Opinión

El guardián de tu atención




enero 20, 2025

El sistema reticular ascendente no es solo una pieza fundamental de nuestro cerebro, sino también un aliado poderoso para construir una vida más enfocada y plena. ¿Qué pasaría si tomáramos más control sobre lo que dejamos entrar en nuestro filtro mental?

Por Miguel Ángel Sosa
X: @Mik3_Sosa

¿Qué hace que percibamos una conversación en una multitud o que una alarma despierte nuestro cuerpo? La respuesta está en una estructura fascinante del cerebro: el sistema reticular ascendente (SRA). Aunque poco conocido fuera de los círculos neurocientíficos, este mecanismo regula aspectos esenciales de nuestra atención y consciencia, impactando profundamente nuestra vida diaria.

El SRA, localizado en el tronco cerebral, es como un filtro que decide qué información merece nuestra atención y qué puede ignorarse. En palabras de Daniel Goleman, experto en inteligencia emocional, “la atención es un recurso limitado”, y el SRA es el encargado de gestionarlo.

Este sistema evalúa estímulos de forma constante, priorizando aquellos que son relevantes para nuestra supervivencia o que están alineados con nuestros intereses y objetivos. ¿Por qué, por ejemplo, una madre puede escuchar el llanto de su bebé mientras duerme profundamente? Su SRA está sintonizado con ese estímulo en particular.

Desde un enfoque evolutivo, el SRA tiene raíces profundas. En tiempos primitivos, nos ayudaba a detectar peligros inmediatos, como la presencia de un depredador. En la actualidad, aunque nuestras amenazas han cambiado, el sistema sigue trabajando en segundo plano, ayudándonos a concentrarnos en lo importante y a filtrar distracciones.

Esto explica por qué alguien que desea comprar un coche rojo de repente empieza a notar modelos similares por todas partes; su cerebro ha “programado” al SRA para estar atento a esa información.

En la vida diaria, el SRA juega un papel crucial en el enfoque y la productividad. Por ejemplo, cuando fijamos metas claras y visualizamos lo que queremos lograr, activamos este sistema para que busque oportunidades relacionadas con esos objetivos.

Esto se conecta con el concepto de “atención selectiva”. Según el psicólogo William James, “la atención determina la experiencia”, y al entrenar nuestra mente para centrarse en lo que deseamos, aumentamos nuestras posibilidades de éxito.

Pero ¿qué ocurre cuando el SRA se ve sobrecargado? La saturación de estímulos digitales y multitarea constante puede desbordar este filtro, provocando estrés y agotamiento mental. Los expertos recomiendan prácticas como la meditación o el mindfulness para ayudar al SRA a recuperar su equilibrio. Estas técnicas fortalecen nuestra capacidad de atención sostenida, permitiendo que el sistema reticular funcione de manera más eficiente.

Además de sus funciones básicas, el SRA también está vinculado al desarrollo personal. Al trabajar en nuestra autoimagen y en nuestras creencias, podemos “reprogramar” este sistema para que se alinee con una versión más positiva de nosotros mismos. Tony Robbins, conocido estratega de vida, afirma que “donde va tu atención, fluye tu energía”, y el SRA es el mecanismo que hace posible este principio.

Ahora ya lo sabes, el sistema reticular ascendente no es solo una pieza fundamental de nuestro cerebro, sino también un aliado poderoso para construir una vida más enfocada y plena. ¿Qué pasaría si tomáramos más control sobre lo que dejamos entrar en nuestro filtro mental? Reconocer y comprender esta herramienta puede ser el primer paso para dirigir nuestra atención hacia aquello que realmente importa.

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