Depende de la ciudadanía vigilar el trabajo del gobierno que tan caro nos sale, eso es mejor a acostumbrarnos a vivir en un lugar donde tres asesinatos al día sea lo normal, el transporte público sea basura de Estados Unidos, o sean preferibles los contratos con medios chayoteros que atender la Alerta de Género, podemos ser indiferentes, pero las consecuencias de una mala gestión públicas nos afectan a toda la población
Por Hernán Ortiz
¿Por qué debemos estar pendientes del trabajo de la autoridad?
Es la única opción que nos queda.
Décadas esperando que llegue el gobernante firme (¿autoritario?) de buen corazón que sacrifique los intereses personales por el bien común, pero nunca aparecerá.
Recuerdo a mi padre, tan bueno y malo como cualquier hombre, pero en su inocencia esperaba que la Renovación Moral, de Miguel de la Madrid, pudiera ayudar al cambio del país. Recuerdo su fe en Héctor Murguía, porque pensaba que si la gente lo quería algo bueno había. Claro, terminó asqueado después de trabajar una administración en el gobierno municipal.
El caso es que confiar en la autoridad me parece inocente y poco inteligente. Si la dejas sola no hace las cosas bien.
Vigilar, exigir y acompañar al gobierno debería ser cotidiano en nuestra vida. Por nuestro propio bien. La inseguridad, el estado de los servicios municipales, las calles, nuestro entorno inmediato es construido y cuidado por el gobierno municipal. No lo hace por caridad o empatía, pagamos impuestos para ello y es su trabajo.
¿Qué de malo hay en darle seguimiento?
Absolutamente nada.
Este seguimiento puede empezar con el presupuesto. Puesto que por muy buen ánimo que se tenga, por mucho que se asuma una causa, sin presupuesto los asuntos públicos no avanzan. Sin recursos sólo son buenos deseos que no tapan baches ni nos llevan a ningún lado.
Armando Cabada nos ofreció un ejemplo claro de cómo la administración puede ser peor cada año, al grado que perdió votos en su segunda elección. Aun así, lo cobijó MORENA para que siga en la función pública. Me invita a pensar que ha de ser muy buen negocio esto de la gobernada pues él era un empresario exitoso y aun así prefiere estar primero de alcalde y luego de diputado y bueno ha dejado evidencia que no es bueno en esos puestos… Me estoy desviando. A pesar de todo, algo bueno impulsó Cabada, en cinco años que duró su administración, ya estaría que no. Fue la apertura del Cabildo. Es decir, reglamentar que la ciudadanía pueda tener voz a la hora de discutir los asuntos públicos.
Cabada, impulsó que se hicieran un tipo de comparecencias públicas donde los directores de las distintas áreas municipales explicaban cómo gastarían el dinero. Lo hizo dos años, y no más. ¿Por qué? Será este extraño vicio de la ciudad por avanzar y retroceder. Aquí empezaron las ciclovías, las quitaron y luego las pusieron de nuevo, se empezó el BRT y ahora le contrataron camiones desecho de Estados Unidos para que funcione como rutera, innovan modelos de seguridad, y los asesinatos no disminuyen. En fin, todo avanza y retrocede. El Centro histórico ha sido remodelado tres veces en los últimos 15 años y actualmente está en condiciones deplorables.
Este año, Pérez Cuellar, impulsó de nuevo las comparecencias públicas de los funcionarios sobre el presupuesto de egresos. Cosa buena sin duda.
Lo mejor es que el debate público permite identificar áreas de oportunidad que pueden mejorar en mucho la administración pública.
¿Qué se vio en estas comparecencias?
Es común la poca atención de las regidurías a lo que se les presenta, en más de una ocasión, preguntaban lo mismo que ya se les había presentado. Es difícil poner atención todo el tiempo, pero bueno, por eso el sueldo es importante.
