Madres de mujeres desaparecidas y asesinadas irrumpen en evento encabezado por la gobernadora en el Campo Algodonero para exigir que se les tome en cuenta; Campos les pide disculpa por la desatención de su gobierno y ofrece reunión cada dos meses
Texto y fotografías: Rocío Gallegos / La Verdad
Ciudad Juárez– Con la foto de su hija María Sagrario González Flores, desaparecida y asesinada en 1998, Paula Flores Bonilla se plantó frente a la gobernadora María Eugenia Campos Galván para exigir justicia y pedirle que escuche a las madres de mujeres desaparecidas y asesinadas en esta comunidad.
“Se me hace muy injusto que a nosotros como madres no nos tomen en cuenta”, dijo Paula al irrumpir en el acto en memoria de las víctimas del Campo Algodonero, que el gobierno estatal llevó a cabo este jueves en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres.
Sin estar registrada como participante con voz en el evento, la mujer tomó el micrófono y reclamó que el gobierno de Campos no ha atendido una petición que madres de mujeres víctimas de asesinato hicieron para sostener una reunión donde puedan analizar sus casos.
“Llevo 23 años arrastrando la foto de mi hija en protestas, en marchas y no somos escuchadas”, afirmó. “No es justo que a nosotros como madres nos tengan como un cero a la izquierda”.
Luego habló Rosaura Montañez, mamá de Aracely Esmeralda Martínez Montañez, asesinada en julio de 1995; también tomaron la palabra la mamá y el hermano de María Elena Chávez Caldera, desaparecida y asesinada en el 2000. Además participó José Luis Castillo Rincón, papá de Esmeralda Castillo, una adolescente desaparecida en el 2010.
“No queremos solo que nos escuche, sino que nos haga justicia”, dijo Rosaura. “Esperamos respuestas, hechos, no palabras”.
Martín Chávez, hermano de María Elena, dijo que hace tres semanas solicitaron una reunión con la gobernadora: “me dijeron que su agenda estaba muy llena y no podía atendernos… lo único que queremos es que nos escuchen”.
“Tuvimos que tomar los micrófonos de esta manera porque no había de otra”, dijo a su vez Luis Castillo, quien reclamó porque no fueron convocados al acto en el Campo Algodonero, donde las madres de las víctimas también denunciaron que se les cancelaron sus servicios médicos.
“Nosotros somos los dolientes, no pertenecemos a ninguna organización, porque a nosotros no nos interesa el dinero, no nos interesa que nos financien ningún proyecto, a nosotros nos interesa que haya justicia”, afirmó. “Nos duele ver que las autoridades no hagan nada”.
Los familiares de las mujeres asesinadas mantuvieron su manifestación durante todo el evento con consignas de “soluciones, no discursos” y con una manta desplegada justo detrás del podio donde se leía: “Maru escucha, seguimos en la lucha”.
Al tomar la palabra, la gobernadora Campos Galván, quien vestía un abrigo y una bufanda naranja –color que simboliza el rechazo a la violencia contra las mujeres– pidió una disculpa a las madres y familiares de mujeres desaparecidas y asesinadas por, dijo, “esta desatención en dos meses de gobierno”.
“Esta desatención que hemos tenido, la acepto” comentó la mandataria, para luego pedir de manera pública a la directora del Instituto Chihuahuense de las Mujeres, Ana Margarita Blackaller Prieto, que genere un grupo interinstitucional, con el fiscal, el secretario de Seguridad Pública, la directora del DIF estatal y el delegado federal de Bienestar, para reunirse de manera bimestral, para atender peticiones de familiares de las víctimas de estos delitos y las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Yo voy a estar aquí”, aseguró Campos. “La historia será diferente y pido su confianza para que haya un cambio”.
Durante el evento, Norma Laguna, madre de Idalí Juache Laguna, víctima de desaparición, trata de personas y feminicidio, pidió reforzar el apoyo de parte de Gobierno del Estado a través de la Fiscalía General del Estado, para que existan los recursos suficientes y se eviten retrocesos de las investigaciones de los feminicidios.
También estuvieron presentes en el acto la representante de ONU Mujeres en México, Belén Sanz Luque; la Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), Fabiola Alanís Sámano, y el presidente municipal de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar.
Sanz Luque, representante de ONU Mujeres, señaló que redignificar y hacer memoria de las víctimas y sobrevivientes es fundamental para el derecho a la verdad y un paso imprescindible para el acceso a la justicia, a la reparación integral y a las garantías de no repetición, para que esto no vuelva a suceder a ninguna niña ni mujer.
En su mensaje, Fabiola Alanís Sámano, comisionada de CONAVIM, dijo: “estamos en el tiempo de la transformación y de terminar con la impunidad en los delitos de género, estamos convencidos de que que nuestra tarea más importante es atender y eliminar las causas que generan la violencia contra las mujeres y las niñas”.
La funcionaria federal solicitó un minuto de silencio en memoria de las mujeres que han perdido la vida de forma violenta.
La gobernadora dijo que lo ocurrido en Campo Algodonero, hace 20 años, es una grave herida, no sólo en la historia de varias familias juarenses, sino de toda la comunidad. “La violencia contra las mujeres se convirtió en un círculo vicioso que giraba gracias al silencio y la indolencia de los gobiernos del pasado”.
Luego se colocó una ofrenda floral en el memorial.
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