A una semana de que Estados Unidos renueve su presidencia, Kamala Harris y Donald Trump cerraron con mitines potentes, y diversos. Uno, en una arena usada por los nazis en 1939. La otra, frente a la Casa Blanca, prometiendo que trabajará para construir consensos, mientras evade hablar del genocidio en Palestina
Por Luciana Oliver / Pie de Página
Ciudad de México– A una semana de las votaciones Kamala Harris pronunció su último discurso. La demócrata participó desde Washington D.C. a un lado de la Casa Blanca con un público de más de 70 mil personas.
Comenzó diciendo que buscará “trabajar todos los días para construir consensos”.
“Trabajaré con todos: demócratas, republicanos e independientes que ayudan a Estados Unidos y que trabajan duro”.
También, mencionó que “es momento de voltear la página del drama y el conflicto, del miedo y la división, es momento de una nueva generación de liderazgo en Estados Unidos”.
Durante su discurso, Harris se definió como una candidata “diferente” a Joe Biden a través de frases como: “Traeré mis propias experiencias e ideas” seguida de “mi presidencia será diferente porque los desafíos que enfrentamos son diferentes”.
En el mismo, se refirió a la clase trabajadora y a la clase media como los sujetos de sus políticas de seguridad social, impuestos, vivienda, apoyo de créditos para las infancias y políticas de cuidado:
“Permitiremos que el programa de cuidados médicos cubra los costos del cuidado en casas, para que los adultos mayores puedan tener su salud cuidada en sus propias casas”.
Sobre la seguridad social, Harris aprovechó para remarcar los recortes que Trump quiso hacer en su gestión.
En este discurso, Harris se mostró cercana a la lucha por el aborto: “el gobierno no tiene que decirte qué hacer con tu cuerpo”, mencionó tras contar los proyectos anti-abortistas del gobierno de Trump.
El carnaval del racismo
Dos días antes, el domingo 27 de octubre, Trump ofreció un mitin también de clausura de su campaña. En el Madison Square Garden de Nueva York.
La arena del mitin fue simbólica, pues en 1939 se llevó a cabo un evento masivo del Partido Nazi de América (ANP), con características muy parecidas.
Varios republicanos criticaron el evento, ya que hubieran preferido que se enfocara en uno de los 5 estados que realmente podrían definir las elecciones y en los que se encuentran empatados ambos candidatos.
Otras críticas, incluso por personas dentro del partido republicano, se enfocaron a las alusiones racistas expresadas, en particular por el comediante Tony Hinchcliffe, quien se refirió a Puerto Rico como una “isla flotante de basura en medio del océano”.
Además de lo dicho acerca de Puerto Rico, durante este mitin, se llamó a Kamala Harris de “anticristo”, “prostituta”, y a su esposo, “porquería de judío”. The New York Times se refirió a este evento como un “carnaval de quejas, misogonia y racismo”.
El factor puertorriqueño
El contexto de efervecencia política que vive Puerto Rico explica las fuertes críticas hacia el mitin de clausura de Donald Trump en Nueva York. Incluso el jefe de operaciones del Partido Republicano en Puerto Rico, exigió una disculpa después de este evento.
La isla de 9 millones de habitantes también votará este 5 de Noviembre, manteniendo la expectativa en una nueva alianza partidaria.
Tradicionalmente Puerto Rico ha tenido dos Partidos: el Partido Popular Democrático, PNP, que busca la anexión a Estados Unidos con propuestas más conservadores y el PIP Partido Independentista Puertorriqueño, que desde 1946 ha abogado por la descolonización.
Desde las elecciones pasadas una nueva opción emergió en la arena política puerto riqueña: el Partido Victoria Ciudadana (VC) con demandas también en torno a la independencia de la isla, así como preocupaciones sobre el “deterioro de las instituciones, los deficitarios servicios públicos, el combate a la corrupción y la reconstrucción del país tras los devastadores huracanes” como menciona Lautaro Rivara en el periodico español Diario.Red.
Los datos de las elecciones del 2020 arrojan la posibilidad de que este año, las elecciones sean fundamentales para la independencia puertorriqueña.
Proyectos ¿diferentes?
Ante el nacionalismo extremo de Trump, que retrata a los migrantes como un peligro para Estados Unidos en cada una de sus intervenciones públicas, y las diversas acusaciones de diversos delitos entre ellos abuso sexual y cargos relacionados a fraude empresarial, Kamala Harris le nombró como “un fascista”.
El proyecto propuesto por Trump e impulsado durante su anterior gestión, busca un “modelo proteccionista”. Como menciona Didimo Castillo Fernández, sociólogo y demógrafo de la Universidad Autónoma del Estado de México, el reimpulso del sector industrial lleva a un cambio en las relaciones comerciales interestatales no sólo con el mundo, sino con América Latina y con los tratados que este país mantiene con México.
Las propuestas de Trump tienen eco en una de las naciones desarrolladas más desiguales del mundo, según la OCDE.
