Opinión

México en las preocupaciones del Fondo Monetario Internacional




abril 28, 2025

Aunque los aranceles anunciados para México del 25 por ciento son mucho menores a los impuestos a China del 145 por ciento, el país se posiciona como el principal afectado por el volumen de exportaciones, especialmente en sectores como el automotriz y electrónicos

Por Jaime García Chávez

Lejos estoy de conocer los complejos temas económicos de nuestro país en relación con el mundo. Empero, acudo a voces autorizadas en la materia para esbozar estas notas sobre el momentum de la economía y la política en la era Trump.

Durante su reunión de perspectivas económicas globales en Washington, DC, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la escalada de aranceles comerciales impulsada por la –hasta ahora– ineficiente administración de Donald Trump, afectaría con mayor intensidad a China, Canadá, el propio Estados Unidos y, sobre todo, a México, destacando este último por su alta dependencia del intercambio bilateral con el vecino país del norte.

En este pronóstico del FMI se espera que México pase de un crecimiento de 1.4 por ciento a una contracción efectiva de -0.3 por ciento, cifras que contrastan fuertemente con la expectativa que tiene la Secretaría de Hacienda, la cual sitúa el crecimiento en 1.9 por ciento, presentando una reducción del 0.6 por ciento con lo mencionado a principios de año.

En temas de economía siempre es necesario hablar con claridad, por esto mismo Petya Koeva, subdirectora de investigaciones del FMI, aclaró que se trata de una “desaceleración moderada”, no de una “recesión generalizada”, pero subrayó la vulnerabilidad mexicana ante medidas proteccionistas.

Hay que recordar que México es el principal país que comercia con Estados Unidos desde el 2023, año en el que desplazó a China; incluso el año pasado llegó a cifras históricas de exportaciones al comerciar 505 mil 851 millones de dólares, lo que representa un superávit nunca antes visto de 171 mil 189 millones de dólares (datos del Departamento de Comercio norteamericano de 2025). Aunque los aranceles anunciados para México del 25 por ciento son mucho menores a los impuestos a China del 145 por ciento, el país se posiciona como el principal afectado por el volumen de exportaciones, especialmente en sectores como el automotriz y electrónicos.

México enfrenta un escenario crítico, pero no sin herramientas para enfrentarlo. La Presidenta Claudia Sheinbaum deberá mover de forma precisa sus fichas puesto que esta guerra arancelaria podría afectar a México como pronostica el FMI o, si se posiciona todo de forma correcta, presentarle una gran oportunidad al país, siendo este último escenario posible por los siguientes motivos:

A decir de los expertos, México posee como frenos su flexibilidad al tipo de cambio, lo que permite tener acciones rápidas frente a cambios bruscos e inesperados y, además, es atractivo por su estabilidad en el sistema financiero, factores que podrían reducir la dependencia con Estados Unidos, ya que abre la puerta para que se posicione como un intermediario comercial a través del fortalecimiento del comercio interregional, generando acuerdos bilaterales o multilaterales en los que pueda dar salida a estos productos que ya no parece tan atractivo comerciar al 100 por ciento con el vecino del norte.

Aunado a esto se encuentra un mecanismo que, como es costumbre, ignora un organismo internacional que prioriza las políticas ortodoxas: el Gobierno y sus mecanismos de acción sobre la economía nacional. Aún se está a tiempo de implementar mecanismos internos como políticas fiscales expansivas con estímulos a cadenas de suministros locales que den paso a la generación de empleos y moldear el terreno para, a la vez, generar un mercado atractivo para otros países que busquen alternativas sólidas a Estados Unidos.

Estas medidas, sin embargo, conllevan riesgos: una política fiscal expansiva podría presionar la deuda pública, sobre todo con el déficit presupuestario histórico presentado el año pasado (3.2 por ciento del PIB) que limita el margen para estímulos fiscales agresivos; entonces, la búsqueda de nuevos socios comerciales requerirá tiempo y coordinación diplomática. Y, a decir verdad, el Secretario de Economía, Marcelo Ebrard, no da la talla para esta tarea.

La ventana de oportunidad exige tomar medidas ya. La presidenta Sheinbaum ha de posicionarse como una dirigente estratégica en estos tiempos de incertidumbre; el margen de acción es limitado, pero existente. Hay que diversificar mercados, fortalecer la competitividad industrial, dar certeza a inversionistas en dos tema nodales, que son seguridad y justicia. El margen de error es reducido y el costo de la inacción o de medidas mal calibradas es profundo.

Por esto mismo, el plan de obra pública, próximo a presentarse, debe estar ejecutado y estructurado con precisión para retomar la manufactura y, según se menciona, la industria automotriz en pro de la economía nacional.

El reloj, efectivamente, no se detiene y cada minuto es crucial.

***

Jaime García Chávez. Político y abogado chihuahuense. Por más de cuarenta años ha dirigido un despacho de abogados que defiende los derechos humanos y laborales. Impulsor del combate a la corrupción política. Fundador y actual presidente de Unión Ciudadana, A.C.

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