También hay una gran ignorancia de las regidurías sobre el municipio. Comentarios comunes eran los “yo no sabía”, refiriéndose al estado de la ciudad, de un problema particular o de la administración en general. Esto llama la atención por dos cosas. La primera, es que si no sabían cosas de la ciudad, ¿por qué interesarse en recibir un sueldo para tomar decisiones sobre ella? La segunda, es no tener una idea clara de muchos ordenamientos jurídico o de cuestiones de administración pública. Sí, tienen y han recibido capacitación al respecto. Desconocen desde los niveles de la planeación hasta las obligaciones del gobierno municipal.
Algunos regidores esgrimen su experiencia en otros puestos públicos. Experiencia que yo no recuerdo con algún resultado notable, por el contrario, dado lo mucho que se gasta en el gobierno, cuestionaría si su capacidad para administrar recursos públicos no debería ser seriamente cuestionada, y por lo tanto habrá que observarlos más de cerca.
Lo que es muy, pero muy rescatable, más allá de las alegatas partidistas en la discusión del presupuesto, el Cabildo, como cuerpo colegiado, tiene diversos puntos de vista y de entre tantos se logran rescatar ideas muy buenas que podrían ayudar a mejorar la administración pública. Por ejemplo, en los debates era constante que se preguntara, ¿por qué este gasto está aquí y no en tal dirección? La razón común es la inercia, así se han estado haciendo las cosas.
Una de las principales características del presupuesto del municipio es la elevada proporción entre el gasto corriente (65 por ciento en esta propuesta) contra el gasto de inversión que es del (35 por ciento). Cruz Pérez Cuellar en campaña, propuso disminuir el gasto corriente.
En el debate se hizo evidente, espero, una gran cantidad de acciones empalmadas o poco definidas que de corregirse podrían ayudar a disminuir el gasto corriente. Por ejemplo, la Secretaría Particular y Centro Comunitarios, está al frente de proyectos de salud además de aquellos de la Dirección de Salud. Otro ejemplo, es el mantenimiento de los camellones, que se lo debaten sin terminar de repartirlo Obras Públicas y Parques y Jardines.
¿Qué debe hacer Centros Comunitarios? Me acordé del origen de esta dependencia. Cuando Héctor Murguía estaba en campaña, su amigo Ángel Beltrán le dijo que sería buena idea que en los centros comunitarios se sirviera café para que la gente se acercara a platicar y mejorar el tejido social, además de reforestar la ciudad. Murguía le dio gusto a su amigo y formó la Dirección de Centros Comunitarios y Reforestación. La idea creo es buena, lo que no sé es si implique una dirección, tal vez un pequeño proyecto, pero no formaron una dirección que hasta la fecha funciona y sin saber por qué asume acciones de atención a la salud que le corresponden a otra dependencia.
En el debate del presupuesto, la segunda nómina más caras es la de Servicios Públicos Municipales, pero con la queja de que es poco el personal que trabaja. Claro, ahí se concentra la mayor parte de los sindicalizados, pero al parecer se les pagan sobresueldos con nuestros impuestos y no trabajan mucho, solo son superados por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
Es evidente que los Servicios Públicos Municipales dejan mucho que desear en Juárez. Tal vez por eso la presunción del Instituto Municipal de Investigación de no tener ningún empelado sindicalizado. ¿Es por esto más eficiente? ¿Hay abuso laboral en el IMIP? Esta última pregunta no la podría responder, lo ignoro de verdad. Pero de la eficiencia del IMIP, en la biblioteca Adriana Abigail García (en el IMIP), se pueden encontrar todos los planes de regeneración del centro Histórico… la sorpresa es que nunca les hacen caso.
Un punto interesante también en las comparecencias fue la clara manera en que se prepararon los presupuestos. En honor a la verdad, mejoró en los últimos 3 años. Antes los directores decían lo que harían con lo que les daban. Ahora, se notó que hubo un balance entre lo que requería la dependencia, un borrador el Plan Municipal de Desarrollo que al parecer era información privilegiada que no dieron a todos los regidores y el presupuesto anterior, el resto dependía de la capacidad de la negociación de la dirección.
