El sacerdote Aristeo Baca Baca sigue sujeto a un arraigo en el domicilio debido a que su apelación a la sentencia no ha sido resuelta; defensores de la víctima señalan revictimización en la tardanza de la resolución del proceso judicial
Por Blanca Carmona / La Verdad
Ciudad Juárez– A casi un año de que el sacerdote Aristeo Trinidad Baca Baca fue encontrado culpable de los delitos de violación y abuso sexual en contra de una niña que formaba parte de su feligresía, la sentencia no ha quedado firme, no se ha procedido a la sanción corporal ni se ha realizado la reparación del daño.
El recurso de apelación que presentó el religioso católico y su grupo de abogado, en marzo del 2021, no ha sido resuelto por los magistrados penales de Ciudad Juárez, informó el vocero del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del Estado de Chihuahua, Israel Hernández Domínguez.
Aristeo Baca, el primer sacerdote de la Diócesis de Ciudad Juárez sentenciado por delitos de índole sexual, sigue sujeto a un arraigo en el domicilio que él proporcionó a la autoridad, indicó el portavoz.
Maclovio Murillo, abogado defensor del religioso, dijo que la apelación ni siquiera ha sido acordada o admitida, y no se ha realizado ninguna actuación desde que el recurso fue presentado.
“Hay un retraso injustificado, no sabemos porque, ellos lo atribuyen a la pandemia, pero no sabemos… el plazo ya venció desde cuando. Desde que reciben la apelación, la deben acordar al tercer día, notificarnos y todavía no nos notifican ni eso, menos la resolución”, declaró Murillo.
La víctima, su familia, el Ministerio Público y la organización “Sin Violencia” –que representó a la menor en el juicio oral que se siguió en contra de Baca, en calidad de coadyuvante–, no interpusieron ningún recurso legal contra la sentencia.
El abogado de “Sin Violencia”, César Juárez, consideró que la autoridad judicial todavía esta dentro de los términos legales aceptables para la resolución del recurso de apelación presentado por el presunto responsable, aunque señaló que sí hay una revictimización para la menor agredida por la tardanza de la autoridad.
El litigante también dijo que la carga de trabajo que puedan tener los magistrados no es excusa para la no resolución de esa herramienta legal. Además, agregó que si ha habido movimiento en la carpeta y puntualizó que si no hubiera tendrían que recurrir a un juicio de amparo.
A la iglesia Santa María de la Montaña, que estaba a cargo de Aristeo Baca, fue asignado un nuevo párroco y las instituciones de beneficencia que administraba el clérigo, un asilo de ancianos, el hospital y una casa hogar, siguen funcionando y están a cargo de una congregación de religiosas, informó el vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez, Hesiquio Trevizo.
Respecto a las medidas precautorias que la Diócesis anunció que serían asumidas por parte de la Iglesia para hacer de sus espacios lugares seguros, luego de que se emitió el fallo condenatorio en contra del sacerdote Baca, el vocero de la Diócesis dijo que mantienen una vigilancia y trabajan con mucha consciencia, pero no aceptó detallar en qué consisten esas medidas.
“Claro la iglesia tiene cuidado de que esto no suceda, nada especial, más que mucha consciencia mucho trabajo, en el caso Aristeo bendito sea Dios estamos esperando sentencia. Aquí en nuestra ciudad no hay una plaga de esto, es un caso, no hay que hacer una tormenta, pero todo el cuidado que se tenga es importantísimo para nosotros. Un caso es más que suficiente para tener mucho cuidado, mucha vigilancia, además esto es una cosa que trasciende, casi ambiental caramba que tristeza. No en situación de alarma, si de mucho cuidado según los lineamientos que se han dado en la iglesia universal entera”, expresó Trevizo.
La decisión del Tribunal en contra el sacerdote Aristeo sentó un precedente que agrupaciones de mujeres consideraron histórico debido a que se hizo justicia a una niña que se enfrentó, con el respaldo de su familia, a un religioso católico encumbrado desde el poder eclesial, económico y político.
Tres delitos probados y más de 34 años de condena
El 22 de febrero del 2021, un Tribunal de Enjuiciamiento dio por acreditado que a finales de diciembre del 2015 el sacerdote Aristeo Trinidad Baca cometió una violación; también acreditó un abuso sexual presuntamente sucedido en septiembre del 2016 y otra violación de fecha 28 de enero del 2018. Delitos ocurridos en la casa parroquial de la iglesia presidida por Aristeo –Santa María de la Montaña– en perjuicio de una niña cuando ella sirvió como monaguilla en esa parroquia.
