Nuestra clase política en el estado, la cual, como sopa instantánea, está llena de “conservadores”, envuelta en constantes escándalos por presunción de corrupción, con actitudes en contra de los derechos humanos y “desinterés” en el cuidado del ambiente, entra en la contienda electoral… viene el circo
Por Daniel Leonardo García
Dice mi buen amigo Mike que en tiempos electorales “Viene el circo y salen los payasos”. Tremenda sabiduría permitiría abordar múltiples ejemplos, es difícil seleccionar alguno de ellos, pero vino a mi mente el reciente incidente donde los panistas Marisela Terrazas Muñoz y Rogelio Loya Luna se observan en un video, difundido a través de redes sociales, retirando publicidad en un domicilio en la colonia Acacias, esto en perjuicio de la campaña de Alejandro Pérez Cuéllar, hermano del alcalde de Juárez. Cabe destacar que actualmente tanto Terrazas Muñoz como Alejandro Pérez Cuellar buscan llegar a la Cámara de diputados por el distrito 4 federal.
Marisela Terrazas fungió como diputada local en la LXVI Legislatura (2018-2021), cargo al que llegó por la vía de representación proporcional (plurinominal); posteriormente, su llegada al Congreso en la LXVII Legislatura del Congreso del Estado de Chihuahua (2021-2024) fue por mayoría relativa y en representación del distrito 5 estatal.
Como legisladora ha tenido algunos puntos de desencuentro con las diversidades sexo-afectivas pues en octubre de 2022, Marisela Terrazas presentó ante el Congreso del Estado de Chihuahua una iniciativa de decreto que establece el delito de “hipersexualización infantil”, el cual pretende obstaculizar el derecho a la identidad transgénero y criminalizar los tratamientos de bloqueo y reemplazo hormonal para menores trans.
Además, de que, como parte de la Comisión de Igualdad, ella y otros 8 diputados locales “quisieron evitar la fatiga”, evadiendo la responsabilidad de analizar y debatir la propuesta de ley para prohibir los “Esfuerzos para Corregir o Cambiar la Orientación Sexual y la Identidad de Género” (ECOSIG) en Chihuahua.
Afortunadamente pese a su pereza o posicionamiento “antiderechos”, y dado que, no hay nada que curar, la Cámara de Diputados en marzo del año en curso, se pronunciaron en favor de sancionar las ECOSIG, es decir, aquellas “prácticas consistentes en sesiones psicológicas, psiquiátricas, métodos o tratamientos que tienen por objeto anular, obstaculizar, modificar o menoscabar la expresión o identidad de género, así como la orientación sexual de la persona, en las que se emplea violencia física, moral o psicoemocional que atenten contra la dignidad humana”.
Por su parte, Alejandro Pérez Cuéllar se ha desempeñado como regidor del Ayuntamiento de Ciudad Juárez (1998-2001), también como diputado local ha participado en la LVIII Legislatura (2010-2013), llegando al cargo por mayoría relativa y en representación del distrito 3. Sobre sus gestiones en dichos espacios, no hay nada relevante que podamos recordar, ni para bien ni para mal.
Del otro lado de la trinchera tenemos a Rogelio Loya Luna, participó como regidor del Ayuntamiento de Ciudad Juárez (2002-2004), así como diputado local por el distrito 7 en la en la Legislatura LVIII (1995-1998) y en la LXIV Legislatura (2013-2016) por representación proporcional (plurinominal).
Loya Luna, en la actual administración estatal, ocupó el cargo de recaudador de rentas hasta el 29 de febrero de este año, cuando presentó su renuncia para prepararse para representar a la coalición “Juntos por el bien de Chihuahua”, integrada por los partidos políticos PRI-PAN-PRD, como el candidato que aspira al cargo de presidente municipal de Juárez. Cabe mencionar que, tras la renuncia de Loya al cargo, Óscar Ibáñez, informó que ocurrió un robo de 700 mil pesos al interior de la oficina. Por otra parte, es de destacar que el suplente de Loya en la candidatura por la presidencia municipal es el respetado pastor Alfonso Murguía.
Para favorecer un poco el contexto del análisis, es importante referir que el actual alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar busca su reelección para el periodo 2024-2027 en representación de la alianza partidaria integrada por Morena-PT, y cuyo suplente registrado para tal fin es Héctor Rafael Ortiz Orpinel, actual secretario de Ayuntamiento, cuyo sueño de ser el alcalde interino a partir del 22 de abril por la solicitud de licencia de Pérez Cuellar para participar en el periodo electoral, se vio truncado por Martin Chaparro Payan, quien se encuentra legalmente reconocido para tal fin ante las autoridades electorales.
