Hoy en Chihuahua la moneda corriente en la plaza, el bar, el café, en esos lugares donde se juntan espontáneamente hombres y mujeres libres se escucha que el poder público es deplorable y no sobran los que opinan que ya se vayan sus representantes
Por Jaime García Chávez
En el lenguaje ordinario se tiende a equiparar el concepto funcionario público con el concepto autoridad. En la cotidianidad casi son sinónimos, pero esto dista mucho de ser verdad. La autoridad, en su origen y así lo registra la historia de la filosofía política, es una cualidad intelectual y ética que únicamente tienen algunas personas para que sus conductas, sus opiniones o sus decisiones se revistan de una superioridad por el solo hecho de quienes emanan.
De esa manera se puede dar el caso de que un funcionario esté dotado de autoridad, o también que siendo sumamente poderoso carezca de la misma y genere la desobediencia cívica si es el caso extremo. Lo lamentable de todo esto es que en la realidad solo muy pocos tienen esa apreciada cualidad y los otros abundan, como verdolagas en huerto desatendido.
Estas premisas me sirven para explicar el drama que vive Chihuahua por el gobierno que ejerce María Eugenia Campos Galván desde 2021 y es oportuno examinarlo ahora justo a tiempo que llega a la mitad de su sexenio y se hace factible la revocación de su mandato. En los hechos no hay duda de que su elección la elevó al cargo que ocupa, pero eso no le da la condición de tener autoridad política que mucho le serviría para legitimarse en el ejercicio mismo de su poder.
No puede combatir la corrupción política porque ella es producto de la misma. Sus viejos compromisos con César Duarte y el haber recibido ilícitas prestaciones cuando era diputada local y recibía sus jugosas dietas, hacen que suene a más de lo mismo cuando le revira a Javier Corral por cargos de la misma naturaleza. Es como cuando alguien lanza en una montaña una portentosa voz y el eco simplemente la repite, con matices. Ella grita Corral eres corrupto, corral realizaste corruptelas y el sonido regresa diciendo: cooommeeetiiiste coorruupteeelaaas.
Podríamos enumerar una gran cantidad de ejemplos, pero me concretaré a dos igualmente importantes. María Eugenia Campos ha creado su MEDI-Chihuahua para concretar en el papel la Dinamarca de López Obrador. En ese ámbito cuestiona el clientelismo morenista, al que le iba a romper el hocico, pero abre su propio aparato para capturar votos, gastando más en publicidad que en medicinas.
Pero quizás es mejor el segundo ejemplo, para ilustrar esta falta de autoridad en el maruquismo. Ahora que está en proceso de convertirse en realidad la reforma judicial obradorista, María Eugenia Campos Galván le ordenó a la presidenta del Tribunal Superior de Justicia en el Estado para que leyera ante los medios un comunicado cuestionando las desmesuras del lopezobradorismo.
Y sí, la señora Myriam Victoria Hernández Acosta se atropelló en la lectura, obedeció el mandato de su jefa, pero no convenció a nadie y es muy fácil entender el porqué: los viejos nexos con el duartismo, la ausencia de independencia, la existencia de magistrados que nunca debieron estar ahí, pero ahí están, la deficiente administración de la justicia, las enormes prerrogativas que disfruta la jerarquía oficial y la ausencia de compromiso con el Estado de derecho lastran la posibilidad misma de que alguien ponga atención al discurso de Hernández Acosta. Le falta lo esencial: la atribución intelectual y moral para tomar en cuenta su palabra.
Por eso hoy en Chihuahua la moneda corriente en la plaza, el bar, el café, en esos lugares donde se juntan espontáneamente hombres y mujeres libres se escucha que el poder público es deplorable y no sobran los que opinan que ya se vayan sus representantes.
Por eso la autoridad es importante, pero la socarronería no lo entiende. No lo entenderá jamás.
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Jaime García Chávez. Político y abogado chihuahuense. Por más de cuarenta años ha dirigido un despacho de abogados que defiende los derechos humanos y laborales. Impulsor del combate a la corrupción política. Fundador y actual presidente de Unión Ciudadana, A.C.
