Hace cien años que no cambia la ley respecto a la jornada laboral en México, y desde hace trece las 17 propuestas de reforma no logran volverse realidad, ¿quiénes son las personas que están oponiéndose a la reducción de jornada y cuáles son sus argumentos?
Texto y fotos: María Ruiz / Pie de Página
CIUDAD DE MÉXICO. – En la ley, un trabajador en México debe trabajar 48 horas a la semana, lo que nos convierte en el país de la OCDE en donde se trabajan más horas. La duración de la jornada laboral se contempla en el artículo 123 constitucional, y no se ha modificado desde hace cien años, aunque ha habido varios intentos por hacerlo.
Ahora, una nueva oportunidad está en el Congreso de la Unión, quienes tendrán hasta el próximo 15 de diciembre para resolver si la jornada laboral en México se reducirá a 40 horas.
De hecho, el debate ha llegado hasta la conferencia matutina del presidente López Obrador, donde a pregunta expresa de un reportero, que dijo tener entendido que la reforma se debatirá el 12 de diciembre, el presidente respondió que invitaba a todos a participar, «a quienes están a favor y en contra».
Además, habló de Carlos Slim, el hombre más rico de México, quien recientemente se posicionó sobre el tema.
«Constaté que Carlos Slim se opone; no por no estar a favor de los trabajadores, sino porque él está sosteniendo que lo que hace falta es más trabajo».
El presidente omitió fijar una postura, e incluso invitó a la Cámara de Diputados a «que se dé tiempo» para hablar más del tema.
Sin embargo, la iniciativa se impulsó desde 2022, pero hay tanta resistencia que el Congreso de la Unión convocó a cinco jornadas de Parlamento Abierto del 16 de octubre al 13 de noviembre, en las que expertos y expertas del tema dieron sus puntos de opinión y compartieron información relevante. Esto, debido a que en el anterior periodo ordinario de sesiones de la Cámara de Diputados la reforma se congeló en la Comisión de Puntos Constitucionales.
Los resultados del Parlamento Abierto, según el diputado Juan Ramiro Robledo, se discutirán el próximo 8 de diciembre.
En el Parlamento Abierto, diputados y especialistas discutieron los pormenores de la reforma, para de nueva cuenta, enviar sus observaciones a la Comisión. Sobre esto, López Obrador dijo que éstas jornadas “pasaron de noche, y la mayoría de la gente no se enteró”.
Desapercibidas, o no, durante estas jornadas pudimos conocer a algunos de los representantes que se oponen a que la gente tenga dos días de descanso a la semana. Esto es lo que argumentan.
Los voceros del lobby empresarial: los defensores de la productividad, no de los derechos
Noemi Berenice Luna Ayala es diputada del PAN, el único partido que se abstuvo de votar a favor del dictamen en la Comisión de Puntos Constitucionales en el periodo ordinario anterior. La diputada, como su partido, apoya abiertamente al sector empresarial, y mencionó durante sus participaciones que esta reforma impactaría al 64 por ciento de las personas que trabajan en la formalidad. También argumentó que incrementarán los costos de productos y servicios si se aprueba la reforma.
Lorenzo Roel es presidente de la Comisión Laboral del Consejo Coordinador Empresarial, y consejero delegado de Coparmex para asuntos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El empresario argumentó que México no cuenta con ninguna queja o señalamiento ante la OIT respecto a los días de descanso y jornada laboral. Además, agregó que para que la reforma funcione “primero tiene que incrementarse la productividad”, argumentando que no generará más descansos “sino que impactará en pago de tiempo extra y días de descanso laborados que incrementará los costos laborales entre un 25 y un 40 % en algunos de los casos”.
Santiago Irusteta es abogado laboral para Industrias Bachoco, y también argumentó que esta reforma incrementará los precios de los productos:
“Considero que la implementación de tajo de esta reforma en la reducción de la jornada laboral, efectivamente podría tener muchos impactos en el comercio y, principalmente, en ese producto que llega finalmente a la casa de todos nosotros”.
