Dada la orfandad política que padece el PAN, ante la ausencia de un líder moral: ¿Es factible que los neopanistas sean capaces de cambiar su ‘genética política’?
Por Gerardo Cortinas Murra
Huérfanos de liderazgos políticos, los neopanistas chihuahuenses se aferran a estereotipos de personajes que denigran los principios doctrinarios que enaltecieron al panismo de antaño.
Hoy en día, el panismo mexicano, está plagado de personajes advenedizos, sin conciencia social y con total ignorancia de los ‘Principios de Doctrina del PAN’. Que utilizan al Partido con el mezquino afán de ocupar cargos públicos y, en no pocos casos, con la insana intención de enriquecerse en el ejercicio de la función pública.
Ante la vergonzosa derrota electoral en los pasados comicios presidenciales, varios neo-panistas -que dicen ser panistas de convicción- pregonan a los cuatro vientos la urgencia de un cambio que implique una profunda introspección al interior del Partido, con la finalidad de recuperar la credibilidad ante la sociedad.
Tal es el caso del actual líder del rebaño panista en el Congreso del Estado, Alfredo Chávez, quien reconoce que:
Si aspiramos a recuperar la confianza de las y los mexicanos, si aspiramos representar y encabezar a la oposición de nuestro país y, sobre todo, si aspiramos a volver a ganar y a recuperar el México democrático que una vez tuvimos lo primero que tenemos que hacer es recuperar al PAN y para eso hay que hablar con la verdad, quitarnos la venda de los ojos y por ningún motivo apoyar a una dirigencia que pretende mantenerse en el poder, o llegar a él, sólo para negociar la derrota, administrarla y lucrar políticamente con ella como ahora sucede.
Otra vez nos encontramos en la misma posición. De los aspirantes conocidos al Comité Ejecutivo Nacional del PAN ninguno o ninguna plantea un movimiento que efectivamente sacuda y recupere nuestro partido.
Un cúmulo de buenas intenciones con la idea disfrazada de llegar al CEN para ser los nuevos administradores de esa derrota que tanto beneficia a las dirigencias conformistas y poco creativas. Yo no estoy de acuerdo con eso.
Para Alfredo, con 23 años de militancia activa en Acción Nacional:
Es una necesidad impostergable que la militancia panista de los distintos estados y municipios de nuestro país iniciemos un diálogo para reconocernos y reencontrarnos en un punto de vista que nos permita construir una propuesta para avanzar y convencer a las y los panistas y principalmente a las y los mexicanos, porque insisto: debemos entender que la recuperación de nuestro partido implica un trabajo decidido e importante en la calle, en las colonias, con la gente, pues debe involucrar a las y los mexicanos para conocer qué quieren y qué esperan de la oposición, qué esperan del PAN.
El llamado no puede ser solo a la reflexión, es un llamado también a la reconciliación y sobre todo a la Acción conjunta de las y los panistas que estamos genuinamente preocupados por nuestro partido y por México.
Por desgracia, la realidad es otra: con la llegada del PAN al poder, federal y estatal, los cargos públicos fueron ocupados por personajes advenedizos y sin ética política. Con la alternancia partidista, ocuparon los cargos administrativos con personas sin vocación de servicio y, lo que es peor, sin mística de Partido.
Como consecuencia de ello, al PAN se incorporaron personajes chambistas, sin lealtad partidista. El ejemplo más reciente de ello, lo es Javier ‘El Inútil’ Corral.
Coincido con el diputado Chávez, cuando afirma que el PAN está “atrapado en una dinámica interna que se avizora destructiva e inútil… (para) resolver la situación del partido solamente desde lo interno, desde una óptica nostálgica, es una solución simplista, romántica, quizá muy vendible, pero estéril”.
Sin embargo, a mi parecer, la ‘recuperación del partido’ tardará décadas en concretarse. La corrupción de los gobiernos emanados del PRI y del PAN le hizo mucho daño a la sociedad mexicana. En los próximos comicios, los candidatos del PRI y del PAN seguirán siendo candidatos de oposición con escasas posibilidades de triunfo electoral.
En el ámbito federal, con el amasiato político-electoral PAN-PRI apenas le alcanzará para tener presencia en el Congreso de la Unión; y en el ámbito local, será minoría en los órganos plurales de gobierno (congresos y ayuntamientos). Ese es el precio que pagará el PAN, por la ineptitud y corrupción de sus gobernantes.
Para Alfredo Chávez, el PAN tiene “el suficiente material humano y la capacidad política para recomponer el rumbo, para iniciar juntos un gran movimiento nacional, donde el diálogo interno y el trabajo en calle, el partido nuevamente directamente de la mano de la sociedad, enarbolando y defendiendo sus causas, sean la forma y el fondo de nuestro actuar”; sin embargo, el mismo reconoce que:
No podemos pensar en resultados distintos haciendo lo mismo y no podemos pensar que los mismos van a corregir el daño del que tanto se han beneficiado. Lo que está en juego ya no solo es nuestro partido, es el México que soñamos, que construimos, que ahora se nos está desmoronando.
Así las cosas, debemos de reconocer que el triunfo electoral de López Obrador en los comicios presidenciales del 2018, es una consecuencia lógica de la añeja corrupción del PRIAN.
Otro factor que promoverá la llegada al poder de MORENA en nuestro Estado, es lo que caracteriza a los gobernantes panistas: su miopía política. Es decir, su incapacidad para impulsar cambios sociales y económicos radicales, tendientes a garantizar, verdaderamente, una vida digna y decorosa a la ciudadanía; aún a costa del sacrificio del interés personal y político del gobernante en turno.
Yo me pregunto:
Dada la orfandad política que padece el PAN, ante la ausencia de un líder moral: ¿Es factible que los neopanistas sean capaces de cambiar su ‘genética política’?
Y si la introspección es el acto de mirarse a uno mismo, para identificar y comprender las propias emociones y conductas.
¿Acaso no es un sueño guajiro, la pretensión de los neopanistas de promover un diálogo nacional para ‘reconocerse y reencontrarse’, que les permita dejar de ser un mero partido de oposición en las próximas décadas?