La Viuda Negra, como se le conocía, es el nuevo producto de la mayor plataforma de streaming del mundo. Pero más allá del estilo Hollywood, la vida de Griselda Blanco Restrepo es fundamental para entender el narcotráfico de estos días
Por Alberto Nájar
X: @anajarnajar
Fue socia de Pablo Escobar Gaviria, a quien apoyó en sus primeros pasos en el narcotráfico en Medellín, Colombia.
Tuvo que huir a Nueva York, Estados Unidos, donde creó un emporio trasnacional de cocaína cuyas huellas aún persisten.
Las rutas que estableció para llevar la droga desde Sudamérica, por ejemplo, todavía son utilizadas por diversos carteles.
Fue la primera en enrolar en el narcotráfico a cubanos que huyeron de su país en el éxodo de 1980, y que se embarcaron en el Puerto de Mariel hacia las costas de Florida.
Los Marielitos, como se conoció a esos exiliados, después entablaron una intensa batalla por el control de las calles de Miami.
La forma como fundó su imperio, y la guerra para sostenerlo, fueron parte de la inspiración de la película Caracortada, interpretada por Al Pacino.
Cuatro décadas después su vida vuelve a las pantallas, esta vez en la miniserie Griselda, producida por Netflix.
Se trata de Ana Griselda Blanco Restrepo, conocida como La Viuda Negra o La reina de la cocaína, nacida en Colombia en 1943 y quien desde niña se vinculó con actividades criminales.
Casi todas las versiones sobre su vida cuentan que a los 11 años de edad disparó contra el hijo de una familia adinerada al que tenía secuestrado.
Desde entonces marcó su camino. De Cartagena, donde nació, se mudó a Medellín con su primer marido, un traficante de drogas al menudeo que la involucró en el negocio.
Griselda prosperó con rapidez no sólo por su habilidad empresarial, sino por la frialdad y ausencia de escrúpulos con que enfrentaba la vida.
Eso le ganó muchos enemigos y por eso en 1964, cuando tenía 21 años, emigró irregularmente a Estados Unidos con su marido y sus tres primeros hijos.
Se estableció en Nueva York donde empezó a vender marihuana, pero el negocio era muy competido por bandas locales y por eso empezó con la importación de cocaína a gran escala.
Eso no la libró del asedio de bandas rivales y por eso Griselda Blanco se mudó a Miami.
Pero a medida que la guerra por el mercado se intensificó la mujer se volvió más despiadada… con todos.
En 1975, por ejemplo, disparó contra su marido porque creyó que le robaba dinero, y en 1983 ordenó el asesinato de su tercer pareja quien huyó de Miami con el hijo de ambos.
Por estos crímenes se le empezó a llamar La viuda negra, sobrenombre que se sumó a otro, La reina de la cocaína.
La DEA estableció que la colombiana importaba entre 1.5 y dos toneladas mensuales de droga a Miami. Con el apoyo de los Marielitos estableció un ejército para mantener con violencia el control de su imperio.
Los sicarios cubanos solían cometer sus crímenes desde motocicletas, una práctica que exportó a Colombia y luego se extendió por América Latina.
Blanco Restrepo se convirtió en una de las mujeres más ricas y temidas del mundo.
Una frase que se atribuye a Pablo Escobar, quien por un tiempo se asoció con ella para expandir su negocio, la define:
“Al único hombre al que le he tenido miedo es una mujer llamada Griselda Blanco”, dijo.
La suerte de la colombiana terminó el 17 de febrero de 1985 cuando fue arrestada en Irvine, California, a donde se había mudado.
La Viuda negra fue declarada culpable de fabricar, importar y distribuir cocaína. También fue acusada de tres cargos de asesinato, pero no se logró comprobar su responsabilidad en los crímenes.
Blanco Restrepo pasó más de 20 años en prisión. En ese tiempo tres de sus cuatro hijos fueron asesinados y una vez cumplida su condena, fue deportada a Colombia.
En su país natal vivió relativamente tranquila, como puede hacerlo un personaje con su historia.
Sin embargo, el 3 de septiembre de 2012, a los 69 años de edad, fue asesinada a tiros en una calle de Medellín.
Paradojas del crimen: el sicario que le disparó viajaba en una motocicleta, el método de ejecución creado por Griselda Blanco en Miami.
La vida de la colombiana se difunde ahora en Netflix. Los creadores de la serie han sido criticados por su historia al estilo Hollywood, donde un personaje violento se presenta como la mujer que abandonó la miseria al desafiar el entorno machista del narcotráfico.
Un producto altamente rentable, por la fascinación del público estadounidense por series y películas con personajes para evadir su papel de mayores consumidores de drogas en el mundo.
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Alberto Najar. Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service. Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.