La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero informó sobre la detención de 9 policías involucrados en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Las detenciones ocurrieron en Chilpancingo, y fueron a cargo de la Marina y elementos de la Fiscalía de la República
Por Kau Sirenio / Pie de Página
Ciudad de México– La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero informó este miércoles que elementos de la Secretaría de Marina y de la Fiscalía General de la República (FGR) detuvieron a siete policías estatales de Guerrero y dos policías municipales de Iguala, involucrados en la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
En un comunicado, la SSP-Guerrero señala que coadyuvó a la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quienes ejecutaron la orden de aprehensión en contra de siete elementos de la policía estatal y dos policías preventivos del municipio de Iguala por su probable participación en la desaparición de los 43 normalista de Ayotzinapa.
A la vez, agregó que será la Fiscalía de la República, y su órgano desconcentrado de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), las que otorguen más información sobre dicha detención.
De acuerdo con el reporte, los detenidos fueron trasladados a la Delegación de la FGR en Chilpancingo para rendir su declaración ministerial. Posteriormente serán trasladados a su oficina central en la Ciudad de México, donde serán puestos a disposición del juez que los requiere.
El 28 de agosto de 2022, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, reconoció en su informe que el ataque a los normalistas de Ayotzinapa fue un crimen e Estado. También anunció que había alrededor de 80 ordenes de aprehensión en contra de 20 militares, y de policías estatales de Guerrero y municipales de Iguala.
Los hechos del 26 de septiembre
El 26 de septiembre de 2014, la policía municipal de Iguala detuvo y despareció a los 43. También asesinaron a tres normalistas de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
La agresión en contra de la comunidad estudiantil de Ayotzinapa ocurrió en Iguala alrededor de las 8 de la noche. Los estudiantes realizaban actividades de lucha que consistían en la toma de autobuses para trasladarse a la marcha nacional del 2 de octubre de ese año.
Esa noche, la policía municipal atacó primero a los de nuevo ingreso, después a los integrantes de Comité Ejecutivo Estudiantil Ricardo Flores Magón de Ayotzinapa, quienes llegaron a auxiliar a sus compañeros en dos Urvan y una camioneta Pick Up.
Las versiones de los sobrevivientes señalan a la policía municipal de Iguala, así como a la policía estatal de Guerrero como los principales operadores de la desaparición.
“Fue la policía municipal que reprimió a los compañeros que salieron de Ayotzinapa a Iguala a botear y tomar unos camiones que utilizaríamos a la marcha nacional el 2 de octubre, en la ciudad de México”, señalaron.
Mientras tanto, el gobierno de Enrique Peña Nieto desdeñó la lucha de los padres de los 43 normalistas, y trató de ocultar la verdad sobre este hecho, considerado por la opinión pública nacional e internacional como el peor agravio en contra de la sociedad mexicana desde la matanza de Tlatelolco en 1968.
La única respuesta a la exigencia de justicia durante todo este tiempo fue lo que el propio gobierno quiso imponer como la “verdad histórica”, la cual, al cumplirse los ocho años de la tragedia, quedó evidenciada como falsa.
Con la desaparición de los 43 normalistas se visibilizó la persecución política en contra de la disidencia en Guerrero y en el país, a base torturas, desapariciones y asesinatos políticos.
Con estos hechos, el gobierno de Enrique Pena Nieto reinventó la guerra sucia en Guerrero, cuyo gobernador, Ángel Aguirre Rivero, aplicó estrategias de contrainsurgencia contra sus opositores.
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Este trabajo fue publicado originalmente en Raíchali que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar su publicación.
