El fin de año sirve para recordar las conquistas obtenidas tras décadas de lucha; para celebrarlas y profundizarlas. Pero también, es un buen momento para reflexionar que, en México, falta mucho camino para garantizar la autonomía y los derechos de todas y todos
Texto: Alejandro Ruiz / Fotografías: Isabel Briseño / Pie de Página
SAN LUIS POTOSÍ.- Es cierto, 2021 no fue un año fácil. Aún faltan muchos derechos por garantizar, pero sobre todo, trabajar en la prevención de violencias y asegurar que no haya más impunidad. Sin embargo, para el movimiento feminista y LGBTIQ+ este año también significó una serie de conquistas que, por supuesto, hay que celebrar.
La legalización del matrimonio igualitario y la despenalización de la interrupción del embarazo en algunas entidades son un ejemplo. Y aunque aún hay una amplia agenda pendiente, hoy las mujeres y las disidencias sexuales avanzan firmes en uno de los frentes de lucha contra el patriarcado y la discriminación: los derechos.
La marea verde inunda los congresos del país
Este año 4 estados de la república despenalizaron el aborto en sus legislaciones. Hidalgo, Veracruz, Baja California y Colima son las entidades que durante 2021 modificaron sus códigos penales. Pese a esto, son tan sólo 6 estados los que, desde 2007, han hecho este tipo de modificaciones.
Todo inicia en la Ciudad de México, concretamente en 2007, cuando la legislatura local de aquél año decidió despenalizar el aborto en la capital del país. Este hecho no fue casual, sino que es producto de muchos años de lucha feminista que buscó, de una u otra forma, incidir en las políticas públicas.
Posterior a este hecho histórico; en 2009, la publicación de la NOM-046 permitió que en todo el país se pueda practicar el aborto médico en casos de violación. Sin embargo, en muchos estados de la república esta norma no ha significado gran cosa. Autoridades y personal médico se han negado a realizar estos procedimientos. Inclusive, en algunos casos, han criminalizado a las mujeres que exigen su derecho.
Desde su publicación, tuvieron que pasar 10 años hasta que, en 2019, otro estado legislara a favor del derecho a decidir de las mujeres. Es el caso de Oaxaca, donde ese año la legislatura local despenalizara el aborto en la entidad.
Hasta el 2019, solo estas dos entidades habían despenalizado el aborto. Dos años después, durante este 2021, 4 estados más se sumaron a esta ola. Asimismo, la declaratoria de la Suprema Corte respecto al caso de Colima abrió una puerta legal para que otras entidades del país puedan avanzar en este tema.
El motivo, tal vez, puedan ser las amplias protestas que las mujeres de todas las edades han protagonizado desde hace un par de años. Sin embargo, en muchos casos, como en los estados de Querétaro o Quinta Roo, fueron fuertemente criminalizadas.
No obstante, todo parece indicar que en 2022 las calles volverán a llenarse de amplios contingentes de mujeres en exigencia de sus derechos sexuales y reproductivos. Así como por el cese a la violencia patriarcal que día con día las azota.
Tocará a las legislaturas locales ser congruentes con sus promesas, y escuchar la voz de las mujeres que claman por sus derechos.
Hasta el momento faltan 26 estados en sumarse a la marea verde. La expectativa es que lo hagan pronto. La realidad, sin embargo, se definirá en las calles.
México se pinta de arcoíris
En 2015 la Suprema Corte de Justicia emitió una jurisprudencia en la que declaraba inconstitucionales a los códigos civiles que prohibieran el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Este fallo de la corte fue producto de uno de los campos de batalla que el activismo LGBTIQ+ ha realizado durante décadas: la lucha por el reconocimiento del matrimonio igualitario.
Todo inició, legalmente, en 2009. Ese año la capital del país legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, un año después, grupos conservadores promovieron un amparo en contra de esta determinación. La corte resolvió a favor de la comunidad LGBTIQ+ y declaró inconstitucional todo ordenamiento que no permita esta unión.
Como cascada, de 2014 a 2020, y después de miles de amparos interpuestos por activistas LGBTIQ+, 18 estados más se sumaron a la capital del país en la legalización del matrimonio igualitario.
Durante 2021 la lista ascendió a 25 estados, entre ellos tres de los más conservadores del país: Zacatecas, Guanajuato y Querétaro.
Los últimos dos, sin embargo, mostraron renuncias para aprobar totalmente esta modificación. Inclusive, en Guanajuato, la jerarquía católica se pronunció en contra de dicha determinación.
Pese a esto, en septiembre de este año, y después de que Sonora se sumará a las entidades en legalizar este derecho, el activista Alex Méndez puntualizó que, si bien es una conquista de la comunidad LGBTIQ+, aún hay temas pendientes por tratar.
“El mérito de las legislaturas está en que, de alguna manera, al final entendieron, a la buena o a la mala, que era algo que tenía que suceder”.
Alex Méndez
Entre los pendientes que diversos activistas han resaltado se encuentran el derecho a las infancias trans para permitir su cambio de nombre; la atención de los sistemas de salud para prevenir el VIH-Sida; la atención y prevención a los crímenes de odio por homofobia, entre otros.
Como conclusión, si bien estos progresos legislativos pueden retratar un aparente cambio de época en nuestro país, la realidad es otra. México, lamentablemente, sigue siendo un país profundamente machista, homofóbico y transfóbico; y eso no cambiará solo con legislaciones.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Pie de Página que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
