró Héctor Villarreal, exsecretario de Finanzas del gobierno de Coahuila durante la gestión Humberto Moreira. Villarreal es el primer exfuncionario mexicano en declarar durante el juicio en contra del extitular de la Secretaría de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón.
De acuerdo con el testimonio de Héctor Villarreal, Humberto Moreira fue el intermediario entre García Luna y Juan Francisco Ealy Ortiz, dueño de El Universal y presunto padrino del nieto del ex gobernador de Coahuila.
El testimonio de Villarreal, quien dice tener las facturas para probar su acusación, se suma a una ola de declaraciones que criminales, ex policías y agentes de la DEA han dicho en contra del exsecretario de Seguridad, quien enfrenta un juicio acusado de narcotráfico en la Corte Federal Este de Nueva York.
Ante el señalamiento en su contra, El Universal aseguró que “es totalmente falso” y acusaciones sin sustento.
En un editorial publicado este martes, señala que las afirmaciones que se hicieron en el juicio contra García Luna se suman a una campaña de desprestigio y de ataque a medios de comunicación que se ha dado desde 2018, en especial atención a El Universal.
Protección a narcotraficantes y tráfico de dinero y droga por el aeropuerto: los testimonios contra García Luna
En enero, durante la primera semana del juicio, los testimonios vincularon al exsecretario de Seguridad con las operaciones del cartel de Sinaloa, quienes, de acuerdo con el contador Israel Ávila, tenían el nombre de Genaro García Luna en un archivo Excel donde el grupo criminal enlistaba la nómina.
También corroboró el apoyo de la Policía Federal para las operaciones del grupo criminal, quienes podían acceder a cargamentos decomisados antes de que se entregaran a las autoridades. Inclusive, detallan los testimonios, en momentos clave como la captura de Jesús El Rey Zambada, García Luna autorizó que miembros de los Beltrán Leyva coordinaran las operaciones.
Un expolicía federal que trabajaba en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, llamado Raúl Arellano, señaló que otro de los acuerdos que tenía García Luna era permitir el tráfico de drogas por ese aeropuerto. En las acusaciones también se mencionó al exjefe de la Agencia Federal de Investigación, Luis Cárdenas Palomino, y al que era jefe de aeropuertos de la Policía Federal, Óscar Moreno Villatoro, a quien se le acusa de reunirse periódicamente con altos mandos del cartel para recibir dinero.
Por otro lado, un exagente de la DEA que también fue llamado a declarar afirmó de decomisos de drogas en puertos y playas mexicanas, enunciadas por otro narcotraficante que funge como testigo, Óscar Orlando Nava Valencia El lobo, exlíder del Cartel del Milenio. En su declaración, El Lobo dijo que pagó sobornos a García Luna a cambio de protección y seguridad.
¿Qué sigue?
Uno de los momentos más esperados es que la Corte estadounidense llame a declarar al exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia, quien ya fue sentenciado por esa misma Corte por cargos relacionados al narcotráfico. La información que puede poseer este exfuncionario es clave, por lo que la defensa de García Luna ha promovido amparos para evitar que declare, pero no han resultado favorables.
También se esperan las declaraciones del hermano de Ismael “El Mayo” Zambada y de Edgar Valdez Villareal “La Barbie”, los primeros criminales de alto perfil en declarar en el juicio.
Por otro lado, se estima que en esta semana puedan darse los contra interrogatorios a los testigos por parte de la defensa legal de García Luna, representada por el abogado César De Castro.
Desde la elección del jurado hasta hoy han pasado cuatro semanas en las que el exfuncionario comparece ante la justicia norteamericana, y en las que testigos clave han detallado los nexos y las formas en las que operaba García Luna para el cartel de Sinaloa.
Genaro, el corrupto. La declaración de El Grande
El primer testigo en comparecer ante la Corte fue Sergio Valdez Villareal, El Grande, operador de Arturo Beltrán Leyva. Su testimonio deja sentada la participación de García Luna en la expansión y consolidación del Cartel de Sinaloa en el país y en el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos.
Entre la información clave que aportó este testigo, El Grande aseguró que mientras García Luna ocupó puestos clave en la Secretaría de Seguridad Pública proporcionó, a cambio de sobornos, condiciones de seguridad: como equipos para interceptar comunicaciones y servicios de inteligencia. También, de acuerdo con este testimonio, Genaro García Luna entregó información de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) a los narcotraficantes.
En la declaración de El Grande también se acusó a Luis Cárdenas Palomino como uno de los operadores al interior de las instituciones de seguridad del país.
Durante su declaración, El Grande aseguró que durante la gestión de García Luna al frente de la Secretaría de Seguridad, los Beltrán Leyva “secuestraron” al funcionario durante unas horas para charlar sobre los acuerdos que ya tenía establecido el ex secretario con el grupo criminal, con quienes había interrumpido comunicaciones en ese momento.
Genaro, el narcotraficante. La declaración de El Mecánico
Tirso Martínez fue el segundo operador del Cartel de Sinaloa en declarar contra Genaro García Luna. El Tirso, o El Mecánico (como le apodaban) era responsable de enviar cargamentos de cocaína en trenes hacia Los Ángeles, Chicago y Nueva York. Su declaración, aunque afirmando que no conocía al ex secretario de seguridad, da cuenta de la protección que recibió el Cartel por agentes federales y elementos de la Sedena.
Al testimonio del Tirso, se sumaron los de cinco agentes en activo y retirados de corporaciones de seguridad de los Estados Unidos. En sus testimonios se verificaron las actividades criminales del testigo y la magnitud de los embarques de cocaína que le fueron decomisados. También declaró un narcomenudista en los Estados Unidos, Héctor Tolentino, quien probó que, desde las operaciones a gran escala aseguradas por García Luna, se ha diversificado y expandido la venta de drogas en las ciudades estadounidenses, pasando de la cocaína, al cristal y el fentanilo.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.