Un proyecto en la periferia de Guadalajara alienta a las mujeres cuidadoras a compartir sus experiencias y entender su cuidado como una acción política. Esta labor subsidia al Estado mexicano con casi una cuarta parte del PIB
Por Susana Rodríguez / Perimetral
Jalisco- Tradicionalmente las mujeres son las responsables de cuidar. Esto provoca que se les anule y se le reste valor a su trabajo esencial de que los demás estén bien.
La vida de las mujeres cuidadoras se enfoca en la persona a su cargo: viven precariedad económica, de salud y otras carencias, dijo en entrevista Tania Gálvez Álvarez, coordinadora del proyecto “Los cuidados de cuidar: Cuidadoras que escriben su propia historia”.
Este trabajo lo realizó la organización Plenitud y Demencias, quienes se dedican a acompañar a personas cuidadoras de personas mayores y principalmente con demencia. El proyecto se financió por la agrupación latinoamericana Fondo Semillas.
Para la organización, que se centró en zonas periféricas de la Ciudad de Guadalajara, fue impresionante ver la urgencia que hay por atender las necesidades de las cuidadoras, así lo expresó Tania Gálvez.
“La sobre carga no solo era de tareas sino también físicas y emocional”.
Tania Gálvez
Abrir la puerta de los cuidados fue dar cuenta de una serie de necesidades. Y aunque el proyecto se estaba pensado solo en Guadalajara, en Plenitud y Demencias comenzaron a recibir mensajes de otras ciudades pidiendo orientación y asesoría.
“Yo amo a mi familia”
Es fundamental hacer conciencia en las mujeres de que los cuidados que ellas brindan no pueden ser a costa de su salud, intereses y preocupaciones, argumentó Tania Gálvez.
La idea de dar los cuidados “con amor” debe entenderse como un acto positivo y no como algo que rebase la capacidad de quien realiza esta labor.
Además, existe la necesidad de crear redes de apoyo para el desahogo donde las cuidadoras puedan “quejarse” sin culpa, o temor a ser juzgadas.
“Lo que más nos impactaba era ver era lo mucho que dejaban de lado con esto de ‘yo amo a mi familia’, como que a través de esa visión del amor nos justificamos dejar cuerpo, espíritu, deseos personales, metas de vida”, dijo Tania Gálvez.
Cuando las mujeres que cuidan en solitario tuvieron la posibilidad de ver los alcances de una red entendieron la riqueza de compartir.
“Tenemos esta idea de que los trapitos sucios se lavan en casa, hasta que lo experimentaron como una especie de culpa se dieron cuenta que al contrario, al escuchar que alguien más se quejaba les daba la posibilidad de liberarse”.
Una herramienta que se uso más en pandemia fue el celular con aplicaciones como whatsapp, que les permitió crear grupos para estar en comunicación constante.
Los cuidados, un acto político
Más allá de de volver la mirada hacia el autocuidado de las cuidadoras, otro tema olvidado es la incidencia social y política de este trabajo.
Tania Gálvez reconoció que la parte más complicada de la concientización de las mujeres, incluso de quienes realizan los cuidados como trabajo remunerado, fue identificar lo esencial de su función en el desarrollo social.
Este “cuidado por amor” impide que las mujeres vean que sus cuidados posibilitan que una familia funcione; o que alguien salga a trabajar o a estudiar, agregó la especialista.
Para las mujeres cuidadoras verse a sí mismas es muy poderoso. Inclusive las mujeres cuidadoras implican un ahorro para el sistema de salud pública del país. Las personas enfermas y adultas mayores acompañadas desde sus hogares o en un hospital, implican un pago que el Estado no invierte; el cual representa el 22.8 por ciento del Producto Interno Bruto.
Un foro para las Cuidadoras
El proyecto “Los cuidados de cuidar: Cuidadoras que escriben su propia historia” desde un inicio contemplaba hacer un foro donde las participantes compartieran sus experiencias.
En el desarrollo de las actividades, la necesidad fue mayor de la prevista y se acordó que sería un Foro Nacional de Mujeres Cuidadoras. El foro se realizará del 24 al 26 de febrero.
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Este trabajo fue realizado por PERIMETRAL, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
