Emiliano Zapata, Francisco Villa, Durango y Arturo Gamíz son los que más se duplican en las nomenclaturas; la situación se presenta por deficiencias en los sistemas formales de asignación de nombres, asegura diagnóstico del IMIP donde se documenta este desorden
Texto y Video: Fernando Aguilar
La Verdad
Cientos de calles de Ciudad Juárez comparten los mismos nombres de personajes históricos, líderes populares, entidades federativas, frutas y otros sustantivos en distintos sectores geográficos de la localidad.
Un análisis hecho por La Verdad con datos del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) de Juárez revela que la nomenclatura de muchos fragmentos de la red vial se repite cuando menos entre dos y diez veces.
Las inconsistencias son tan notorias que vías que conforman la traza de colonias enteras como División del Norte y Salvárcar se repiten casi en su totalidad en otros puntos de la ciudad.
De nueve mil 721 calles identificadas por el IMIP en la ciudad, 891 presentan esta multiplicidad, lo que equivale al 9.16 por ciento de toda la superficie viaria incorporada al padrón institucional de manera formal, indica el análisis elaborado con datos oficiales y el apoyo de sistemas de información geográfica (SIG).
Emiliano Zapata domina en nomenclaturas
El ejemplo que mejor ilustra este problema es el nombre del revolucionario Emiliano Zapata, que le da identidad a 10 vialidades que cumplen en su mayoría funciones de movilidad local en colonias como Tierra y Libertad, México 68, Fronteriza y Chaveña, entre otras.
Sin embargo, este sustantivo no es el único que se repite: existen al menos ocho calles que se llaman Francisco Villa, siete denominadas Durango, seis llamadas Arturo Gamíz, seis que llevan el nombre de Lucio Cabañas, seis identificadas como México, cinco que se denominan Chihuahua y otras cinco cuyo nombre es Coahuila.
Enrique Torres Valadez, regidor titular de la Comisión de Nomenclaturas y Monumentos en el Cabildo, reconoce que entre los problemas que presenta la red vial se encuentran estas repeticiones, pero considera que ello sería grave solo si la colonia o el fraccionamiento donde se encuentre la calle se llamara también de la misma forma.
“Nosotros en esta administración y en esta comisión que me toca encabezar hemos tenido mucho cuidado de no cometer ese tipo de, pudiéramos llamarle, errores”, dice. “Sin embargo, cuando hay una calle en un lugar, pero el fraccionamiento se llama diferente, ahí se diferencian una de otra”.
De acuerdo con el regidor, a esta condición se suman los agravantes de que existe un número no determinado de vialidades que carecen de placas de identificación y que la numeración de los lotes también presenta inconsistencias, lo que, en su opinión, complica los viajes por la ciudad.
La duplicidad en los nombres de las calles es una añeja situación reconocida por el IMIP, dependencia que desde 2002 la catalogó como “uno de los principales problemas” en el municipio, aunque nunca ha sido atendida por algún gobierno municipal en turno.
En un documento oficial, el Instituto atribuye la repetición al crecimiento urbano ocurrido a partir de mecanismos de ocupación informal del suelo, pero también a que, señala, los sistemas formales de asignación de nombres “presentan serias deficiencias”.
Entre dichas fallas se encuentra el hecho de que no existe un correcto proceso de archivo ni una sistematización de los registros, advierte el IMIP en ese diagnóstico.
“Ubicar un domicilio postal en ciudades de Estados Unidos, Europa y Asia es fácil y certero gracias a los nuevos sistemas de búsqueda electrónicos por Internet y sistemas de posicionamiento global (GPS) (…), situación que se vuelve difícil para el caso de Ciudad Juárez”, señala en el documento.
Para el planificador urbano Gabriel García Moreno, profesor en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), este tipo de inconsistencias en la nomenclatura vuelven la navegación por la ciudad una actividad complicada.
“Al momento de determinar una ruta de transporte público, puede hacer difícil no solamente prestar el servicio, sino también, al momento que uno solicita el servicio, poder saber dónde lo puede tomar”, considera el académico del Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte (IADA) de la UACJ.
En la opinión del planificador urbano, los servicios de mensajería y los de entrega de alimentos a domicilio, así como las plataformas de transporte privado como Uber y Didi, son las aplicaciones prácticas más afectadas por la duplicidad.