Durante la pandemia del Covid-19, las poblaciones afroamericanas y latinas feron las más afectadas. Estas poblaciones han estado sistemáticamente excluídas en Estados Unidos, como dice Didimo:
“En Estados Unidos el racismo no sólo se manifiesta como un modo de dominación y discriminación, con base en la condición étnico-racial, sino también como un modo de racialización de la desigualdad social y las estructura de clases”.
Bajo el gobierno de Trump, del 2017 al 2021, hubo una larga serie de actos de racismo y discriminación que llevaron a protestas y manifestaciones, uno de los hechos más fuertes fue el asesinato de George Floyd en Minnesota por parte de polícias.
Alex Shepard, en el periódico The New Republic, menciona que el movimiento de Make America Great Again (MAGA) ha mostrado ser mucho mayor que el mismo Trump, cocinando una orgía de odio.
En este contexto la candidatura de Kamala Harris adquiere una fuerza simbólica. Su discurso, a diferencia del tono violento y confrontativo de su contrincante incluye ideas sobre la ampliación de derechos, el apoyo al aborto y la importancia de la democracia.
Sin embargo, su silencio ante los ataques en Gaza, es parte del respaldo que el partido demócrata ha mostrado hacia Israel.
Los demócratas y el genocidio en Palestina
La contienda presidencial estuvo marcada principalmente por el genocidio de palestinos por parte de Israel. El 20 de agosto del 2024, según el periodico The intercept, desde que Harris aceptó la nominación presidencial, la administración actual aprobó la venta de 20 mil millones de armas a Israel sin ninguna condición.
En estas mismas fechas, se produjeron episodios como el ataque a un mujer musulmana en Chicago durante una convención nacional demócrata. Cuando Joe Biden participaba, una delegada de Kamala Harris fue golpeada mientras sostenía un letrero que decía “Stop Arming Israel”.
Otro evento parecido se dio el sábado 26 de octubre al mismo tiempo que Harris pronunciaba un discurso en Kalamazoo, Michigan. Un manifestante la interrumpió gritando: “No más guerra en Gaza” (“no more Gaza war”), a lo que Harris contestó, después de mantenerse en silencio por unos segundos: “sobre el tema de Gaza, debemos terminar esa guerra y traer a los rehenes a casa. Pero ahora, estoy hablando sobre 2024”.
Recientemente, el conflicto en Israel se convirtió en un arma en contra de Harris por parte de los aliados y financiadores de la campaña de Trump.
Según Matthew Sledge, del periódico The Intercept, uno de los integrantes de los Comités de Accion Política (PAC), dedicados al financiamiento del Partido Republicano, el senador Mitch McConnell, destinó fondos para la elaboración de videos en la plataforma Snapchat, específicamente dirigidos a las poblaciones árabes del estado de Michigan.
En los videos mencionados, se afirmó que Harris era una “verdadera presidenta pro-Israel, justo cuando se necesita una”, añadiendo que su esposo, Doug Emhoff, sería el primer esposo presidencial judío en la historia de Estados Unidos.
Recientemente se reportó que este Comité de Acción Política había sido apoyado financieramente por una organización que, supuestamente, recibió 3 millones de dolares por parte de Elon Musk.
El lunes 28 de octubre, la fiscalia de Filadelfia demandó a Elon Musk y al PAC que financia a Donald Trump. Musk, a través del Comité de Acción Política, pretendía ofrecer un millón de dólares a todos aquellos que se registraran como votantes el 5 de noviembre.
En 2020, tanto árabes como musulmantes apoyaron a Joe Biden a ganar este estado. Actualmente, muchos de ellos mostraron molestias por la relación entre la gestión de los demócratas y la guerra que azota Palestina.
Según The Intercept, mientras Harris pierde terreno entre votantes árabes, Trump ha estado realizando una gira en espacios con alta población árabe y musulmana, colocando a Kamala Harris como la “verdadera belicista”.
El financiamiento privado a las campañas ¿cómo funciona la democracia estadounidense?
Es importante entender que, a pesar de que Estados Unidos ha sido conocido como el bastión de la democracia mundial. En realidad, como dice Vicenç Navarro en el sitio de Diario Red, la población estadounidense no vota directamente por su candidato o candidata preferida y los presidentes de la historia de este país, tampoco han sido, en su mayoría, los más votados.
Para Navarro, Estados Unidos es “uno de los países menos democráticos entre los países democráticos hoy a los dos lados del Atlántico Norte”.
Por un lado, porque los candidatos no se eligen directamente, sino a través del Colegio Electoral y éste es elegido a través de las asambleas estatales.
Cada estado elige representantes llamados “electores”. En todo el país hay 538 electores que corresponden a: 435 miembros de la Cámara de Representantes, 100 senadores y 3 del Distrito de Columbia.
Cada uno de los estados elige a 2 senadores independiente de su población o tamaño. Como menciona Navarro, esto es importante pues “el Senado es la Cámara legislativa más poderosa”, siendo los encargados del presupuesto federal, nombramiento de los ministros del gobierno, y los miembros de La Corte Suprema.