Ricardo Barbosa Ascensio es expresidente nacional de la Comisión Laboral de Coparmex, y asesor laboral del Consejo Coordinador Empresarial, miembro de la Barra Mexicana de Abogados. Barbosa mencionó también el tema de aumentar la productividad y habló de disminuir la informalidad. También habló de recaudación de impuestos y de aumento de nómina:
“Habrá menos recaudación de impuesto sobre la renta y menos pago de cuotas de seguridad social. Y en los grandes empleadores el aumento no es menor, el aumento en la nómina es del 35 al 40 %, lo cual no hay ningún empleador ni ninguna empresa en el país que pueda absorber ese costo sin que se vea reflejado en un aumento en el costo de los productos”.
Sofía Ramírez Aguilar es directora general del think tank económico, México, ¿cómo vamos? . En su intervención, Ramírez se centró en los supuestos impactos de la reforma a las micro, pequeñas y medianas empresas:
“Tenemos que empezar a recapitular que cualquier reforma que se pretenda aprobar en este sentido, requiere sumar al sector productivo. Demanda atención, sobre todo, para proteger la actividad económica de las Mipymes y promover la formalización”.
Mariano Serna Muñoz es presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Torreón, Coahuila. Su argumento para oponerse a la reforma, es que impactará a los servicios que requieren estar abiertos 24 horas:
”Dentro de nuestro sector hay comercios y servicios que tienen que estar a disposición de la ciudadanía toda la semana, e incluso hasta 24 horas, tales como hospitales, farmacias, hoteles, tiendas de autoservicio o servicios de enfermeras, servicios de ambulancias, centros comerciales, todo tipo de transporte, ganadería y agricultura, entre otros. Limitar la jornada laboral a solamente cinco días de la semana va a resultar muy desafortunado, ya que esto implica abrir nuevas jornadas de trabajo para dividir en dos a nuestra planta laboral. En algunos casos contratar personal para trabajar no solo horas extras, sino para trabajar en sus días de descanso obligatorio”.
Alejandro Gómez Tamez es presidente ejecutivo de la Cámara de la Industria del calzado de Guanajuato. También, hablo de la informalidad como opción para no hacer caso a la reforma en caso de ser aprobada:
“Habrá empresas que simplemente, pues, digan: voy a tener una parte de mi nómina en la informalidad y otra parte en la formalidad. Y esto, pues, será en detrimento del bienestar de los trabajadores”.
Francisco Javier Peniche es parte del despacho Creel, García-Cuellar, Aiza y Enríquez, y mencionó que los empresarios tendrán que contratar a más personas de aprobarse la reforma. También habló de suposiciones, como de que en caso de cambie la jornada laboral, habrá quienes “sigan trabajando más”:
“Que esos espacios de tiempo que están dejando los trabajadores sean cubiertos o con pago extraordinario, o con pagos de día de descanso laborados. O bien, que estas horas sean cubiertas con trabajadores en un segundo, o tercer trabajo; porque entonces no estamos cubriendo la medida de lo que se está buscando realmente, que es que los trabajadores descansen más”.
José Reynol Neyra González, acudió en representación del senador de Morena, Pedro Haces Barba, quien además es secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
Contrario a la posición de su partido, Reynol argumentó lo mismo que los empresarios y los panistas: las vacantes ue se generarán con la Reforma, el riesgo de la informalidad, y supuestamente la preferencia de los trabajadores a tener mayor ingreso:
“En México existen 1.7 millones de puestos vacantes, al reducir la jornada nos llevaría aque esta cifra se incremente a 2.6 millones, lo cual resultaría imposible de cubrir. Para cubrir dicha vacancia, es posible que se implementen los empleos eventuales o temporales, generando un alto riesgo de la informalidad. En la CATEM hemos observado que para los trabajadores es más importante tener un mayor ingreso que incrementar sus horas de descanso”.