No es menos importante acudir a la memoria para referir 3 hechos, por ejemplo, el escándalo ante el cual llegó el alcalde de Juárez a ejercer dicho cargo, pues se dio a conocer sus nexos con Naasón Merarí Joaquín García, líder religioso de la Iglesia La Luz del Mundo, quien en junio de 2022 fue condenado a más de 16 años por los cargos de abuso sexual en perjuicio de menores de edad, a quien justamente como senador, Pérez Cuellar le entregó un reconocimiento por su “labor social”.
También lamentable han sido las declaraciones y posturas del alcalde, que busca reelección, en torno a las personas en contexto de movilidad humana, por ejemplo, podemos referir su frase de “nuestro nivel de paciencia se está agotando” cuando las personas migrantes intentaron cruzar y el puente internacional Santa Fe fue cerrado por las autoridades de Estados Unidos. Esto por no mencionar que la tragedia del incendio del 27 de marzo de 2023 en la que perdieron la vida 40 migrantes, donde el edil se limitó a referir golpeteo político de su adversario Juan Carlos Loera, entonces delegado del Bienestar.
Otro hecho del aún alcalde en funciones, el pasado 6 de abril, a través de sus redes sociales, se encargó de presumir su participación con la comunidad cristiana (evangélica) en el retoque de las icónicas letras de “Lee la biblia es la verdad”, y es que como he externado en algunas conversaciones, la libertad de creencias religiosas es indiscutible, lo cuestionable es el daño ecológico que han señalado por años las organizaciones y activistas defensores del medio ambiente, pero no es algo de extrañar si recordamos también el “desinterés” de CPC en asuntos relacionados en perjuicio del parque público El Chamizal.
Y es así, como nuestra clase política en el estado, la cual, como sopa instantánea, está llena de “conservadores”, envuelta en constantes escándalos por presunción de corrupción, sus actitudes en contra de los derechos humanos y “desinterés” en el cuidado del ambiente, pero sí con un importante abanderamiento en la protección a la cúpula empresarial, porque al final del día, se vistan del color que se vistan, las costumbres son difíciles de borrar y el desinterés no es más que la protección de los intereses.
Lo que me recuerda un último punto, la imposición de un Consejo de Gobierno en el Instituto Para la Cultura del Municipio de Juárez que permita la continuidad de un manejo opaco de la cultura en el organismo descentralizado, ahora bajo la dirección de Myrna Judith Barajas Martínez, quien fungiendo anteriormente como consejera recibió en comodato la Academia Municipal de Artes de Zaragoza en beneficio de “Agrupaciones Musicales Comunitarias Cd. Juárez”, asociación civil que dirige y de la cual ha obtenido beneficios económicos para desarrollar el programa “Sinfonías Comunitarias” en conjunto con Ipacult.
Barajas fue candidata a diputada federal por el distrito 1 del Partido Encuentro Solidario en las elecciones de 2021. Partido cuya ideología podríamos referir como de Derecha y Fundamentalismo cristiano, además de ser abiertamente opositor a los derechos humanos de las mujeres y la diversidad sexual. Como directora general del Ipacult, Barajas no solo ha seguido, sino que ha reforzado la línea temática de “oficina de festejos” del instituto descentralizado, al incluir en su cartelera cultural y artística a artistas urbanos que realizan labores como “payasos” y que, si bien es una actividad importante y respetable, no logro entender su conexión o propuesta como implementación de políticas públicas culturales.
Hago referencia a esto porque me preocupa, como persona de la población LGBT+, que los derechos de esta y otras poblaciones históricamente vulneradas sigan sin ser contempladas en la elaboración de políticas públicas culturales en el Municipio de Juárez, además el hecho no menos importante de que algunos derechos “penden” de un hilo, por no haber sido aún legislados en el estado de Chihuahua, como es el caso del matrimonio igualitario y la adecuación de la identidad legal de las personas trans, y justamente en el marco del mes de conmemoración de la niñez ¿Quién pensara en las infancias y adolescencias de poblaciones vulneradas?
Y es que no es un secreto que los “shows” tradicionales de quienes ejercen el oficio de actuación y caracterización de “payaso” suelen estar basados en la burla y ridiculización de personas de la diversidad sexual, de las mujeres, de las personas que residen en zonas de alta marginación social, de las personas indígenas, con discapacidades, entre otras características y este tipo de espectáculos son los que el Ipacult ha llevado a colonias por más de 7 años, y durante esta contienda electoral como en todas, nuestra clase política no se cansan de hacer su “circo”, con acusaciones mutuas, eternas descalificaciones, destacando lamentablemente por sus posicionamientos en contra del respeto a los derechos humanos y protección del medio ambiente.