La elección de los senadores por estado, genera que los estados más pequeños tengan, en proporción, mayor poder que los grandes, aparte de ser más rurales, conservadores y republicanos.
En el mismo artículo de Navarro, éste explica que el financiamiento del proceso electoral es “el tema que limita más la democracia estadounidense”.
Este financiamiento es mayoritariamente privado, lo que genera que las políticas legisladas por senadores y representantes estén contantemente financiadas por industrias interesadas en que legislen para sus propias necesidades.
“Un claro ejemplo es el de quien fue durante todo su largo mandato senador del Partido Demócrata, Joe Manchin de West Virginia, que presidió la poderosa Comisión de Energía del Senado, y quien siempre fue financiado por las industrias del carbón y del petróleo” menciona Navarro.
2024: elecciones llenas de conflictos
De enero a junio del año electoral (2024), los estados y partidos realizaron las primarias presidenciales y los “caucus”. Los Caucus son asambleas populares en las que se registran votantes de cada partido, que posteriormente elegirán al candidato o candidata.
Durante este año, dicho periodo terminó con incertezas sobre la candidatura demócrata, pues, a finales de junio (2024), comenzó a contemplarse la retirada del actual presidente Joe Biden de la contienda presidencial.
El primer debate entre Trump y Biden reveló que, el segundo, tenía ciertos problemas en la articulación de sus discursos, y algunos integrantes de su propio partido comenzaron a considerar que la mejor opción era colocar a Kamala Harris en su lugar.
De julio a inicios de septiembre, los partidos comenzaron a organizar convenciones para elegir a sus candidatos presidenciales. Justo antes, o durante la convención, los candidatos a la presidencia deben anunciar su compañero o compañera de fórmula para la vicepresidencia.
El 13 de julio, mientras hablaba en Pensilvania, Trump recibió un disparo, saliendo del lugar llamativamente ensangrentado de la oreja.
El 21 de julio, Biden decidió que la vicepresidenta de su gestión, tomaría el lugar como candidata demócrata. La campaña de Harris comenzó con un importante récord en donaciones, según James Carville en una columna de opinión del The New York Times, desde que Kamala Harris se unió a la contienda ha recaudado mil millones de dólares, junto con un aumento en las encuestas de aprobación.
La coalición que apoya a Harris ha sido caracterizada como la más amplia en la historia de la política moderna según un análisis de James Carville para The New York Times.
Este apoyo incluye desde Alexandria Ocasio-Cortez, congresista de Nueva York reconocida por sus políticas de izquierda, hasta Cindy McCain, republicana de Arizona y viuda del ex senador John McCain (republicano también).
Geografía Electoral
Los siete estados claves para las elecciones presidenciales son: Georgia, Pensilvania, Nevada, Wisconsin, Arizona, Carolina del Norte y Michigan. Hasta ahora, ninguno de los dos candidatos se encuentra por delante del otro en cinco de ellos. Sin embargo, en Carolina del Norte lidera Trump y en Michigan, Harris.
Según Aaron Blake, del Washington Post, hay más votantes Republicanos que podrían ser persuadidos para votar por el partido demócrata que viceversa.
Hasta ahora, cerca de 50 millones de personas ya han votado en esta elección mediante votaciones anticipadas, el sistema de correo y la votación por ausencia.
Para el periodista del Washington Post estas votaciones expresan varias cuestiones:
En Arizona los demócratas están por debajo de lo que lograron hace cuatro años mientras que, los republicanos mantienen resultados similares.
Para Nevada, a diferencia de las elecciones pasadas, los republicanos superan a los demócratas.
En Carolina del Norte, donde aún se están recuperando de los daños del huracán Helena, los republicanos han participado con fuerza.
La mayor parte del apoyo a las políticas de Kamala Harris, según el Washignton Post, se relaciona con el financiamiento para la tecnología destinada a frenar el fentanilo y otras drogas a lo largo de la frontera.
En el caso de Trump, el apoyo se centra en sus propuestas de eliminación de impuestos sobre la Seguridad Social.
Durante septiembre y octubre, los candidatos deben participar en los debates presidenciales. Y a finales de octubre ocurren los mitines de clausura preparando al electorado para que emitan sus votos en el Colegio Electoral el primer martes, después del primer domingo, de noviembre. Este año se llevará a cabo el 5 de noviembre.
El sábado 26 de octubre, Harris llevó a cabo un mitin en Michigan. Entre las participaciones se escucharon las palabras de Michelle Obama y Barack Obama. Los discursos se vieron más enfocados hacia la salud de las mujeres, hablando de la importancia de los abortos seguros.
Si bien este Estado lo ganó Biden en 2020 con el apoyo de la población negra, árabe e islámica. Este año, The New York Times muestra que harris no ha tenido resultados tan fuertes. En particular ha habido una disminución entre la población de hombres afroamericanos y entre los árabes y musulmanes.
Los resultados los sabremos a principios de enero del año siguiente, cuando el Congreso contará los votos electorales. El 20 de enero se realizará, entonces, la ceremonia de inauguración presidencial.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.
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