Este jueves iniciarán las actividades de México en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico que se realiza desde el martes en San Francisco, Estados Unidos. Migración, comercio y el desarrollo de la frontera son los temas que México busca tratar sobre de cara a las grandes potencias: Estados Unidos y China
Por Arturo Contreras Camero y José Ignacio De Alba / Pie de Página
Ciudad de México- Después de dos días de haber iniciado, el presidente Andrés Manuel López Obrador se incorporará a las reuniones de la cumbre del foro de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico, por su siglas en inglés). Desde diciembre de 2022 el presidente Obrador había adelantado que no asistiría a la reunión por los desencuentros binacionales con Perú, sin embargo, por la importancia de los temas a tratarse, aceptó la invitación del presidente de Estados Unidos, país que alberga la reunión.
El presidente mexicano sostendrá una reunión con sus homólogos de Estados Unidos y con el de China, con quien se reunirá por primera ocasión. Se espera que discutan temas como el del tráfico de drogas sintéticas de China hacia Estados Unidos, el desarrollo económico y sobre todo, el reto de la migración.
La APEC es un organismo multilateral que se creó en 1989 para promover el crecimiento económico y le comercio entre los países que colindan con el océano Pacífico. Reúne a 21 países, cuyas economías sumadas equivaldrían al 56 por ciento del producto interno bruto del mundo y concentra el 46 por ciento del comercio global.
Tres temas clave
Durante la conferencia matutina del presidente del pasado 14 de noviembre la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, habló sobre los puntos primordiales sobre los que tratará la agenda de México en la reunión.
“El tema más relevante que vamos a tratar también es el de migración, en donde el presidente López Obrador ha puesto mucho énfasis en las causas estructurales de la migración y tenemos, además, resultados muy concretos después del encuentro de Palenque, en donde se citaron a 11 países”, dijo al respecto la secretaria Bárcena.
Reconoció que la nuestra es una región atractiva, pero enfrentan graves problemas de pobreza y desigualdad, por lo que parte de la discusión se ocupará en crear proyectos de desarrollo para ampliar las vías regulares de migración por medio de visas de trabajo. Así mismo se tratará el tema de cómo apoyar a los mexicanos en Estados Unidos, cuyos padres llegaron a ese país tres o cuatro generaciones antes y que no han podido regularizar su situación migratoria.
Otro tema primordial será el desarrollo conjunto y la modernización de los pasos fronterizos entre México y Estados Unidos.
El tercer tema es el tema de las drogas sintéticas en general, en donde México ha hecho mucho trabajo y que se demostrará a los representantes de otras naciones, sobre todo en temas de control y aseguramiento de metanfetaminas.
“Se tendrá que hablar de la cadena de valor del fentanilo, particularmente los precursores que vienen principalmente de Asia, y será uno de los temas también a abordar, cómo hacer un mejor control de lo que sale de Asia, de lo que llega a México, porque hay lógicamente una línea de precursores de fentanilo que es legal, que se va a los medicamentos de anestésicos o cosméticos, que eso es legal, pero hay otra parte que hay que controlar”, añadió Alicia Bárcena.
Días antes, la Marina Armada de México había anunciado la propuesta de crear un espacio de colaboración trilateral entre México, Estados Unidos y China para regular más el tránsito de fentanilo a través de sus fronteras.
La agenda oficial
El presidente llegó a San Francisco la noche del miércoles. El jueves a primera sostendrá una reunión bilateral con el presidente de China, Xi Jiping, después participará en la foto oficial con representantes de los 23 países participantes, una reunión de inauguración en la que se llevará a cabo un diálogo informal entre todos los países.
Por la tarde del jueves López Obrador tendrá otra reunión con el presidente Justin Trudeau de Canadá y por la noche asistirá a una cena oficial. El viernes por la mañana tendrá una reunión el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y después tomará parte en la sesión de clausura a las 11 de la mañana.
La asistencia de López Obrador estuvo en vilo desde septiembre del 2022, cuando anunció que no asistiría, sin embargo, el 9 de octubre confirmó su presencia después de recibir un mensaje de Joe Biden en el que exaltaba la importancia de su participación.
El presidente mexicano preveía no participar para evitar “groserías” de parte de la representante de el Perú, Dina Boluarte, quien desde diciembre de 2022 ocupa la presidencia de ese país. Obrador no ha reconocido la presidencia de Dina Boluarte, que a principios de diciembre de 2022 asumió ese puesto tras la destitución del presidente Pedro Castillo.
Después de su intento fallido de disolver el Congreso, Pedro Castillo fue destituido y puesto tras las rejas, Dina Boluarte Zegarra tomó juramento con presidenta de Perú con un llamado a la unidad de todas las fuerzas políticas. La familia de Castillo se refugió en México, mientras que el 20 de diciembre Perú declaró persona non-grata al embajador mexicano.
Lo que el mundo espera de la reunión: “De nuevo cara a cara”
Después de un año de su último encuentro los presidentes de Estados Unidos y China se reunirán en California, en el marco de la APEC. Los dos hombres más poderosos del mundo se encontrarán en un panorama mundial afectado por la guerra en Palestina, el conflicto de Ucrania y la lucha contra el fentanilo.
Incluso, la relación entre ambos países se ha tensado desde el último encuentro. El gobierno chino no se ha declarado en el frente pro Ucrania y guarda cercanía con Irán, un enemigo incómodo de Estados Unidos. Por su parte, el gobierno estadounidense ha intervenido un asunto delicado para los chinos: la soberanía de Taiwan.
Incluso, este año la relación tocó fondo, cuando un globo aerostático chino sobrevoló el espacio aéreo estadounidense y fue derribado.
Así que la agenda entre Joe Biden y su homólogo Xi Jinping, podría ser interminable. Pero se espera que la reunión en la bahía de San Francisco ayude a encarrilar la relación entre ambas potencias. Para muchos analistas el solo hecho de que ambos mandatarios estén dispuestos a dialogar es una señal positiva.