Organizaciones y comunidades indígenas hacen un llamado urgente ante la creciente tala ilegal y la crisis ambiental en la Sierra Tarahumara. Destacan la necesidad de protección para los bosques que sostienen la vida
Por Karla Quintana / Raíchali
Chihuahua.- El colectivo Agua y Bosques para la Vida presentó el video titulado “El bosque se acaba y el agua no llega: Sierra Tarahumara, Chihuahua”, en colaboración con organizaciones de la sociedad civil, en el que exponen la crítica situación ambiental en la Sierra Tarahumara debido al incremento de la tala ilegal.
Por la creciente preocupación, el colectivo se dirigió a la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo mediante una acción urgente, en el que destacan la devastación ambiental y social causada por estas actividades.
La Sierra Tarahumara, una de las superficies más extensas de bosques de clima templado frío en México, es devastada por la tala ilegal impulsada y controlada por grupos del crimen organizado y solapada por las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Desde 2001 hasta 2023, se han perdido más de 30 mil hectáreas de bosque, incluyendo 21 mil hectáreas debido a incendios, de acuerdo con el colectivo.
Entre 2008 y 2010, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, impulsó la política de la fallida “guerra contra el narco”, un periodo en el que los grupos delictivos dominaron la confrontación en la Sierra Tarahumara, que aún continúa.
El video denuncia cómo el crimen organizado ha ampliado sus actividades delictivas para incluir la tala ilegal y cómo se impuso violencia sobre los ejidos y comunidades indígenas. Esto no solo destruye el bosque, sino que también desintegra el tejido social porque deja a las comunidades en un estado de vulnerabilidad extrema, denuncian.
Entre octubre de 2022 y abril de 2024, se registraron 3,306,893 alertas de deforestación en Chihuahua. “La cubierta total deforestada entre 2017 y lo que va de 2024 fue de 35,900 hectáreas, dispersas en un territorio equivalente a casi el municipio de Santa Bárbara, Chihuahua, o 32,407 canchas de fútbol (“El bosque se acaba y el agua no llega, Sierra Tarahumara, Chihuahua, 2024).
Esta destrucción afecta también a los pueblos originarios rarámuri, ódami, wuarijó y pima, quienes dependen del bosque para su agua, alimento y sustento.
En 2017, una vez más las comunidades indígenas del municipio de Bocoyna y la sociedad civil exigieron un alto a la tala ilegal y se sumaron a la campaña que impulsó la Pastoral de la Diócesis de la Tarahumara, que presentó además una denuncia pública para exigir respeto para los bosques y sus habitantes.
Ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se incrementaron las denuncias por tala ilegal a partir de 2016, donde se solicitó la suspensión de los permisos de aprovechamiento forestal.
La comunidad de Bosques de San Elías Repechique en el municipio de Bocoyna ha luchado por décadas contra la destrucción de su bosque ancestral. En 2014, luego de ganar un amparo contra la construcción del aeropuerto de Creel en su territorio sin consultarles, continuaron la lucha contra la tala y realizaron un plantón por 36 días. Un juez ordenó la suspensión del aprovechamiento forestal en su territorio.
Varias decenas de defensores del bosque han sido asesinados en los municipios de Guadalupe y Calvo, Bocoyna, Guazapares, Chinipas, Uruachi y Urique, entre otros, durante la administración estatal actual.
“Nos dicen que no se puede hacer nada, prácticamente estamos en un estado sin gobierno, sin ley, sin derecho ni garantías mientras vemos cómo el bosque se sigue acabando”, dice un testimonio documentado en abril de 2024, durante la producción del video.
El colectivo Agua y Bosques para la Vida llamó a la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para que tome medidas urgentes y garantice la seguridad de las comunidades y la protección de los recursos naturales.
En una carta dirigida a la presidenta, las organizaciones resaltan la importancia de la Sierra Tarahumara como proveedora de agua y de funciones ecosistémicas esenciales para la vida en el norte del país. Solicitan, entre otras cosas, el impulso de políticas públicas que prioricen la restauración y conservación de los bosques, así como el establecimiento de diálogos entre diversos sectores sociales para construir una política clara de pacificación y protección ambiental.
La carta está abierta a firmas de cualquier persona que desee apoyar la causa. Para firmar y sumarse a esta petición, puede visitar el siguiente enlace https://redtdt.org.mx/archivos/19102
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Este trabajo fue publicado originalmente en Raíchali que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.