Opinión

Harfuch: si alguien encuentra a la izquierda, que la regrese




octubre 9, 2023

En fin, se pueden poner muchos más indicadores. Pero hay uno que me gustaría colocar en el centro de este texto, y es si Omar García Harfuch finalmente se queda como candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, que nos debe importar a todos porque se trata de la capital política de nuestro país

Por Jaime García Chávez

Debo de reconocer, y pienso que muchos compartirán esta opinión, que definir con fronteras tangibles lo que es la izquierda, se ha convertido en un problema similar a los más complejos de las ciencias, no porque tengan la complejidad de estas, sino por la competencia en el empleo indiscriminado del concepto.

Hace años don Norberto Bobbio quiso poner orden en la polémica, luego de la caída del socialismo real, pero creo que el triunfo de su batalla aún no llega. Mi propósito con este artículo no va tan a fondo y sólo quiero formular un cuestionamiento preciso que me demuestre el gran desorden, teórico y político, que existe en torno al tema.

En primer lugar quiero destacar que por un acto de liberalidad se dice que Morena es de izquierda, aunque el Presidente López Obrador haya dicho que él no lo es. Si ser abolicionista del neoliberalismo, como se supone que es la Cuatroté, es nota esencial para definir la izquierda, y debemos empezar por reconocer que ese modelo económico en México goza de cabal salud. 

Lo muestra en la coyuntura la reciente encerrona del Presidente de la República con Carlos Slim y otro de los magnates del país, de cuyas agendas y resultados estamos absolutamente desinformados, cuan seguros de que ahí nada que tenga que ver con la izquierda se ha tratado. Seguro estoy que tampoco hablaron del clima.

Si a la configuración de un real esquema de democracia se acude para cincelar el concepto izquierda, el resultado será igualmente deficitario. Y aquí aprovecho para decir que no es un asunto que haya surgido de último momento, sino que se viene arrastrando de varios lustros atrás, en el caso mexicano, donde lo que era la izquierda se convirtió en un entidad deslavada o erosionada.

Entonces, lo mismo se ha considerado que la izquierda es la Cruz Roja del capitalismo, o bien el simple discurso legitimador de un poder que desmiente la existencia, real y participativa, de los ciudadanos. Del derecho como distintivo, tampoco se puede hablar, porque el discurso imperante sólo abona a quitarle contrapesos institucionales al Presidente, más que acotar las facultades y competencias que se corresponden con la división de poderes y los órganos autónomos que previene la Constitución. 

Un último indicador, a manera de apresurado resumen, sería considerar si Morena, como organización, prefigura a su interior un perfil de la sociedad que pretende al exterior, y que por sus bondades pudiéramos endosarla a eso que se denomina izquierda. Pero el ejemplo cae por su propio peso por constituir un despropósito. 

En fin, se pueden poner muchos más indicadores. Pero hay uno que me gustaría colocar en el centro de este texto, y es si Omar García Harfuch finalmente se queda como candidato a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, que nos debe importar a todos porque se trata de la capital política de nuestro país.

En un acto simbólico, como los muchos que acostumbra el Presidente, entregó un bastón de mando a Claudia Sheinbaum, no sin el reclamo de los depositarios originarios de esa tradición, pero a la vez lo dijo muy claro: será ella quien decida las candidaturas. Y he aquí que en esas andamos. 

Rodeada de sus adversarios (Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña y Ricardo Monreal), pronto se vio que el bastón que recibió no pasó a plenitud; pero de todas maneras tuvo consecuencias polémicas al señalar a García Harfuch como el candidato ungido para la Ciudad de México, lo que algunos entienden como la carretera privilegiada para llegar al cargo, por más jaleo electoral que pueda haber el año que entra.

Aquí es donde quiero retomar el tema de la izquierda con unas preguntas específicas: ¿Alguien –el que sea– le ha escuchado un posicionamiento a García Harfuch que lo coloque a la izquierda del espectro político, por más que difuso sea el concepto?, ¿hay en su biografía algo que nos diga que ha estado a la izquierda en alguna agenda que tenga que ver con economía, sociedad, cultura? Tengo para mí que no, que esos datos o posicionamientos son tan restringidos que sólo la Sheinbaum ha de conocer. 

Pero no son esos los únicos cuestionamientos. También cabe preguntarse dónde está la izquierda de la que se dice la ciudad más progresista del país, porque no se ha hecho presente de ninguna manera. Parece que el poder los indigestó y que ahora sólo saben agacharse y obedecer ciegamente, cuando no y empiecen a verle virtudes de estadista a esa incógnita política que, en materia de izquierda, se llama Omar García Harfuch.

El señor precandidato se dice experto en materias de seguridad y destrezas policiacas; tanto es así que algo le roza del caso Ayotzinapa. Pero de lo esencial que se sugiere bajo el concepto izquierda, no hay nada. 

Preocupante resulta que tras esa candidatura se esté poniendo un eslabón más a la militarización creciente del país, y que ahora estaría echando mano de nietos e hijos de prominentes militares, como García Barragán y García Paniagua, que surgieron del semillero de la sierra de Autlán, en Jalisco, para mayor dato. 

Por eso digo que, si alguien encuentra a la izquierda, que la regrese.

***

Jaime García Chávez. Político y abogado chihuahuense. Por más de cuarenta años ha dirigido un despacho de abogados que defiende los derechos humanos y laborales. Impulsor del combate a la corrupción política. Fundador y actual presidente de Unión Ciudadana, A.C.

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