Destacaron en este aspecto, Protección Civil, que consiguió mejoras y compras de equipo, pero no un mejor ingreso para la alimentación de los bomberos. También Ecología, que no sólo planteaba sus necesidades sino también estrategias para atenderlas, como recuperar lo del cobro de los engomados ecológicos para atender otras necesidades como el rescate de animales.
En esta negociación hubo dos dependencias que llamaron mi atención. Una fue el Instituto Municipal de la Mujer, que, ante la Alerta de Género, que para ser alerta aún sigue siendo de velocidad burocrática, no se le incrementó ni un centavo, ni lo proporcional a la inflación ni los 6 millones que necesitan para atender la alerta. No hay que olvidar que esta propuesta se discutirá este 22 de diciembre, tal vez puede cambiar todavía.
Por otro lado, esta la Coordinación de Comunicación Social. La discusión en la comparecencia fue simpática en el sentido que las regidurías alababan la labor del director de la dependencia, lo que hacía con pocos recursos, la creatividad y sí salían o no en la foto. No dudo que su trabajo sea fabuloso, no lo dudo. El punto es que el mayor gasto en ese rubro se da en los contratos con los medios de comunicación. Es verdad que existen ordenamientos legales donde el municipio debe informar en medios de mayor circulación pero, ¿ameritan más de 100 millones? Nadie cuestionó dar tanto dinero a los medios. A lo más, decían que las campañas eran importantes, ¿hay algún estudio que nos diga realmente el impacto de las campañas en los medios de comunicación?
Pasan dos cosas aquí. Una que me parece es más un acto de fe que una certeza el invertirle tanto al periódico y televisión, siguen teniendo presencia, pero seguro que mucho menos que hace 10 años. Tal vez sea más inteligente y eficiente usar las redes sociales. Por otro lado, ¿no hay un conflicto de intereses fomentado por el gobierno municipal al dar dinero a quién tiene que informar sobre el acontecer del municipio? No será que las noticias pueden sesgarse por las empatías de quién recibe el dinero. No olvidemos al Canal 44 diciendo que había una banda de gente que salía a hacer baches en las noches. El coordinador de Comunicación Social fue muy claro al decir que no se compran líneas editoriales, claro que no, pero ¿cómo se expresará una empresa de su mejor cliente?
Me hace recordar a mi padre cuando era gerente del ElectriQ y hablaba maravillas de sus mejores clientes, gente que se dedicaba al crimen organizado.
Me parece que los contratos con empresas como El Diario, La Polaka y el Canal 44 son una forma de institucionalizar el chayote. De manera casi idéntica a como sale, en la película de la Dictadura Perfecta de Luis Estrada.
Siendo realistas, tenemos serios problemas en el municipio, son décadas de experiencia que el gobierno por sí solo no puede resolverlos, no sabe o no quiere. Debemos ayudarles, acompañarle y/o exigirles. Pero debemos ser partícipes de lo que pasa o deja de pasar en esta tierra, esa es la democracia.
Por muchas buenas ideas que tengamos, por muchos buenos deseos, la vía para materializarlos es asignarles recursos, y ya todos cooperamos vía impuestos para que el recurso público esté ahí. De nosotros dependerá si se gastan en publicidad o alerta de género. No es fácil, no es simple, pero es eso o seguir viviendo en una tierra sin ley que se parece al mundo de Mad Max…. Bueno, bueno, bueno, puede ser que llegue el gobernante de buen corazón, mano dura, sin compromisos y que entienda de las necesidades del municipio… pero me parece más inteligente trabajar con lo que se tiene y no con las esperanzas de algo que no sucederá. Depende de la ciudadanía vigilar el trabajo del gobierno que tan caro nos sale, eso es mejor a acostumbrarnos a vivir en un lugar donde tres asesinatos al día sea lo normal, el transporte público sea basura de Estados Unidos, o sean preferibles los contratos con medios chayoteros que atender la Alerta de Género, podemos ser indiferentes, pero las consecuencias de una mala gestión públicas nos afectan a toda la población.