El 2 de marzo del 2021, el mismo Tribunal –conformado por los jueces Carlos Jaime Rodríguez García, Florina Coronado Burciaga y Arnulfo Arellanes Hernández– condenó a Aristeo a 34 años, cinco meses y 10 días de prisión.
Sin embargo, el religioso católico no fue transferido a un reclusorio al continuar vigente la medida cautelar de prisión domiciliaria por no estar firme la sentencia. Situación que a la fecha prevalece.
Además de la pena corporal, el Tribunal le impuso al párroco la obligación de reparar de forma integral el daño presuntamente ocasionado a la víctima desde cinco figuras: la restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y garantías de no repetición, todas contempladas en la Ley General para Víctimas.
En cuanto a la restitución, al clérigo se le condenó a pagar de forma genérica y ante el juez de Ejecución de Penas los daños ocasionados en la aplicación de las medidas de protección implementadas a favor de la víctima y de sus padres, entre estos está el arrendamiento de una casa, la manutención de la familia y el ingreso de la víctima a otra escuela, gastos realizados hasta la fecha por el Gobierno del Estado.
Respecto a la rehabilitación para la víctima, El Tribunal ordenó a Baca a pagar 52 terapias psicológicas, cada una con un costo de 800 pesos. Por lo que el monto total es de 41 mil 600 pesos. El Tribunal también instruyó a que el clérigo cubra los gastos de una atención psicológica para los padres de la ofendida, al ser consideradas como víctimas indirectas.
Referente a la compensación por el perjuicio, sufrimientos y pérdidas económicas evaluables, el Tribunal de Enjuiciamiento dijo que la Ley General de Víctimas señala que dicha compensación no debe ser un enriquecimiento para la parte ofendida sino responde a la gravedad del daño y el tope es 500 veces el salario mínimo mensual de la Ciudad de México, en este caso se tasó en 40 mil 300 pesos y debe ser entregada a favor de la víctima.
Ninguna de estas acciones se ha realizado por estar pendiente la resolución del recurso de apelación por parte de la defensa del sacerdote.
Como medida de satisfacción en la audiencia donde se impuso el castigo, la jueza emitió una declaración judicial buscando restablecer la dignidad y reputación de la víctima y de sus padres.
El sacerdote fue detenido el 9 de febrero de 2019. El juicio oral en contra de Aristeo inició el 25 de enero de 2021 con la declaración de la víctima, quien dijo que, durante tres años, cada domingo y antes de las misas matutinas, fue agredida sexualmente por el párroco.
Durante el juicio oral, Aristeo Baca sostuvo que es inocente. El 4 de febrero del 2021, por primera vez declaró ante el Tribunal afirmando que las acusaciones formuladas por el Ministerio Público “son totalmente falsos, yo no he hecho lo que dicen”. Además, el sacerdote consideró que el móvil de la denuncia que fue interpuesta en su contra, era el manejo del dinero de las limosnas y diezmos que llevaban los padres de la víctima en su parroquia, Santa María de la Montaña, en calidad de tesoreros.
En aquella ocasión, el presbítero dijo que su sospecha se basaba en que los ingresos de esa comunidad religiosa aumentaron cuando los padres de la víctima dejaron de desempeñarse como tesoreros.
También en el juicio oral, el 28 de enero del 2021, se reveló una llamada realizada por Aristeo al obispo de Ciudad Juárez en la que hacía referencia a la comisión de los presuntos delitos, evidenciando que la autoridad eclesiástica conocía de su presunta conducta.
El 29 de enero otra presunta víctima del padre Aristeo testifica en juicio oral
El 3 de febrero el cura nombró como abogado a Maclovio Murillo Chávez, entonces secretario del Ayuntamiento de Juárez con licencia. Seis días después, el 9 de febrero, Maclovio renunció a la Secretaría del Ayuntamiento tras polémica que hubo por defensa que él inicio a favor de Aristeo.
Al resolver el recurso de apelación, los magistrados de segunda instancia judicial pueden confirmar la sentencia, modificarla o proceder a anularla.
El obispo de la Diócesis, Guadalupe Torres Campos, declinó dar una entrevista sobre el tema.
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