Desde 2002 la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sido una trinchera en la lucha de las mujeres y personas gestantes por el derecho a decidir. En entrevista, Verónica Esparza, directora de GIRE, nos habla de un nuevo libro que repasa esta histórica relación entre el Poder Judicial y el aborto legal, seguro y gratuito: Paso a paso: las sentencias de la Corte sobre aborto
Por Daniela Rea / Pie de Página
Ciudad de México– Paso a paso: las sentencias de la Corte sobre aborto es un libro que reúne 9 sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el derecho a decidir, que fueron emitidas entre los años 2002 y 2021. El libro, editado por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) busca ser un documento que nutra y acompañe las luchas activistas, académicas y legislativas que se dan a lo largo del país para garantizar el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir sobre su cuerpo dice Verónica Esparza, coordinadora de Investigación de GIRE, en entrevista con Pie de Página.
En el libro, de libre descarga, se reconoce el papel de la Corte en 2 décadas de lucha por los derechos de las mujeres. Esta lucha incluye que la Constitución ya protege al aborto seguro y existe una política pública nacional en el mismo sentido.
Además, diez códigos penales locales ya permiten el aborto voluntario durante algunas semanas al inicio del embarazo; la Corte incluyó en sus sentencias a mujeres y personas gestantes, determinó que la penalización absoluta es inconstitucional. Sin embargo, reconoce Verónica Esparza, los pendientes siguen: garantizar que la despenalización del aborto se traduzca en acceso real y seguro para todas las mujeres y personas gestantes en México, lo que implica trabajo con el personal, inversión en recursos materiales para la atención, entre otras cosas.
Un libro para agradecer a quienes lucharon antes
–¿Qué crees que dirían las mujeres que comenzaron esa lucha de ver los logros que se han tenido hasta ahora en términos de la despenalización?
–El derecho a decidir sobre el cuerpo es una de las demandas más antiguas del movimiento feminista en los 70, que se planteó como un asunto de justicia social, salud pública y aspiración democrática. Y a pesar de la contundencia importante de los argumentos de las mujeres, pasaron 35 años para que llegara la primera despenalización, que fue en el DF en el 2007, y luego pasaron otros 12 años para la siguiente despenalización, en Oaxaca. No deben percibirse estos logros como algo que surgió de la nada, sino que tiene antecedentes en esta lucha feminista.
«Justo este libro, paso a paso, pone un contexto de esos avances. Hay activistas que aún no nacían en ese periodo y es importante ver cómo todo esto se dió en el contexto de un gobierno federal panista; de la operación de los grupos anti derechos, de la prohibición en todo el país».
La Suprema aliada
–El libro analiza 9 sentencias de la Corte, ¿cuál ha sido su papel?
–El trabajo que ha hecho el Poder Judicial, la Corte en específico, como una aliada de los derechos reproductivos en México es fundamental. Desde hace dos décadas se ha pronunciado por legalizar el aborto en sus sentencias, la primera vez fue en 2002, aunque muy limitada, y después ha ido sumando argumentos que protegen los derechos de todas las mujeres y personas gestantes a abortar en el primer trimestre. También ha ido avanzando en pronunciarse en temas de violación y salud, argumentos que permiten ir avanzando.
«La Corte ha tenido un rol fundamental y ha avanzado; sin embargo los argumentos de sus sentencias o resoluciones no siempre son accesibles para el público y por eso GIRE se dio a la tarea de poner en un libro algo que ya hacíamos en talleres, vocería».
«Pero este libro hace un esfuerzo en explicar sencillamente 9 sentencias de la Corte, publicadas entre 2002 y 2021, con un análisis político y contextual que explica el impacto que las sentencias tuvieron en ese momento. Es una herramienta para divulgar, incidir y acompañar trabajo de activistas académicas legisladoras, para visibilizar barreras y avances y ver al aborto sin un estigma, sino como un derecho. Son años de lucha desde el activismo en las calles, escuelas, congreso».
¿Una victoria sólo de la Corte?
–¿Qué fue necesario para lograrse? Hablas de la Corte como aliada, pero ¿qué más se debió articular; que posibilitó la despenalización?
–La despenalización ha sido resultado de un proceso que ha involucrado diversos actores y estrategias. Además del respaldo de la Corte como aliada, ha sido fundamental la articulación de movilizaciones, luchas de calle y la unión de organizaciones y colectivas con un objetivo común: garantizar que las mujeres y personas gestantes tengan acceso a abortos seguros.
«Movimientos como Marea Verde han promovido y demandado cambios en las políticas públicas, pero también posibilitado que las narrativas de las instituciones trasciendan hacia una perspectiva de derechos humanos y autonomía reproductiva. Asimismo, la despenalización ha favorecido el cambio en la percepción y reconocimiento del aborto como un derecho y un servicio de salud, lo que a su vez ha generado una importante transformación en las narrativas en medios y, por ende, en la percepción social del aborto.
«En última instancia, el reconocimiento de este derecho marca un avance significativo hacia la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, en la que se reconozcan y respeten los derechos reproductivos de todas las personas».
Los pendientes
–¿Cuál es el pendiente de ahora?
–El pendiente ahora es asegurar que la despenalización del aborto se traduzca en acceso real y seguro para todas las mujeres y personas gestantes en México. Esto implica la necesidad urgente de homologar las normativas para sacar el aborto del código penal y reconocerlo como parte fundamental del continuo de la salud sexual y reproductiva.
«También, otro reto será la materialización de las sentencias emitidas por la Corte, como en el caso de la sentencia relativa al CPF, estar pendientes de la forma en la que dé cumplimiento el Congreso, para que sea de la forma más garantista y no necesariamente limitar el acceso al aborto al primer trimestre gestacional. Además, se requiere una aplicación efectiva de la política pública existente, como el Lineamiento Técnico para la atención del Aborto Seguro emitido por el CNEGSR, que contempla la atención del aborto como un servicio de salud esencial. También es fundamental seguir trabajando en derribar las barreras que impiden la accesibilidad, tales como el estigma social y la discriminación.
«Necesitamos entender que el aborto es otro de los eventos que pueden ocurrir en la vida reproductiva de las mujeres y otras personas gestantes y, por lo tanto, debe ser parte de los servicios de salud a los que tienen derecho de acceder en caso de decidir abortar».
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.