Estas repeticiones de los nombres de algunas calles no son un asunto al que sólo los particulares deben enfrentarse, puesto que los cuerpos de emergencia también navegan por la ciudad cuando se dirigen a prestar sus servicios.
Esa es la razón que lleva a muchas de estas instituciones a desarrollar estrategias para evitar que sus operadores se pierdan en calles que tienen el mismo nombre en una u otra parte de la mancha urbana.
Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil del municipio, explica que, por ejemplo, ante la multiplicidad de inconsistencias en la red vial, los departamentos de Bomberos y Rescate salen a recorrer las calles para conocerlas y buscar vías alternas.
Según el funcionario, esto ha permitido a estos cuerpos de emergencia no perderse en la ciudad ni “andar batallando de un lado para otro”.
“En los momentos que no estamos atendiendo alguna emergencia, salimos en alguna pick up o salen en alguna pick up Bomberos y Rescate a hacer recorridos”, dice Matamoros Barraza. “Agarramos una o dos colonias o tres colonias para conocerlas y ver en qué condiciones están las vías para tener vías alternas”.
Concentran cuatro sectores inconsistencias
El problema de la repetición de los nombres de las calles es más frecuente en los sectores del centro histórico, norponiente, sur y suroriente de Ciudad Juárez, por lo general en asentamientos surgidos a partir de invasiones que luego fueron regularizadas, permite advertir el ejercicio realizado por La Verdad con los datos del IMIP.
En los primeros dos casos, algunos ejemplos son las calles Ramón Rayón y Fidel Ávila, con dos homónimas cada una, y Chiapas, Tabasco, Baja California y Guillermo Prieto Luján, con 3.
En el sur de la ciudad destacan vías como Ricardo Flores Magón y Tamaulipas, con 5 cada una ahí y en otras partes de la localidad; Francisco Sarabia y Parral, con 4; Francisco I. Madero, con 3, y Gabino Barreda, Octava, Pablo López Sidar, General Ponciano Arriaga, Pinos Altos y Montes Himalaya, con 2.
En el suroriente se aprecian repeticiones como Fernando Montes de Oca, Juan Escutia, Francisco Márquez, Damián Carmona, Agustín Melgar, Mariano Jiménez, Primera, Sexta, San Luis Potosí, todas con dos homónimas en otros lados.
Ni siquiera los asentamientos sujetos a un proceso de planificación formal escapan a esta situación, puesto que, por ejemplo, en el fraccionamiento Riberas del Bravo las calles Rivera del Pino y Rivera de Chapala, por citar algunos ejemplos, son una repetición de otras que ya existen.
La vialidad Valle del Sol, situada una al oriente del bulevar Francisco Villarreal Torres y otra cercana a la avenida Tecnológico, es otro ejemplo.
Nombrar una calle es un proceso normado por el Reglamento de Nomenclatura y Monumentos para el Municipio de Juárez, cuyo objetivo es regular la forma en que se asignan las denominaciones de las vías, las colonias, los fraccionamientos y los parques.
Aunque por lo general esta es una tarea de la que se encargan quienes construyen y promueven fraccionamientos, según este documento, cualquier persona puede proponer el nombre de una calle para que sea el Cabildo quien finalmente lo apruebe o no.
En su artículo 28, el Reglamento contempla la posibilidad de modificar el de una vía existente cuando se encuentre repetido en la ciudad, una situación que, según el regidor Torres Valadez, no ha ocurrido hasta ahora, pese a que el problema es del conocimiento de las autoridades municipales.
Sin embargo, señala el edil, la Comisión de Nomenclaturas y Monumentos está revisando el procedimiento actual para nombrar las calles e incluso, asegura, analiza la posibilidad de incentivar la colocación de nomenclatura al número de las viviendas para aminorar el desorden que prevalece.
Para el planificador urbano Gabriel García Moreno, el hecho de que dos o más calles compartan el mismo nombre puede parecer una cuestión trivial o sin importancia, pero, sostiene, esto no es así.
“No es algo que debería considerarse adecuado”, comenta el especialista en temas de movilidad. “Estas cuestiones son importantes porque nos permiten hacer uso de la ciudad y de todo lo que ofrece no sólo como un ente económico, sino como un ente social, cultural y natural, incluso”.
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