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La reducción de la jornada no significa una reducción en el ingreso: Viri Ríos
Durante las jornadas también participó la periodista Viri Ríos, autora del libro No es normal: el juego oculto que alimenta la desigualdad mexicana y cómo combatirlo. Durante su ponencia respondió a varios de los argumentos antes mencionados a partir de su investigación:
«El sector empresarial nos dice que el problema solamente se da en las microempresas y en las Pymes, pero que no existen las empresas grandes. No importa el tamaño de la empresa, sistemáticamente en México se le otorga una parte muy pequeña al trabajador. Recuerden que en el resto del mundo es 50 %, y aquí lo que estamos viendo es que, si bien las empresas grandes reparten más, las empresas grandes son mejores empleadores; aun así, no reparten ni remotamente lo que se repartiría en el resto de los países del mundo».
En entrevista con Pie de Página, Viri Ríos explica:
«La reducción de la jornada no significa una reducción en el ingreso, como argumentan empresarios. Ahora vas a poder trabajar lo menos, pero te van a pagar más porque te van a pagar horas extra».
También, puntualizó en que esto es posible dependiendo de qué tanto quieran ceder los empresarios:
«Si observas la proporción de lo que se quedan es más grande de lo que se quedan en otras partes del mundo, nos da evidencia para inferir que es posible si los empresarios reducen sus ganancias. En la medida en que cambiemos las condiciones del trabajador, las empresas no van a quebrar sino que habrá una repartición más justa».
Dessde 2010 a la fecha, se han presentado 17 iniciativas para reformar el horario laboral. Según una investigación de la periodista Carina García para Expansión, todos los partidos han propuesto alguna vez reducir las jornadas. Incluso el PAN:
«El primero fue el Partido de la Revolución Democrática (PRD), luego Movimiento Ciudadano, mismo que la ha presentado seis veces y dos más por parte de Acción Nacional (PAN), una vez el Revolucionario Institucional (PRI), dos veces Morena y una el Partido del Trabajo (PT)» escribe.
El primero en proponerla fue el diputado del PRD Francisco Hernández Juárez, durante el 2010. Susana Prieto compartió que la iniciativa que propuso la leyó en un contrato colectivo del Sindicato de Trabajadores de México que data de hace 45 años.
Sin embargo, y a pesar de que todos los partidos lo han propuesto, la jornada laboral sigue siendo de 48 horas.
Viri Ríos lo dice claro: quienes se oponen principalmente a la reforma son los empresarios, o como ella les llama: “El cabildeo empresarial”.
Para la discusión actual, la periodista no ve un panorama muy prometedor:
«Observo una gran cobardía a avanzar en esta agenda, la misma realización de los parlamentos abiertos fue para evitar votar. El próximo periodo vamos a estar las elecciones y vemos muy difícil que se vote, de una u otra manera el cabildeo empresarial nuevamente logra incidir» compartió.
No todo está perdido
Este martes, el colectivo Migala y activistas de los derechos laborales como Fra Salazar volvieron a protestar frente a la Cámara de Diputados. Una de las respuestas fue que la diputada Susana Prieto retó al presidente Andrés Manuel a realizar los Parlamentos Abiertos en la mañanera para que «no pasen desapercibidos».
Otra buena noticia fue que la «Ley Silla», que permite a trabajadores sentarse durante sus largas jornadas laborales, como es el caso de las cajeras del supermercado, se aprobó por unanimidad en las Comisiones Unidad de Trabajo y Previsión Social y Puntos Constitucionales del Senado. Ahora, deberá pasar al pleno del Senado, y después al el pleno de la Cámara de Diputados para que sea aprobada.
Este martes, también entró en vigor la NOM-037-STPS-2023 sobre las condiciones de seguridad y salud en la modalidad de Home Office / Trabajo en casa.
Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.
