Opinión

Superfarmacia ¿espada de Damocles?




enero 5, 2024

Creo que la distribución de los medicamentos será una actividad titánica, y quizás no se den abasto, por más buenas intenciones que pudiesen tenerse desde Palacio Nacional. Las políticas públicas deben trazarse tomando en cuenta la certidumbre y el realismo

Por Hernán Ochoa Tovar

La correcta distribución de los medicamentos que se utilizan en el Sistema Nacional de Salud, ha sido uno de los puntos débiles que ha enfrentado –y no ha podido resolver, hasta ahora– el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Para arreglar este embrollo ha recurrido a diversas estrategias a lo largo del sexenio: desde involucrar a la Oficialía Mayor de Hacienda y a la UNOPS en la licitación y distribución de medicamentos; hasta enviar a las Fuerzas Armadas a realizar la colosal tarea. Empero, aunque se hayan probado distintas tácticas, ninguna a funcionado cabalmente hasta el día de hoy. Bajo ese contexto es cuando surge la idea de la Superfarmacia de AMLO (sic), que no es otra cosa que un almacén gigante de distribución, otrora perteneciente a la cadena comercial Liverpool, ubicado en Huehuetoca, Edomex; con el cual el mandatario pretende, ahora así, abatir la consabida falta de medicamentos que ha impactado durante su gestión.

Como suele ocurrir en un ambiente polarizado, las reacciones ante el acto presidencial han sido diversas; pues mientras la oposición lo ha atacado, el oficialismo ha propiciado su celebración. Pero, no todo es tan simple, y, aunque esta cuestión tiene más sombras que luces sobre sí, conviene desmenuzarlo para ver hacia dónde se condujo para llegar al estado actual de las cosas, así como las acciones que se tendrían que implementar para eventualmente llegar a resolverlo.

Yendo por partes, considero que lo positivo de tener los medicamentos resguardados en una megabodega (cosa que de inicio se pone de duda, pues, como he llegado a plantear en colaboraciones pasadas, si de un problema ha adolecido la presente administración es de la falta de planificación de sus políticas públicas), garantizaría la existencia de los mismos, pudiendo librar el déficit de una vez por todas. Si ese fuera el único reto a encarar, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo habría resuelto de un plumazo. No obstante, el mayor nudo gordiano que ha tenido la federación se ha presentado en la distribución de medicamentos, misma que no se ha llegado a realizar de manera óptima ¡ni teniendo a las Fuerzas Armadas de por medio¡ debido a que es una labor de alta especialidad (por más que exista la Sanidad Militar).

Viéndolo así, y observando el mecanismo que pretende implementar la federación para agilizar el flujo de medicamentos, podría intuir que estaría condenado al fracaso, pues en lugar de descentralizar las decisiones y mandar lotes de medicinas solicitadas a diversas latitudes de la República Mexicana, el gobierno federal por poco y pretende centralizar el envío de aspirinas. Y, aunque no se llegó a ese extremo, resulta sintomático que desde la mencionada Megafarmacia se pretendan atender pedidos y enviarlos a todas las partes del país, desde Tijuana hasta Mérida. Cabe destacar, en algunas compañías privadas de paquetería se hacen envíos a distintas localidades de la nación y del orbe. Aun así, dudo que Ups o Estafeta tengan la demanda que sistemáticamente presentan los derechohabientes de los subsistemas de salud, dígase el IMSS, ISSSTE, IMSS Bienestar y todos los que se le añadan. Creo que será una actividad titánica, y quizás no se den abasto, por más buenas intenciones que pudiesen tenerse desde Palacio Nacional. Las políticas públicas deben trazarse tomando en cuenta la certidumbre y el realismo. Y, en el caso de la Megafarmacia parece que se cometió el mismo error que ya se había realizado en el pasado (reciente y remoto): se anunció una política pública y hasta después se trazó la hoja de ruta a seguir, cuando, en términos de planificación debe ser al revés: cuando un gobernante anuncia una idea con bombo y platillo, es porque tendrá los elementos para poder realizarla. Y aunque no se garantiza que no se trazará castillos en el aire –la política trabaja con seres humanos, no con robots– por lo menos se tiene una ruta crítica a seguir en un determinado caso. Resulta preocupante que desde la federación se haya intentado soslayar esa idea, pues, por más buena intencionalidad que exista; la falta de planeación puede echar a perder cualquier proyecto, por más espectacular que el mismo pueda llegar a ser. Para muestra, los botones anteriores.

¿Cómo resolver un embrollo en el cual el presidente se metió y del que no ha podido salir? Quizás volviendo al viejo sistema de compras consolidadas. Muy probablemente, existió la corrupción en el sistema sanitario que el presidente, siendo opositor –y posteriormente candidato presidencial en 2018– denunció en sus discursos. Sin embargo, no porque la transa haya pululado en torno al sistema de compras de medicamentos, se va a desmantelar el mismo a trompicones cuando no existe un plan “B” consolidado. Y eso es, en resumen, lo que ha ocurrido hasta ahora. Considero que, con los controles que existen –y tal vez reforzándolos– la autoridad correspondiente podría detectar y eventualmente castigar, a los probables responsables de desvíos y actos fraudulentos. Pero, parafraseando a Chesterton, no se puede tirar la cerca cuando el sendero no ha sido trazado del todo. Desgraciadamente, es lo que ha venido ocurriendo en materia sanitaria. Ojalá la Megafarmacia fuese funcional, pero tengo mis reservas al respecto.

PD. Ojalá el siguiente gobierno federal, sea quien fuere quien lo encabece, se sepa rodear de expertos en lugar de amigos. En esta materia, la presente administración presenta claroscuros: la economía está bien porque Rogelio Ramírez de la O es un profesional en la materia. Pero en el ámbito de la salubridad, las recomendaciones del ex subsecretario de Salud demostraron no ser del todo funcionales; este sujeto actuó más como político que como un profesional serio de la salud (a años luz de Anthony Fauci, a juicio del escribiente).

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