En Ciudad Juárez parece más redituable celebrar nuestra historia nacional de bronce conmemorando la batalla de Puebla e inyectando recursos del gobierno local con la posibilidad de que haya beneficios económicos para particulares, socios o amigos de “ya saben quién” a través de la venta de boletos en estos eventos masivos
Por Daniel Leonardo García
Recientemente comienza a circular en redes sociales y algunos medios de comunicación un cartel que anuncia el Festival 5 de mayo, el cual se llevará a cabo el 4 y 5 de mayo en la Plaza de la Mexicanidad, con la participación de los cantantes Espinoza Paz y Ana Bárbara, además de una “representación a caballo de la Batalla de Puebla”, para conmemorar los eventos de 1862 donde el Ejército mexicano, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, vence al ejército francés durante la intervención francesa. Esta representación contará con la participación del dramaturgo juarense Edeberto, Pilo, Galindo y se realizará bajo la dirección de Christian Valenzuela.
Aparentemente queda la duda quién está detrás de la organización de tal evento, cuyos boletos numerado, indica el cartel, estarán a la venta a través de la empresa Don Boletón, con precios que van desde los 585 y hasta los mil 750 pesos, aunque haciendo uso de la memoria parece ser que podría haber una pista, si se toma en cuenta el inicio este 1 de marzo de la veda electoral con motivo del arranque oficial de las campañas electorales en nuestro país.
Para resolver el ‘misterio’, tendríamos que remontarnos al concierto ofrecido el 5 de mayo de 2022 en la Plaza de la Mexicanidad con la participación de los Tigres del Norte, evento del cual en su momento declaró el alcalde, Cruz Pérez Cuéllar, deseaba se volviera una tradición. Luego el 4 de mayo de 2023, recordemos se llevó a cabo el Festival de la Victoria, pero en esa ocasión en la intersección de la avenida de las Torres y calle Mitla, con la presentación de la Arrolladora Banda Limón, contando con la venta de boletos numerados que iban desde los 400 pesos. Vale la pena mencionar que de este evento se dió a conocer uno de los organizadores fue Antonio Dávila Antillón y durante las conmemoraciones en Ciudad Juárez de la Batalla de Puebla en 2022 y 2023 los carteles llevaban el logotipo del Gobierno Municipal.
Todo lo anterior me parece maravilloso, es importante contar con actividades de recreación, además que la presencia de cantantes y agrupaciones icónicas de la música popular mexicana, sin duda es una buena oportunidad para un ambiente festivo y el disfrute de los y las juarenses; pero como siempre, vale la pena detenerse un instante para reflexionar sobre la importancia del conocimiento y difusión de la historia, y en ese tenor, revalorar el significado y trascendencia de la batalla conocida como La Toma de Ciudad Juárez de 1911, batalla durante la cual las fuerzas revolucionarias bajo el mando de Pascual Orozco, Francisco Villa y otros importantes líderes vencen al ejército porfirista en esta ciudad fronteriza en lo que puede denominarse la revolución maderista “y el fin de la dictadura porfirista”.
No está por demás hacer mención del Decreto Nº. 314/2011 II P.O., mediante el cual la Sexagésima Tercera Legislatura, declara a Ciudad Juárez, Chihuahua, “Ciudad Heroica”, en virtud del compromiso y valentía que sus habitantes han entregado en cada una de las etapas de la vida política del país, pero en aquel momento el entonces gobernador César Duarte Jáquez enfatizó que dicha batalla puede ser considerada el momento decisivo en la Revolución Mexicana y el título de Ciudad Heroica es un galardón que se otorga a un pueblo que ha resistido la adversidad, la injusticia y el abandono.
Entonces, aunque es importante conmemorar y celebrar la historia nacional, igual importancia tendrá reconocer la historia regional, esa que puede dar sentido de pertenencia, identidad e incluso fortalecer la infraestructura turística del Municipio de Juárez, cuando hay participación del erario público para la realización de este tipo de eventos, que pudieran abonar al ejercicio de los derechos culturales de las personas que habitan Ciudad Juárez y no solo realizarse con fines políticos, aparecen, además, los beneficios a particulares.
Y es que ya que andamos politizando, tal vez es casualidad, pero no puedo evitar recordar otros capítulos de la historia política de nuestro estado que involucra la organización de eventos masivos, vaya y no es que el panem et circenses sea una práctica novedosa, pero la asociación de hechos es bastante divertida, por ejemplo cuando pensamos en la relación del Divo de Juárez en diversos actos oficiales y privados de la administración de César Duarte Jáquez, quien fue arrestado en 2020 acusado entre otras cosas, por presuntamente haber desviado fondos públicos para financiar campañas del PRI.
Lo cual nos conecta con lo que se ha denominado como la “nómina secreta”, aquella maniobra en la cual Duarte a través de la Secretaría de Hacienda estatal y empresas de dudosa procedencia repartió millones de pesos entre políticos, empresarios y líderes religiosos a cambio de favores como aprobar iniciativas o más deuda pública. Entre dichos beneficiarios, se han referido las autoridades, se encuentra la actual gobernadora de Chihuahua, el exalcalde y el alcalde en turno del Municipio de Juárez.
Todo apunta entonces a que la fórmula del tío Cesar parece ser bien aprendida, entre golondrinas y su príncipe, desfiles conmemorativos y festivales, el dinero público se derrocha, se reparte entre familiares y amigos, a través de adjudicaciones directas de contratos, donativos y cualquier otro concepto que permita seguir saqueando las arcas gubernamentales que parecen no tener límites, tal como la avaricia de nuestra clase política (del color, olor o sabor que sea).
El panorama actual para ejercer derechos humanos tales como la libertad de expresión y opinión, el derecho a la manifestación pública y a la protesta social se torna preocupante y es que no es solo sintomática la actitud represora del edil juarense con el uso excesivo de la fuerza pública con la intención de enviar el mensaje de que “es mejor dejar de mover las aguas porque habrá consecuencias”, sino que este odio se hace extensivo o se promueve a través de sus colaboradores para que haya ciudadanía atacando de diversas formas a otros ciudadanos, tal como ocurrió el sábado 2 de marzo cuando integrantes del Frente Plural en Defensa de Juárez se plantaron en el Aeropuerto Internacional Abraham González en espera de la llegada de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo con cartulinas con el lema “Fuera Cruz Corrupto”, las cuales les fueron arrebatadas e incluso rotas a manos de simpatizantes del partido Morena.
Entonces, resulta que lo importante no es conmemorar nuestra historia para hacer honor al título de Ciudad Heroica por la batalla de La Toma de Ciudad Juárez de mayo de 1911, pues parece más redituable celebrar nuestra historia nacional de bronce conmemorando la batalla de Puebla e inyectando recursos del gobierno local con la posibilidad de que haya beneficios económicos para particulares, socios o amigos de “ya saben quién” a través de la venta de boletos en estos eventos masivos. Así que mejor me alisto para ir a cantar fuerte con Altagracia Ugalde Motta “te buscaré, bandido” y dejamos las revoluciones, las luchas por los derechos culturales y todas esas otras “batallas” para otra ocasión.
